CAPÍTULO 10: LA VERDAD AL DESNUDO

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De su discusión ya pasan tres semanas en las que ambos ventanales permanecen bloqueados, ambas cortinas impidiendo la vista de una habitación a otra, pupitres separados en clases tanto de Lisa como de Jisoo, e ignoradas tanto en los pasillos de la FAI como en la acera del vecindario.

Jennie sigue yendo a pintar al salón Picasso, sigue escuchando el piano a lo lejos tocar sus piezas favoritas, sigue encontrándose con Kai en Armonía, y sigue pasando de largo e ignorando a Lisa cuando ella y su grupo de amigos bajan de su clase de solfeo, pero esa indiferencia no les durará mucho.

Lisa va saliendo de jugar voleibol hacia los vestidores para una larga y reconfortante ducha después de perder su tercer partido consecutivo contra los de la facultad de medicina. Esos días han sido una mierda, más al ver a Jennie paseándose por los pasillos de la FAI con un tipo que nunca ha visto; pasa por su lado chocándole el hombro muy sonriente. Le molesta el hecho de que le está siendo indiferente, pues pensó que luego de su discusión ella iría a rogarles que la aceptaran en su grupo de amigos y fue todo lo contrario; no hace más que ignorarla y nadie ignora a Lalisa Manobal, aunque esa molestia jamás la admitirá.

Los vestidores están vacíos esa tarde y le parece curioso, porque siempre que acaba la práctica de voleibol llegan las porristas, pero no se fija mucho en ese detalle; no hasta que se acerca a su casillero y lo único que encuentra son sus botas y sus calcetines.

—¡¿Pero qué carajos?!

Ni su ropa, ni su cadena, aretes, reloj y pulseras, tampoco su toalla, o su teléfono; totalmente vacío.

Con la furia que la invade al instante, abre cada casillero del lugar intentando encontrar sus pertenencias en algún otro locker pero nada, todos están igual de vacíos. Piensa en tomar una toalla o algo de la oficina de la entrenadora, pero está con llave.

—Respira Lisa, no te alteres —se masajea las sienes intentando calmarse—. ¡¿Hay alguien ahí?! ¡Jisoo!, ¡entrenadora!

Nadie responde y su ira va en aumento, cierra de un golpe fuerte el casillero desprendiendo la puerta con un ruido sordo dejando volar un pequeño papel que no vio antes.

—Ahora sí me van a conocer.

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Dentro del caluroso salón de historia del arte, los estudiantes están sumergidos en enciclopedias de ayuda para un tedioso taller en clase; el profesor Bennett se pasea por los grupos verificando que todo esté en orden.

—¡Pst! Jenn, ¿encontraste la respuesta cinco?

Jennie sigue ignorando a Jisoo a pesar de que ella se le acercó un montón de veces esos días a pedirle una disculpa, y a intentar explicarle las cosas.... Jisoo, bueno, ella no se rinde en llamar la atención de Jennie.

—Vamos, Jenjen, no puedes ignorarme para siempre —molesta.

—Página 345 —responde sin verla.

—Gracias mon amour.

El timbre de fin de período suena dando paso al bullicio de estudiantes que dejan sus salones para almorzar, ese día hay más ruido y revuelo que de costumbre, y es obvio el por qué...

Jennie y Jisoo se miran, y al instante, todo enojo o indiferencia que hubiera, se desvanece por completo al ver a Lisa caminar por el pasillo con nada más que la puerta de su casillero cubriendo el frente de su cuerpo desnudo, vistiendo nada más que sus usuales botas.

—¡¿Acaso se te zafó un tornillo, Lisa?! — Jisoo corre y la toma de la cintura cubriendo su trasero—, ¡¿Qué digo un maldito tornillo?! ¡Se te zafaron TODOS los tornillos!, ¡¿qué mierda crees que estás haciendo?!

EN NOMBRE DEL AMOR // JENLISA // (JENNIE+LISA BLACKPINK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora