EN NOMBRE DEL AMOR // JENLISA // (JENNIE+LISA BLACKPINK)

CAPÍTULO 37: VERDADES Y MÁS VERDADES

Jennie lleva varios días sin salir de su cuarto, apenas y come. Sus padres, e incluso Taehyung, están preocupados de su actitud; ahora solo deambula por la casa, en clases no participa, se limita a hacer lo que le piden, sale directo a su casa y así todos los días. Nayeon y Jisoo intentan animarla yendo a su casa a invitarla a salir o a ver películas, pero el resultado es el mismo: que las eche o termine llorando en sus brazos.

La señora Kim, ya asustada por el comportamiento de su hija, entra sin permiso a su habitación y la encuentra durmiendo a eso de las tres de la tarde. Va directo hacia el ventanal y lo abre con cortinas y todo dejando que el sol entre.

—¿Qué estás haciendo? —pregunta una adormilada Jennie.

—¿Qué haces durmiendo otra vez, Nini? —pregunta preocupada.

—Pues tengo sueño.

Su madre se acerca a su cama halando su cobija de un tirón.

—¡Mamá!

—Baja a almorzar.

—No tengo hambre —se cubre de nuevo.

—¿Qué es lo que te pasa, hija? Me tienes preocupada.

—Estoy bien.

—¡No, no lo estás!

Vuelve a quitarle la cobija y Jennie nota lágrimas en el rostro preocupado de su madre.

—Ya no eres la misma de antes, te la pasas aquí encerrada, tus pinturas...

Señala los lienzos al final de su habitación que dibujan paisajes oscuros, bosques secos, un bote de pintura negro más gastado que el resto.

—Por favor sé sincera conmigo —se sienta a su lado.

Los ojos de Jennie se llenan de lágrimas otra vez, y sin decir nada, solo abraza a su mamá llorando en su hombro desconsolada.

—¿Qué le pasa a mi bebé?

Antes de que pueda contestar, escuchan un alboroto abajo: La voz fuerte y represiva del señor Kim hace eco en el piso de abajo, logrando que Jennie y su madre vayan a ver lo que ocurre.

—¡No te vas a encerrar en tu cuarto, no he terminado contigo!

—¿Alejandro, qué pasa?

El señor Kim toma a su hijo con fuerza haciendo que se siente en el sillón.

—Vengo de hablar con el director Manobal, tu hijo agredió a una maestra.

—¿Cómo, Taehyung? —pregunta con severidad su madre.

—Y no cualquier profesora, sino la hija misma del director. Una de las profesoras de música, que resulta ser nada más y nada menos que Lisa, nuestra vecina.

Las palabras de su padre dejan a Jennie fría en su sitio. ¿Cómo que agredirla?

Taehyung mira a su hermana con seriedad.

—¿Por qué lo hiciste, Tae?, ¿en qué estabas pensando?

—Se metió con alguien que me importa demasiado —habla sin quitar los ojos de su hermana—. Tenía que hacer algo.

—¡Es una profesora! —regaña su papá—. Le debes respeto.

—¡Nada de eso! —se pone de pie furioso—. No le debo respeto a esa tipa por lo que le hizo a Jennie.

Ahora la atención de los padres está puesta en Jennie, quien con la mirada, ruega a su hermano no decir nada.

—¿Cómo que lo que le hizo a Jennie? —pregunta su mamá—. ¿Y cómo que Lisa es una profesora? —mira a su hija.