xvii. lo que siempre necesitó una mujer fuerte

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antes que nada, por si no lo sabían, subí un capitulo anterior hace unos horas, para que no haya posibles spoilers.
























Sollozos se escucharon al entrar en una habitación. Ambos agentes pudieron ver a Ashley de espaldas sentada en un sillón. Estaban aliviados de que no haya pasado a mayores.

Sin embargo, escucharla llorar hizo que ambos, a su manera, se preocuparan. Ella soltó un suspiro, decidiendo acercarse a ella, pero Ashley ni bien la vió se arrastró más lejos de ella.

─¡Atrás! No quiero lastimarte ─Ella pudo notar cómo se agarraba la mano, viendo las venas negras, cada vez tenían menos tiempo─. Tengo miedo. Cuando eso pasó... era como si no fuera yo... Era algo distinto.

Ella frunció las cejas hacía arriba, el consuelo nunca fue lo suyo. Leon se acercó un poco más, alzando las manos indicandole a Ashley que se mantuviera tranquila.

─Ashley, sabemos cómo te sientes, lo sé.

Ashley hizo el amago de volver a alejarse, pero se dió cuenta de las venas negras en los brazos de ambos, preocupada por que se veían iguales a las suyas.

─¿Ustedes también?

Ella miró sus propias manos, odiando el estado en el que estaba. Necesitaba ya a Luis y ese laboratorio, de sólo ver que la plaga la estaba consumiendo, sentía que no iba a aguantar mucho más.

─Tener miedo es normal ─habló Leon, sacandola de sus pensamientos. El rubio se sentó junto a Ashley─. Pero no huyas. Tienes que seguir adelante. Saldremos de esta. Juntos ─aquello lo agregó mirando también a Ella, la pelirroja desvió la mirada al instante.

─No sé si puedo.

─Puedes ─dijo rápidamente, queriendo que pensara en positivo─. Pero avisa antes de apuñalarnos, ¿sí? ─agregó con algo de burla, logrando que Ashley riera, mucho más tranquila.

─Leon... gracias. Y Ella, yo... lo siento mucho, ¿te duele? ─la rubia miró las vendas en los dedos de Ella, la pelirroja hizo como si no le tomara impoetancia.

─Tranquila, no fue tan grave como piensas. Estoy bien ─intentó sonreir para que se calmara, Ashley asintió.

Luis llamó poco después, pidiendo con diversión que lo fueran a rescatar. Tuvieron que pasar por un patio, que era más un laberinto, siendole difícil al volver a enfrentarse con lobos. No pudieron evitar preguntar cómo estaría el lobo blanco.

Volvieron a adentrarse al castillo, en el medio una estatua de tres cabezas, las cuales no estaban pero era obvio que debían de buscarlas para poder seguir. ¿Seguir a dónde? Ni lo sabían, sólo esperaban que Luis estuviera cerca de ahí como les dijo.

─Bueno...

─Busquemos separados ─Ashley y Leon miraron rápidamente a la pelirroja como si estuviera loca, Ella negó con la cabeza comenzando a acercarse a una puerta para verificar si estaba una de las cabezas─. Será más rápido, ¿no quieren irse ya? Todo muy majestuoso, pero no en habitantes.

Ashley y Leon se miraron entre sí.

─Ella, sé que no te haré cambiar de opinión ─la siguió Leon─. Así que, cuidate, ¿si?

Ella lo miró de reojo─. Tranquilo, siempre me he cuidado, incluso en tu presencia.

Ella desapareció tras abrir una puerta, Ashley miró a Leon con algo de inseguridad.

─Estará bien, es... Ella ─Leon soltó un suspiro a la vez que negaba con la cabeza─. Siempre nos dará un paro cardiaco por sus acciones, te acostumbras.

¹BEAUTIFUL LIAR, leon kennedyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora