✨30✨
Mikele O'hurn.
Fragmentos de lo que hicimos ayer pasan por mi mente, como gimió mi nombre tantas veces, como lo hicimos 5 veces en la noche. Mi plan de irme se fue a la mierda, es que no podía dejarla así.
El sol se cuela por el ventanal levemente abierto, me siento en la cama y admiro el escultural cuerpo que tengo a mi lado. Sus pestañas que rosan sus pómulos, sus labios rosados entre abiertos, sus facciones tan delicadas y marcadas a la vez. Viéndola dormir parece que no rompe ni un plato.
Sin pensarlo mucho me acerco a su boca dónde depósito un beso, después otro y ella sonríe, me toma de la nuca haciendo presión. Nuestros labios se unen danzando un ritmo profundo y tranquilo, le sigo el ritmo sin necesidad de tornarlo sexual, solo es un beso, nada sexual.
Sus labios contra los míos me hacen revivir los recuerdos felices que tengo con ella, bueno, en general el 95% de recuerdos felices son con ella. Ese beso me hace recordar lo que tengo que hacer. De manera brusca me separó de ella, se queda mirando extrañada y solo le sonrió.
- Buenos días, princess.
- Buenos días, estrellita.
- Si quieres sigue durmiendo, me voy a bañar.
Asiente y se levanta a cerrar las cortinas del ventanal, me doy cuenta que camina un poco extraño y no me imagino por que. Cierra las cortinas y se vuelve a desplomar en la cama. Sonrió por verla así.
Me doy un baño largo y cuándo salgo sigue dormida, sin pensarlo mucho me acerco a ella y le doy un beso en la frente, le envío un mensaje explicándole todo ya que sé que si la despierto no voy a irme.
Voy a un restaurante a desayunar, pido lo que voy a comer y mientras espero llamo a Luegan para que sepa que voy para allá y tranquilice al consejo que me tiene agobiado con tantos mensajes y llamadas, es desesperante, a veces quisiera vivir en un época donde no existiera medios de comunicación y fuera por una carta que comunicasen las cosas, para así no responder y hacerme el que no le llegó.
¿Puedo abadicar?
Mi comida llega, como, pago, y me voy. El viaje es directo, no me detengo en ningún lado. Las horas pasan, mi celular vibra con mensajes de Camelie, la entiendo si se enojó, porque si ella me hiciera eso la voy a buscar.
[Princess 11:45]: Sigue así, que vas muy bien.
[Princess 11:45]: No te ibas a morir si me levantabas para despedirte de mí.
[Princess 12:56]: Cuando vengas me traes algo y allí discuto internamente si te disculpo o no.
[Princess 2:08]: ¿Ya llegaste?
[Mikele O'hurn 2:10]: Ya voy a llegar, te aviso. Y respecto a lo otro, era difícil que si te levantaba me dejases ir, ¿o no recuerdas lo que pasó las últimas tres veces que me traté de ir?
[Princess 2:11]: No, no me acuerdo, ¿Me recuerdas?
[Mikele O'hurn 2:11]: ¿Que quieres que te recuerde? ¿Que parecidas una ninfómana?
[Princess 2:12]: Yo no me acuerdo de absolutamente nada.
[Mikele O'hurn 2:12]: Sí, finge amnesia.
[Mikele O'hurn 2:13]: Princess, te llamo cuando llegue, falta poco.
No veo los mensajes después de eso, me concentro nuevamente en manejar, mi trayecto se siente más largo al dejar de hablar con Camelie, sin embargo, no le vuelvo a escribir. Después de un trayecto ni tan largo, ni tan corto llegó.
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LO BUENO DE LA GUERRA [BIOLOGÍA CM #1] ©
Teen FictionPortada hecha por: @QueenOfHades666 No sabemos lo que tenemos, no sabemos en qué acabará, mucho menos si viviremos para contarlo. Dos monarcas, una guerra, un enemigo en común, sus caminos se unen para derrotarlo, ese camino lleno de dolor, lascivia...