Para que te enamores de las
estrellas.Mikele.
Desde que el hijo de puta de Leo se llevó a Camelie mi cordura ha estado colgando de un hilo.
Los hombres de Leo mataron a 42 de mis guardias, y yo tengo una herida superficial en el brazo derecho.
Aquí estoy, con Doménico, Luegan y Maliet tratando de idear un plan para salvarla, está vez quiero escalar, no algo tan sencillo.
— Rey Mikele, debería dejar de meterse en esos problemas que no le incumben.
—Cállate si no vas aportar nada, Luegan.
— ¿Mis padres ya se fueron?
— Sí, príncipe Maliet, llegan a Londres al atardecer.
Doménico me hace una seña para que lo siga y lo hago, no he dejado de pensar en como rescatar a Camelie, hace unas horas se la llevaron y no he estado tranquilo desde entonces.
¿Por qué será?
Tú sabes porque.
— Mikele, mis hombres ya vienen hacia acá, llegan mañana al anochecer.
— ¿Cuántos son?
— 50 hombres, con municiones y armas.
— Está bien, trataré de idear algo, cualquier cosa me avisan, estaré en la sala de operaciones.
Asiente y me voy, al llegar a la sala he descartado muchos planes por sencillos e imprudentes.
Tomo asiento en la cabecera y me pongo a dibujar un prototipo de algo especial, un regalito.
Duro horas dibujando, arranco las hojas y vuelvo a empezar, así una y otra y otra vez, hasta que por fin uno me convence, después de horas sentado dibujando un prototipo al fin uno me logra convencer.
Le pido todos los materiales que necesito a Luegan para que me los consiga, mientras subo y me quitó el vestuario que tenía para la coronación, ya me estaba asando con eso puesto.
Me doy un baño rápido y salgo, me pongo un traje sin corbata ni chaleco, ya que pues gajes de ser rey.
Mañana empieza oficialmente mi reinado, tengo que dar como cinco discursos, ir a dos galas benéficas, supervisar la construcción de SoDale, sin mencionar las reuniones con los consejos, dar el visto bueno a los nuevos reclutas del ejército y cosas que me dan dolor de cabeza solo mencionar.
Yo quería ser un mafioso, pero en esta vida no todo se obtiene.
Deja la estupidez.
Salgo de mi habitación y me voy a el jardín trasero que hay una casa que es precisamente para todo lo químico que quiera hacer, ya está equipada con todo lo necesario y las cosas que le mandé a pedir a Luegan.
Me pongo armar el regalito y me demoró demasiado y no he completado ni el 2% de eso.
La noche se va y llega el día conmigo armando el regalito, no tengo hambre, no tengo sueño, solo necesito terminar de armar esto.
— ¿Rey Mikele, que hace así? En una hora empieza la asamblea nacional, debe estar listo ya.
— Cancela la asamblea, Luegan.
— No puedo hacer eso.
— Lo bueno se hace esperar. Necesito que consigas a los mejores para que terminen de armar esto mientras vuelvo.
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LO BUENO DE LA GUERRA [BIOLOGÍA CM #1] ©
Teen FictionPortada hecha por: @QueenOfHades666 No sabemos lo que tenemos, no sabemos en qué acabará, mucho menos si viviremos para contarlo. Dos monarcas, una guerra, un enemigo en común, sus caminos se unen para derrotarlo, ese camino lleno de dolor, lascivia...