¹BEAUTIFUL LIAR, leon kennedy

xxiv. veinte minutos para salvarse

Ella cayó al suelo con brusquedad, sus rodillas ardiendo ante el golpe, pero su atención estaba en otra cosa. En otro dolor.

Exhaló hondo tratando de conseguir oxígeno, una risa frente a ella la hizo estremecerse de pies a cabeza. El miedo se apoderó de ella instantaneamente, como nunca antes lo había sentido.

Miró sus propias manos, temblorosas y manchadas de sangre, la suya. Sus guantes rotos, aquella venda blanca que Leon le hizo ahora era de color rojo sangre.

─¡¿Q-qué...?! ─una de sus manos se apoyó en el suelo tratando de equilibrarse─. ¡¿Por qué duele tanto?! ¡Pensé...!

─¿Pensaste qué, Wright? ─la pelirroja alzó la mirada con algo de dificultad, sintiendo que con el mínimo movimiento su cuerpo se derrumbaría, solo para ver con odio a Saddler─. Tu autocontrol ya se ha esfumado, por lo que no intentes hacerte la fuerte.

La risa de Saddler resonó en sus oídos en la lejanía.

─Eres un... ─se agarró del pecho volviendo a toser, haciendose para adelante, la sangre chocando contra el suelo─. Entonces, ¿por qué... por qué sigo consciente?

─Porque es divertido. Ver que pensaste hacer lo correcto, cuando solo fuiste manipulada, chantajeada. Y todo por unos que no valen la pena ─Ella vio por el rabillo del ojo como se paseaba por su alrededor─. Aún eres consciente de lo que hace la plaga en tí, ves todo lo que haces... Y lo causas tú.

─No... ─la pelirroja negó con la cabeza, tratando de no escucharlo─. Yo no...

Saddler sonrió con malicia sin que lo notara, viendo lo fácil que era manipularla bajo su inestabilidad.

─¿Quién es la que tiene deseos de matarlos? ─con lentitud se inclinó hasta quedar a un lado de su cabeza, murmurando en su oreja─. ¿De matar a... Leon S. Kennedy?

Ella soltó un suspiro sin darse cuenta de que contenía la respiración. Su mirada quedó perdida. Estaba mintiendo, ella nunca pensaría en eso. No quería matarlo, no a él.

─Mientes ─murmuró entre dientes, clavando las uñas en su pecho como si tratara de quitarse el dolor inmenso─. Esa no soy yo.

─Oh, Ella ─rió Saddler, reincorporandose─. Yo solo te doy un empujon, tú haces el resto ─la miró, notando como Ella volvía a toser y retrocerse y sonrió, girandose y comenzando a salir del lugar─. Krauser, llevala contigo. Ya sabes lo que tienes que hacer.

∞§∞

Leon miraba con furia, enojo y decepción a Krauser. Seguía sin creer que estuviera vivo, frente a él y, de paso, que lo quisiera matar. Y aunque él intentara razonar, Krauser caía firmemente en los juegos de Saddler.

Estaba en una pista de arena, típico lugar en el que Krauser eligió para pelear o lo que fuera a pasar a continuación.

Sin embargo, en el repentino cambio de tema que hizo Krauser, de cierta forma lo tensó de pies a cabeza.

─Pero novato... ─unos pasos resonaron hasta que Ella se mostró a un lado de Krauser, Leon susurró su nombre pero sabía que era inútil al notar que no era ella─. Siempre se empieza por el calentamiento ─Leon lo miró con las cejas fruncids y la mandíbula tensa, queriendo que borrara esa sonrisa burlona─. Que se diviertan.

─¡Ella, reacciona! ─la llamó ni bien Kruaser desapareció de su vista, pero lo único que recibió fue una sonrisa de la mujer y que se impulsara hasta saltar desde el otro lado hasta donde estaba Leon.

Leon bajó la mirada hasta sus manos, notando la sangre aún fresca de ellas, haciendolo preocuparse de si era su sangre o la de alguien más. Y el causante del daño.