xxiii. osmund saddler siempre lo supo

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advertencia: manipulación










Leon soltó un suspiro placentero al despertar de su sueño de vaya a saber cuántas horas. Se acomodó más en el hombro de Ella...

Frunció las cejas al sentir frío en su mejilla, haciendolo abrir los ojos de mala gana al querer seguir durmiendo como hace años no lo hacía.

Miró confundido al frente, procesando que se encontraba en el suelo, y no recargado en su novia como recordaba. Se apoyó en su mano y se impulsó para sentarse, aún estaba en el mismo lugar y Ashley seguía inconsciente en la camilla.

Pero Ella no estaba.

─¿Ella? ─dijo casi en un susurro, como si algo le temiera. Nada─. ¿Ella? ─esta vez fue más fuerte y un mal presentimiento lo inundó, rápidamente parandose y mirando a todos lados esperando encontrar a Ella paseando por ahí.

Pero nada.

─Carajo ─maldijo en voz baja, mirando de reojo a Ashley para asegurarse de que estaba bien, salió del sitio, su mirada sin quedar quieta por el miedo de no saber dónde estaba ella─. ¡Ella!

No podía perderla. No podía haberse ido por si sola, ¿verdad?

No podía haberlo dejado... ¿verdad?

Ni siquiera se dio cuenta de que contenia la respiración hasta que sintió que se empezaba a ahogar, no había ni rastros de la pelirroja. No entendía nada. El recuerdo, las sensaciones y las emociones se sintieron como en ese año.

¿Dónde mierda estaba Ella?

─¿Leon? ─el mencionado giró rápidamente creyendo que era ella, pero solo era Ashley, mirandolo preocupada─. ¿Qué sucede...?

Leon suspiró, otra vez mirando alrededor por si a Ella se le ocurría aparecer. Queriendo creer que solo le estaba gastando una broma.

Pero Ella no era así.

─¿Y Ella? ─aquello hizo que una presión dolorosa se le formara en el pecho, pero lo siguiente se sintió peor─: ¿Luis?

Los dos mejores amigos yendose.

¿Por qué lo sintió tan pesado?

∞§∞

La pelirroja alzó la mirada. El Ámbar frente a ella. Las Plagas frente a ella. Tenía la oportunidad de destruirlo, pero no le fue nada fácil si aún seguía infectada.

─¿Cómo te sientes? ─una voz masculina detrás suyo hizo que se estremeciera de pies a cabeza, pero no despegó su mirada del Ámbar, sintiendo una inmensa ira recorrer su cuerpo─. ¿Qué se siente estar frente a tu creación, Wright?

─Ya te he dicho que yo no fui parte ─dijo entre dientes, su cuerpo ardía de la impotencia, de la ira.

─Tal vez no ─la silueta se posicionó junto a ella─, pero sigues siendo parte de la empresa.

─No es cierto-

─Si si, Umbrella está acabada, lo que sea ─no le dió ni la más mínima importancia haciendola apretar las manos en puños─. Pero ambos sabemos que aún te persiguen. ¿Por qué no te unes a nosotros, Ella? Sabes bien que con nosotros, nada más te atormentará, nadie más te-

─¡Cállate!

Ella giró hacia él, alzando inutilmente su mano temblando del enojo, solo para ser detenida completamente por la plaga dentro de ella. Las venas negras volvían a su cuerpo, el dolor en su pecho volvía a doler y sentía que a cada segundo el control de sí misma se le iba de las manos.

¹BEAUTIFUL LIAR, leon kennedyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora