CAPITULO 20

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La coronación.

Camelie.

Mi día empieza con Doménico tocando la puerta, no sé ni que hora es pero no ha ni siquiera amanecido y ya está él arruinando mi sueño embellecedor.

--¡Pase! -digo soñolienta.

--Vamos a ver el amanecer, levántate --ordena apenas entra.

--Dejame dormir --me colocó la almohada en la cara.

--No. Levántate ahora.

--No, tengo sueño.

--Tu te lo buscaste.

Oigo que le quitan el seguro a un arma y cuándo siento el disparo con silenciador que cae a mi lado, un centímetro más y me daba en la cabeza.

--¡Doménico, que te pasa! ¡Casi me matas hijo de puta! --me levanto se golpe.

--Muy bien dicho, casi. --se acerca a mi closet y lo abre-- tienes tanta ropa, ponte algo de eso.

--Doménico, por si no te has dado cuenta todo eso son vestidos, no me voy a subir a un acantilado en vestido, mucho menos a la azotea de un hotel.

--¿Te presto ropa?

--No, salte que me voy a cambiar, ¿O me cambio frente a tí?

-Sí, yo veo que es lo que se come Mikele.

Le tiró una almohada que esquiva riéndose y sale de la habitación dejándome sola y con mis pensamientos sobre el innombrable.

Mikele O'hurn, ¿Por qué tenías que hacer eso? Peor aún, ¿Por qué me tuviste que invitar a tu coronación?

Me ducho de rapidez antes de que Doménico entre y me pegue un tiro de verdad, me colocó un jean ancho negro, un top blanco con mangas negras y unas converse blancas con negro.

Mi lema, estaré destruida pero jamás me veré destruida, en fin, me maquillo de lo más sencillo, delineado, iluminador, rubor y como siempre los labios rojos carmesí.

Me termino de alistar y antes de salir tomo mi celular, veo la hora y son las 3:56 AM, ¡Este maldito me levanto a las 3AM!

Inhalo y exhalo para no pegarle un puto tiro en la cabeza por levantarme a esta hora.

Salgo de la habitación y lo encuentro recostado en el barandal viendo hacia abajo, «empujalo» alejo los pensamientos de venganza y me pongo a su lado.

--Me gusta tu reino, sobre todo los paisajes y eso que no soy amante a la naturaleza --dice aún mirando para abajo.

--A mí me encanta la naturaleza, por ello me he concentrado un poco en que mi reino tenga hermosos paisajes.

--En ese caso lo has hecho muy bien --hace una pausa-- por cierto, te vez linda.

--Siempre, ¿Nos vamos?

Asiente y lo llevo a un lugar, los guardias se nos quedan viendo extrañados sea porque nunca estoy vestida así o por Domi pero no emiten palabra, lo llevo hasta la última habitación del palacio y abro, la habitación de las coronas, hay múltiples coronas sean de mis padres o mías, hay una en especial que está en una vitrina blindada y que se tiene que abrir con clave que es la corona que se le pone a el monarca en la coronación.

LO BUENO DE LA GUERRA [BIOLOGÍA CM #1] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora