Por qué somos así? PARTE 1 Y PARTE 2

Capitulo 1 El encuentro

ACLARACIÓN
LA HISTORIA ESTÁ SIENDO MODIFICADA, FALTA TODAVÍA .
AVISARÉ CUANDO PUEDAN VOLVER A LEER LOS CAPÍTULOS.

SALUDOS A TODOS

NARRA NICK

Desde que llegué a Londres con mi madre, todo ha sido un torbellino de emociones. Hace solo dos semanas, mi vida era completamente diferente. Mis padres se separaron y, aunque sabía que era lo mejor para ellos, no pude evitar sentir que todo se desmoronaba a mi alrededor. Mi hermano David se quedó con mi padre en Francia, y yo, decidí venir con mamá porque la veía tan triste y sola.

Londres es una ciudad increíble, llena de luces y gente por todas partes, pero me siento como un pez fuera del agua. Las calles son tan diferentes y la escuela será un nuevo reto. No dudo en que hice lo correcto, ya que miro a mi madre y sé que necesitamos apoyarnos mutuamente en este momento tan complicado. Estoy tratando de encontrar formas de adaptarme, quizás explorando la ciudad. Espero que poco a poco pueda sentirme en casa aquí.

Imogen es mi única amiga, nos conocimos un verano en Francia, cuando ella vino de vacaciones a visitar a sus tíos. Desde entonces, hemos mantenido una linda amistad a través de las redes sociales. Aunque la distancia nos separaba, siempre hemos logrado estar en contacto.
Sé que vivimos una historia juntos, llena de risas y momentos románticos , pero ahora todo está más que aclarado. La quiero como amiga .

Hoy fue mi primer día de clases y, sinceramente, estaba bastante nervioso. La única persona que conocía era Imogen, y sabía que ella me presentaría a sus compañeros. Cuando llegué a Truham, la vi sonriendo emocionada; compartiríamos clases y eso me dio un poco de alivio.

Imogen me presentó a su grupo: Harry, Sai, Jimi, Otis, Ben, París y Kate. Desde el principio, me inundaron de preguntas sobre Francia y mi antigua escuela, especialmente sobre el equipo de rugby. Al comienzo, me sentí un poco abrumado, pero después todo se puso más distendido y empecé a compartir mis experiencias con ellos.

Las dos primeras horas de clase se hicieron tediosas. Me costó concentrarme y, cuando llegó la hora de matemáticas, la frustración comenzó a acumularse. No entendía nada de lo que el profesor decía, y eso me hizo sentir aún más perdido. Decidí que necesitaba un respiro y salí al patio. Era enorme y me senté en un banco un momento, para aclarar mis pensamientos.

Fue entonces cuando pensé que debía ponerle más actitud a la situación. Así que tomé una decisión: anotarme en el equipo de rugby. Sentí que eso podría ayudarme a integrarme mejor y a dejar atrás un poco las inseguridades del día. Luego, con una nueva energía, fui rápidamente a la clase de historia, esperando que las cosas mejoraran un poco.

La semana pasó volando. El sábado y el domingo, mi madre y yo decidimos ponernos al día y ordenar la casa, ya que aún teníamos muchas cosas en cajas. Mientras organizábamos, aprovechamos para charlar sobre cómo había sido nuestra semana.

Me di cuenta de que mi madre estaba un poco estresada por su nuevo trabajo. Me contó que todo le parecía abrumador y podía ver en su rostro que estaba tratando de adaptarse. También mencionó que no sabía mucho de David, lo que la tenía preocupada.

Mientras hablábamos y organizábamos, sentí que esos momentos juntos eran muy importantes. Compartir nuestras experiencias y preocupaciones nos ayudó a sentirnos más conectados en medio de todos estos cambios.

El lunes llegó y estaba con Imogen y su grupo cuando, de repente, Harry lanzó algo hacia unos chicos que pasaban. Sai y Otis no tardaron en unirse. Jimi se acercó al chico más alto, empujándolo y haciéndolo caer al suelo. Miré a Imogen, para mi sorpresa, ella se estaba riendo de la situación.