XXXVI. El Rey

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-Estas sangrando- repite una vez mas el ojo azul.

Mi mente hace click y reacciono : Estoy en el reino de los Vampiros y Lobos...Me tacharon de Ladrona...Me persiguieron como perro... Me tiraron de unas escaleras.... Estoy en el bosque ....Mi loba dijo Mate... Cai de un barranco... Y estoy frente al hombre mas guapo de la existencia.

-Mierda- mascullo por milesima vez en el dia , cierro los ojos, necesito calmarme, necesito calmarme.

Siento un peso desaparecer de mi, abro los ojos y me doy cuenta que el tipo estaba literal sobre mi.

-Perdón - le veo rascarse tocarse la cara en nerviosismo, pero hace una mueca al sentir su herida, el tiene una raspadura en su mentón. - No fue mi intención aplastarte. - veo su atuendo lleno de barro, ojas y tierra y sangre.
-Te lastime, verdad? - mira hacia abajo en mi dirección con preocupación.

-Yo soy la que debería preguntarte si estas bien - hago una mueca recordando - Por mi culpa caímos al barranco - el niega con la cabeza tratando de minorisar mi culpa
-Por mi culpa tienes raspones y se rompio tu pantalón. - se me sale una sonrisa al ver deshilachado su pantalón en la parte de su rodilla y me doy cuenta que su playera perdio un botón.
-Tu estas igual - me responde igual con una sonrisa ladina qué no llega a ser completa, pero sus ojos me dicen que disfruto su comentario; tengo la certeza que no sonríe mucho.
- Enserio estas bien? - vuelve a su postura dura, pero esta preocupado por la arruga qué se le forma.

-Estoy bien- trato de pararme pero de igual forma que el hago una mueca por dolor. Hasta este momento me doy cuenta que sigo tendida en el suelo como un muerto

-Permiteme - me ofrece su mano, la miro con mucha seriedad, pero me decido a tomarla.

Mierdaaa, pensé que era pura superstición el místico cosquilleo y electricidad qué sientes al tocar a tu Mate por primera vez.

Miro a los ojos al rubio ojo azul y se que algo anda mal, muy mal.

Hace tiempo que no estoy en compañía de lobos y mucho menos en una manada, pero esté sería el momento en el que el hombre saltaría reclamando como suya a su hembra.

Un dolor en mi cabeza me regresa a la realidad y me doy cuenta que mi mate ni yo nos hemos soltado la mano, esta de alguna forma analizandome con esos ojos, es hechizante el brillo qué tienen esos orbes azules....

Hechizante.....
Hechizante.....
Hechizante....

Ay no!!

Suelto casi de manera brusca la mano de mi mate y toco mi tobillo agachandome.
Palpo sobre la tela, el collar y dije de media luna qué inhibe mi esencia, por lo tanto yo no desprendo ningún olor mágico más que el de un simple humano.

Mi mente está dando vueltas sin saber que hacer, vuelvo a mirar hacia arriba para ver a mi mate y lo encuentro casi en la misma posición viendo su mano que antes yo la sujetaba.

Debe estar desconcertado, tanto como yo, pero a diferencia mía, el no puede sentir que yo soy su mate, más que los aspectos físicos como el contacto, pero no los químicos como el olor qué debería desprender para el.

Me recompongo quedando a su altura, oh algo parecido ya que es muy alto.

No puedo dejar de mirarlo, pero por el momento decido actuar normal dentro de lo permisible, ya que esto no es una situación normal.

Nos encontramos a mitad del bosque y al menos yo, no tengo la menor idea de como salir de este y no sería bueno usar magia delante de él.

Carraspeo para llamar su atención, este reacciona parpadendo un par de veces antes de verme, pero cuando lo hace siento mil alegrias por dentro.

Humana entre lobos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora