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Que hubiera llegado a la universidad estando en celo se tomó como un comportamiento completamente impulsivo de un jovencito asustado

No obstante, era imposible.

Cal era inteligente, conocía los riesgos de todo ¿Qué hubiera pasado si se encontrara con un Alfa extraño, lo hiciera entrar en celo y terminara haciendo un contrato con él? ¡Cambiaría su vida entera! Entonces, era de sentido común que si los Omega mostraban el más mínimo signo de apareamiento, intentarían no salir de su casa por nada del mundo. Y debido a eso, es por lo que comenzaban a atrasarse ​​con sus estudios en la escuela y parecían no poder conseguir un trabajo decente tampoco.

Cal se acercó a Vislan de todos modos.

Claramente fue intencional.

Sin embargo, tales pruebas no parecieron ser completamente investigadas por la universidad al estar formada en su mayoría por humanos y luego incluso se decidió que no existieron "daños reales" aunque Vislan se había derrumbado después de regresar al dormitorio. Mientras él no presentara quejas, entonces nadie más podía interferir.

Al día siguiente, cuando Shia regresó a la habitación para comprobar la salud del hombre, Vislan había vuelto por completo a su estado habitual. Dijo que todavía estaba un poco cansado y que solo podía quedarse acostado en cama, pero su complexión no estaba mal y tenía un bonito tono de piel.

"Perdón por lo de ayer. Ya me siento mucho mejor así que, lamento haberte echado de la habitación de una manera tan grosera".

Se disculpó muchas veces. Shia dijo: "No tienes que sentirte mal en absoluto", y le mostró una expresión un poco dura.

"Vis no ha hecho nada malo. ¡Eres la víctima! Deberías pensar un poco más en ti de ahora en adelante"

Vislan dijo que tenía miedo de lastimarlo. Era amable y gentil y en lugar de preocuparse por ser herido por otros, temía que su cuerpo fuerte pudiera ser perjudicial para los demás. Y debido a que entendía su amabilidad más que nadie, era por lo que Shia no podía estar junto a él sin sentirse increíblemente triste.

"Además, nunca sería lastimado por ti. Si algún día no te controlas y te subes sobre mi, patearé tus pelotas y te traeré de vuelta a tus sentidos".

Hablando en ese tono, Vislan suavizó su expresión.

"Por favor, perdona a mis pelotas".

Solo imaginarlo dolía, así que frunció el ceño.

"Shia... ¿Puedo tomar tu mano?"

Era una voz tímida y vacilante, por lo que Shia respondió de inmediato: "Por supuesto que puedes".

Cuando extendió una mano en su dirección, Shia lo agarró tan fuerte que Vislan respiró aliviado.

"¿Puedo abrazarte?"

Esas palabras hicieron que su corazón diera un brinco. Durmieron en la misma cama todo el invierno, y los abrazos, mimos y miradas ligeras eran algo de todos los días. Sin embargo, hasta ahora, lo habían estado haciendo como algo que se daba conforme a la situación así que le daba vergüenza que se lo pidiera tan directo.

"Para ponerlo en palabras simples, me da pena".

Vislan pareció pensar lo mismo de la nada. Luego hizo una mueca:

"Es verdad. Es un poco raro, lo siento".

Pero de todos modos Shia se acercó a Vislan mientras se reía y lo abrazó con todas sus fuerzas antes de sentarse junto a él.

"Dije que me avergonzaba, no que era raro"

En ese momento, sintió como si un dulce aroma emanara de su cuerpo. Su corazón estaba latiendo con fuerza y ​​su piel pareció comenzar a calentarse por todas direcciones.

(Esto es malo.)

Y cuando pensó en eso, Vislan dejó escapar un pequeño "Ah" y tiró del brazo de Shia como si estuviera tratando de voltearlo. ¡Tuvo miedo de que se hubiera dado cuenta de que se había excitado otra vez!

"Lo siento..."

Pero fue Vislan quien dijo las palabras de disculpa en su lugar. En realidad, hasta se veía un tanto desconcertado

"Sentí... Que olí el celo de un Omega hace un momento".

Shia se sorprendió. Ahora era obvio que no había enloquecido porque Vislan también percibió el mismo aroma.

"¿Tal vez el olor de Cal se metió? ¿Se quedaría impregnado en tu ropa?"

Se preguntó si existía alguna fuente de olor en la habitación así que movió la cabeza de un lado a otro.

"No, no lo creo. Parece que, es solo mi imaginación. Quiero decir, el olor del celo de un Omega parece disiparse de inmediato, solo proviene de la persona que está siendo afectada y no se pega a la ropa ni a las cosas."

Por eso Vislan estaba convencido de que era solo su cabeza jugándole una broma. Pero entonces, ¿Qué era el olor que notó Shia ayer y qué fue lo que encontró justo ahora? Se preguntó si debería decirle, pero sintió que sería meterle más carga a una cabeza que de por si ya estaba debilitada así que solo se detuvo.

Dado que el hombre bestia Alfa, Vislan, un experto en este tema, decía que era solo su imaginación, entonces iba a creerle y decir que lo era.

"Vis todavía está en estado de shock. Es por eso."

Agarrando suavemente las yemas de los dedos de Vislan, Shia habló con él mientras le compartía una sonrisa.

"No te excedas ¿De acuerdo? Podemos... Acostarnos juntos hasta que te sientas más fuerte."

Los ojos de Vislan se abrieron un poco y luego, su expresión se suavizó:

"Gracias, Shia. Por estar conmigo".

Esa vez Vislan estaba descansando en su habitación, pero a partir del día siguiente iría a la universidad como de costumbre. Shia, mientras tanto, iba a seguirlo tanto como le fuera posible porque, aunque no pretendía ser su guardaespaldas, no quería que se le acercara de nuevo a Cal.

Unos días después, los padres de Cal y su primo, un estudiante hombre bestia que estudiaba en la misma universidad, llegaron al dormitorio para disculparse con Vislan en persona. Parecieron entender la gravedad de la situación e inclinaron la cabeza mientras decían que nunca más iba a acercarse a él y que permitiera que fuera a la escuela justo como antes. "Que no levantara cargos ni fuera cruel". Según ellos, porque Cal nunca había visto un Alfa desde que nació y no midió la consecuencias de sus acciones.

Shia escuchó eso y se enojó.

No era un asunto casual ¡La vida de Vislan estuvo a punto de arruinarse y a ellos no les importaba en lo más mínimo! Sin embargo, Vislan lo perdonó. Fue porque él era un hombre bestia Omega e imaginó que se había esforzado mucho en ingresar a la universidad. Dijo que no quería hundir la vida de Cal solo por algo como esto.

Shia se había abstenido de interferir como amigo, pero se sintió frustrado por el hecho de que la víctima, Vislan, tuviera que soportarlo tan valientemente. Pero incluso después de eso, Shia desconfiaba por completo de Cal. No sabía si realmente se arrepentía o no y sin embargo, cuando Cal vio a Vislan en la distancia, se inclinó levemente y abandonó el lugar sin siquiera hablar con él.

De esta manera, la estación cambió a verano y la paz volvió a la universidad.

El rey león Alfa y su amante secreto (Traducción Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora