El rey león Alfa y su amante secreto (Traducción Finalizada)

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"Bueno, es una instalación preciosa. Justo como lo suponía".

Elijah dijo eso tan pronto como entró en el laboratorio. Shia, mientras tanto, comenzó a hervir agua para prepararle un té.

Después de jugar con Elijah por un tiempo bastante considerable, Vislan finalmente se acercó y aceptó llevar a Milán a su cuarto. Al parecer, porque pensó que tendrían mucho que conversar después de tanto tiempo separados el uno del otro y quería darles un momento. El niño por supuesto que quería quedarse con Elijah para una ronda más de "escondidillas", pero cuando escuchó que dormiría en la mansión por esta noche, aceptó, siguió a regañadientes al león y sonrió un poquito ante la promesa de tener un enorme pedazo de pastel para la cena.

Shia suspiró:

"Gracias por venir aquí conmigo"

Tan pronto como llegó al palacio real, había enviado cartas a Elijah y a Margo todos los días. Le escribió a Margo sobre su situación reciente y a Elijah del hecho de que Vislan había estado buscándolo durante muchos años y que, por si fuera poco, le había pedido que se casara con él. Pensó que iba a mandarle un mensaje con un consejo, pero no imaginó que vendría a verlo para hablar de la situación.

"Me encanta que estés aquí".

"Yo también estoy feliz de estar contigo. Más que nada, me alegra que ustedes dos se vean tan saludables y bien".

Los dos se abrazaron con muchísima fuerza e incluso Shia pareció permitirse darle un besito en la mejilla a modo de agradecimiento. Sin embargo, como si Elijah de repente se diera cuenta de algo importante, rápidamente soltó su cuerpo y lo regañó.

"Detengámonos aquí. Si su Majestad ve que nos llevamos tan bien, va a comenzar a sentirse herido."

Elijah y Shia eran amigos. Más que eso, era como si fueran hermanos. Vis lo sabía bien y por eso mismo Shia se rió, volvió a preparar té y dijo que "no se preocupara demasiado" y que "seguramente él lo iba a entender" Es decir, Vislan había sospechado de su relación al inicio, pero siempre insistía en que era un malentendido y ya le había dicho una vez que no sentía nada por él.

"Estoy seguro de que tus sentimientos hacia mi son solo de cariño pero... No lo sé. De todos modos, deberías tener un poco de consideración por el pobre hombre. Parece muy celoso".

Ambos tomaron un asiento en la mesa redonda, luego Shia se encogió de hombros vagamente y dijo: "No pensé que ese fuera el caso." Primero que nada, porque las palabras "Vislan" y "celoso" no parecían combinar con él. Es decir, parecía muy... Inteligente. Tal vez eso hubiera pasado antes, pero ahora no tenía chiste. Estaban viviendo juntos ¿No? Además le dejaba ver al niño y cuando estaba en casa, no pasaba ni una sola noche sin que cenaran juntos.

"Ese tipo de hombre le sonríe a todo el mundo sin importar que se sienta triste. Además, tengo que decir que me dio una carta bastante educada. Algo como "Shia y Milan te extrañan, así que por favor venga a verlos." ¡Y fue a recogerme directo en su coche! Pero bueno, eso fue solo hace un rato. A pesar de que estaba sonriendo, no había ninguna luz detrás de sus ojos. Sentí que estaba enojado conmigo o... Resignado. En un momento imaginé que si pudiera me mataría allí mismo."

Entonces se estremeció como si tuviera miedo. Pensó que solo estaba exagerando, pero no lo dijo.

Preparó dos tazas de té y se acomodó un poco más cerca de Elijah. Se sentía extraño estar así con él en un rincón del palacio real cuando antes acostumbraban algo muchísimo más discreto.