¿Y ahora?
Camelie.
Amo con todo mi ser hacer enojar a Mikele, mucho más desautorizarlo, sé que le enoja que hagan eso, por ello, lo hago más. Es que amo como pone sus cejas y aprieta su mandíbula cuando está enojado.
Lo dejé ahí tirado solo porque me dijo fastidiosa. Me duele eso porque en mi pasado era una persona que hablaba mucho y siempre me decían que era muy fastidiosa o que si no me podía callar, y que él hiciera eso me dió un deja vu.
Estoy en el carro pensando en que me hará por tirarlo al agua y llevarme su run run, es decir, su carro/coche/auto.
En el GPS tengo de destino un centro comercial. Por obra y gracia del universo tengo el celular de Mikele, es decir, total acceso a su cuenta bancaria.
Escuchando música después de varios minutos llego al centro comercial, no soy mucho de estas actividades pero tengo que aparentar que si.
En el trayecto hacia acá la ropa se me secó, no por completo pero fue un gran avance, el vestido se me ajusta al cuerpo como una segunda piel. Atraigo la mirada de muchos y vaya que me encanta ser el centro de atención.
Entro a la primera tienda, no voy a exagerar, solo quiero la ropa perfecta para mis actividades reales, no para las actividades fingidas que tengo que ir como una princesita.
Elijo un short de cuero negro, un top negro de cuero en forma de corazón, unas botas altas negras con de un tacón de casi 10cm y un dedo debajo de la rodilla, una chaqueta de cuero larga y unas gafas. Hay que saber combinar. Y sí, yo amo con todo mi ser el cuero.
En el probador me pongo absolutamente todo, por el top se traspasa los piercings que me duelen un poco, y me van a doler más con lo que voy hacer.
Pago con la cuenta de Mikele, claro que le voy a devolver su dinero. Salgo de la tienda creyéndome la última Coca-Cola del desierto y la verdad es que eso soy.
Ya me arrepentí de dejar tirado a Mikele, siento que se va a vengar de mí, es demasiado vengativo.
Voy directo a el carro cuándo unos chicos me detienen, ¿Que les pasa a estos italianos? A veces me exasperan, pero los admiro por los huevos que tienen.
—¡Hola! —me dice uno de los chicos— Soy Gianni.
—Soy Camelie —digo— ¿Que desean?
—Ellos son Alessandro y Lucca —señala a los dos chicos con él— ¿Te gustaría ir algún lugar?
——Ahora estamos hablando el mismo idioma ——digo elevando mi comisura izquierda—— ¿Dónde y cuándo?
——¿Me das tu Instagram? ——hace una pausa—— para pasarte la información, claro.
Le doy mi Instagram y me despido de ellos, estamos hablando justo el mismo idioma. Iba a ir a una de igual manera, ¿Por qué no ir a esa?
No sé si a Mikele le vaya a gustar o vaya a querer ir, en cambio yo sí lo haré.
Entro a el carro y voy directo a dónde deje a mi estrella, espero que esté ahí todavía.
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LO BUENO DE LA GUERRA [BIOLOGÍA CM #1] ©
Novela JuvenilPortada hecha por: @QueenOfHades666 No sabemos lo que tenemos, no sabemos en qué acabará, mucho menos si viviremos para contarlo. Dos monarcas, una guerra, un enemigo en común, sus caminos se unen para derrotarlo, ese camino lleno de dolor, lascivia...