El rey león Alfa y su amante secreto (Traducción Finalizada)

27

La habitación de Shia, a la que Vislan los guió, estaba en un lugar apartado justo en el segundo piso de la casa.

"Estaba pensando que Shia y Milán podían compartir una habitación para que estén más cómodos. Es por aquí..."

Vislan lo dijo, pero no era una habitación cualquiera. Había un pequeño vestíbulo seguido de una gran sala a modo de recibidor, una mesa redonda y una tumbona junto a la ventana. Después ya venía un dormitorio enorme en la parte de atrás, con una gran cama con dosel y una mesita de madera a modo de escritorio. Tenía baño propio y un vestidor.

"Tengo todo lo que necesitan. Si quieren algo más, lo que sea, yo estaré encantado de traerlo hasta aquí tan pronto como sea posible".

En el clóset, se preparó ropa y calzado para Shia y Milan. Ahora que lo pensaba, era justo de su estilo.

"¡Oh, un oso!"

Milan encontró un osito de peluche debajo de la almohada de la cama con dosel.

"Ayer escuché que te gustaban los ositos, Milán, así que compré algunos para ti. Hay cinco más escondidos en esta habitación, así que ¿Por qué no los buscas?"

Vislan lo mencionó de una manera tan emocionada que incluso los ojos de Milan se iluminaron completamente. No había hablado de eso con Shia, así que se preguntaba si Margo se lo contó. De todos modos, eso fue ayer por lo que tuvo una acción bastante rápida para ir y comprar muchos juguetes de esos de un momento para otro.

"Papi, papi, papi. Oye, ¿Puedo buscar los ositos?"

Milán se deslizó tan rápido de los brazos de Vislan que Shia se rió de inmediato. Luego asintió: "Está bien, mi amor. Ve."

Y al escuchar esto, Milan se volvió como una palomita de maíz reventada en una cacerola y comenzó a saltar de un lado para otro buscando en la habitación a toda velocidad. Abrió todos los lugares del armario y se metió debajo de la cama hasta hacer que Shia tuviera escalofríos. Es decir ¿Estaba realmente bien moverse tan libremente en un lugar que no les pertenecía? Sin embargo, Vislan lo miró con una sonrisa enorme en la cara e incluso lo alentó diciendo: "¡Tú puedes!"

"Vamos a ver. Dios. Este oso es de la serie "Green Bear" de verano. Lo sé porque Milán lo pidió todo el tiempo pero era limitado ¡Solo lo he visto en catálogos! Además, tiene un costo de tres dígitos. Es demasiado"

"..."

"¿Su Majestad?"

"¿Eh? Ah, sí. Exacto. Lo pedí ayer y llegó esta mañana. ¡Es increíble, Shia! Milán tiene solo cuatro años, pero míralo. Mira como se mueve y como habla. Es un genio ¿Verdad? Definitivamente debe ser un genio para tener tanto conocimiento siendo tan chiquito".

Vislan estaba tan entusiasmo que Shia se quedó perplejo.

"Hmm, no lo sé. Es muy inteligente pero... Solo tiene un extraño conocimiento sobre los osos"

"¡Encontré los cinco osos que faltaban!"

"¿Ves lo que te digo? ¡Muy bien hecho Milán! Fue muy rápido"

Vislan lo elogió, rompiendo su compostura otra vez y diciendo que todos los osos eran un regalo.

"¿En serio? Hay seis osos en total. Yo le he dicho que solo puede tener un juguete a la vez. Es una regla".

"Es una señal de bienvenida. Me encantaría que los tuviera".

"¿De verdad? ¿Puedo, papi?"

Milán abrió mucho los ojos y miró a Shia preguntándose si realmente estaba bien tenerlos. Era extravagante cuando pensaba en lo que haría estando en casa, pero sería grosero decir eso aquí. Además, gracias a la preparación de Vislan de una cacería de osos, Milan, que había estado ansioso desde ayer, se había recuperado completamente hasta volver a ser el mismo de antes. Incluso la tensión de Shia también se había aliviado un poco al verlo sonreír así de bonito.

Cuando asintió con la cabeza, la expresión de Milán se iluminó.

"¡Gracias, su majestad!"

Parece que escuchó a Shia decir, "Su Majestad" y por eso lo repitió. Vislan hizo una mueca.

"Está bien. Más que eso, quiero que Milán me llame Vis".

"¿Vis? Suena bonito".

"¿De verdad?"

"Ujum".

Milan abrazó a su nuevo oso con fuerza y miró a Vislan. El hombre pareció derretirse de amor ante el niño que se parecía a él.

"Mi nombre es Vislan. Vislan Rufus. Pero la gente que quiero mucho me dice Vis. ¿Milán también puede llamarme así?".

Milán asintió de inmediato.

"Vis... ¡Gracias por darme al señor osito! Lo voy a tratar muy bien".

"Sí. Sería feliz si lo hicieras".

Vislan, quien dijo eso, se veía increíblemente complacido.