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Un médico se apresuró a examinar a Milán y a Shia, pero no encontraron ninguna anomalía importante. Le prepararon un baño caliente al niño y a Shia le inyectaron un supresor de celo de Omega. Era un medicamento que le mostraron en un vial de vidrio pequeño y del que decían que era de "efecto inmediato". Todavía se estaba sintiendo algo febril y también le dolía el cuerpo pero, no era tanto como para que no pudiera salir de la cama y de hecho le alegró poder respirar más fácil. Por supuesto, era peligroso que se encontrara con un Alfa, pero podía interactuar normalmente con otras de las personas de la mansión.

Shia se bañó, se calentó y tomó un respiro. Cuando fue a ver cómo estaba Milán, el niño saltó hacia él con el rostro completamente mojado en lágrimas.

"Lo siento papi, lo siento..."

Ver a su hijo mejor le dio una sensación de alivio impresionante. Sostuvo su pequeño cuerpo, envuelto en su ropa de dormir, y lo besó en la cabeza un montón de veces.

"Me alegro de que mi niño esté a salvo. No llores. No llores, intentaste ayudarme, ¿No? Mi pequeño valiente"

"Buaaaah."

"Pero no deberías ser tan imprudente en el futuro. ¡Me dio muchísimo miedo pensar que te iba a pasar algo malo! No lo vuelvas a hacer nunca. Moriría sin ti, mi amor"

Ante la palabra "morir", Milán lloró un poquito más fuerte.

"Ve a ver a Vis más tarde ¿De acuerdo? Pide disculpas por los problemas, agradece lo que hizo y dale un abrazo, muy, muy fuerte"

"¿No iremos juntos?"

"No puedo verlo en este momento. Soy un Omega, y Vis es un Alfa. Un Alfa y un Omega pasan por un período en el que verse es peligroso. Esperaré unos días hasta que pase ¿Sí?"

Incluso si hubiera dicho que estaba en celo, Milán era un bebé y todavía no iba a entenderlo. Esa explicación era la mejor que tenía por ahora.

Después de eso, debido a los efectos secundarios del inhibidor, Shia se quedó dormido en su habitación por un rato, pero Milán pareció haber ido a ver a Vislan para aprovechar. 

No salió como lo había imaginado:

"Estaba durmiendo. Vis también necesitó de mucha medicina y me dijeron que tenía que descansar toda la noche. Papá dice que no es culpa de Milán, pero lo es ¿Cierto? Están muy enfermos por mi y pudieron morirse."

Los hombros de Milán estaban caídos y sus orejas parecieron estar sin vida a ambos lados de su cabeza. De acuerdo con el mayordomo que se hacía cargo del niño, a Milán le impactó ver que Vislan seguía respirando muy rápido y que tenía un color de piel que nunca había visto en él. Fuera de eso, la herida de su mano ya había sido tratada, y el médico dijo que si descansaba un día más, iba a estar listo para volver al trabajo en la semana siguiente.

Según escuchó, en cuanto Vislan terminó sus deberes en el pueblo, pidió regresar a la mansión inmediatamente para poder hablar con Shia. Quizá porque le pidió que se tomara un tiempo para él. Y cuando entró por la puerta, escuchó la noticia de que Shia y Milán se estaban ahogando en el estanque y corrió como un loco para poder ayudarlos. Dejarlo dormir tanto como quisiera era lo menos que podían hacer para compensar la situación.

"No es culpa de Milan que Vis se sienta enfermo. Es más por mi. ¿No te dije que hay un momento en que un Omega y un Alfa no se deben encontrar? Eso es justo lo que pasa. Tenemos fiebre, no pensamos bien y necesitamos de mucha ayuda para salir adelante. Es algo de adultos, amor."

Shia lo explicó lentamente, pero Milán todavía pensaba que era su culpa. Al menos la mitad.

Después de eso, los sirvientes recuperaron el bote y los remos, e incluso rescataron al osito. Milán debió pensar que también le había hecho algo malo al peluche porque lo miró a la cara y se disculpó: "Lo siento" antes de ponerle ropa nueva y llevarlo a su cama para hacerlo dormir.

En la noche tomó otra pastilla contra el celo y le dijeron que hiciera lo mismo antes de desayunar. En realidad, era posible que tuviera que tomar este medicamento regularmente en el futuro por lo que tenía que empezar a acostumbrarse. Cenó con Milan, jugó un poco con él y luego lo llevó a la cama junto con osito-san para leerle un cuento. Sin embargo, aunque le mostró su libro favorito y le cantó todas las canciones que le gustaban, estuvo tan callado que no le quedó otra opción más que arrullarlo entre sus brazos hasta que finalmente se quedó dormido. Entonces lo puso en el futón, lo tapó con su mantita, prendió la luz de noche y salió de la habitación sin hacer ruido...

De esta manera, pudo ir directamente a la habitación de Vislan.

El rey león Alfa y su amante secreto (Traducción Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora