Ese día, por sugerencia de las sirvientas, Shia y Milan decidieron ir a pasear por el estanque.
La otra vez, el bote, que Vislan había arreglado personalmente, fue llevado hasta el jardín para juntarlo con los otros. Y después de completar la inspección, dijo que ya era seguro para poder montarlo.
"¡A subir! ¡Vamos papi! ¡A subir, a subir, a subir!"
Milán estaba saltando a su alrededor igual a si fuera un conejito.
"... Bueno".
A decir verdad, Shia no quería acercarse al estanque tanto como fuera posible. Tenía miedo porque no sabía nadar y justamente por eso le preocupaba que Milán pudiera meterse en algún tipo de problema, hacerse daño, y no poder hacer nada para ayudarlo. Además, le hubiera gustado encerrarse en su laboratorio de nuevo y continuar con el experimento hasta terminar.
"Vamos a montar."
Pero después de dar una respuesta como esa, Milán dibujó una sonrisa tan perfecta en la cara que le dio miedo arruinarlo si decía algo equivocado. Además, parecía que se estaba divirtiendo muchísimo solo de estar allí con su papá.
"Entiendo. Quieres ir porque estás muy emocionado de que Vis lo arreglara para ti ¿No es verdad?"
El niño saltó y dijo "¡Sí!" Haciendo que las sirvientas también sonrieran y comenzaran a decir que era un "bebito de verdad encantador".
"Ya que hace buen tiempo, ¿Por qué no almuerzan junto al estanque, joven amo?"
Sugirió la criada. Por supuesto, no pasó ni medio segundo para que los ojos de Milán brillaran tan fuerte como si tuviera una linterna dentro. Más aún, cuando le dijeron que podía llevar a todos los osos que quisiera para acompañarlos.
Fue un "sí" inmediato.
Las criadas extendieron las mantas junto al estanque y prepararon refrescos, pasteles y sandwiches para los dos. Shia estaba muy agradecido con ellas.
"¿Ese es?"
Y cuando Shia y su bebé llegaron al estanque, encontraron un pequeño bote de remos amarrado justo a la orilla. El área de abordaje se había hecho ensamblando muchos troncos viejos pero, en cuanto el niño pareció tan entusiasmado con la idea de ir todos los días, fue reemplazado por algo que parecía hecho de metal. Además, le había puesto pasamanos y una especie de trampa en el suelo para que no se fuera a resbalar incluso al estar en contacto con el agua. Finalmente, decidieron que lo harían después de comer su desayuno.
"Esh ñelichiosho".
Con la boca llena con un sándwich de jamón, Milán sonrió de una manera tan grande que Shia terminó haciendo lo mismo.
Era muy agradable poder ver a su hijo de esa manera. Incluso si era por una actividad que no le gustaba en absoluto.
Quería verlo feliz para siempre.
No.
Quería que Milán, y Vislan fueran felices para siempre.
El hombre había sido sacudido por su posición como príncipe heredero y lo pasó bastante mal en los años en que estuvieron separados. Entonces, quería que lograra construir un hogar confortable ahora y pensaba, tal vez de una manera muy fantasiosa, que solo él podía ayudar a hacerlo posible.
Notaba un dolor extraño en el pecho cuando lo imaginaba.
(Sí, debo ser yo. No quiero que Vis se case con otra persona).
ESTÁS LEYENDO
El rey león Alfa y su amante secreto (Traducción Finalizada)
फैनफिक्शनExiste un país de hombres bestia gobernado por el Alfa Vislan, que tiene orejas de león. Shia, un humano que vive con su hijo, Milan, en el campo, tiene un secreto: ¡Eso significa que el padre del niño es Vislan! Hace cinco años, Shia y Vislan, (que...