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Pensó que se había tratado de un sueño. Pero no lo era. Para ser preciso, estaba recordando todo perfectamente bien.

"¿Por qué...?"

La voz que sacó era un poco ronca debido a todas las veces que había estado gritando. Hace un momento su cuerpo estaba caliente y extraño, y sedujo a Vislan como si fuera una prostituta. Los dos perdieron la razón, no solo una vez, sino dos, tres veces, y sin embargo, aunque lo recordaba tan perfectamente como sabía su nombre, de todos modos una parte de él se sintió confundida. Primero que nada, porque fue como si se tratara de un Omega entrando en celo. Igual a lo que le pasaba a los hombres bestia de Rufus.

Repitió "¿Por qué?"

Con esas palabras dando vueltas en su cabeza, se acostó en la cama y se quedó viendo el techo. Estornudó por el frío y finalmente sintió que estaba volviendo a sus sentidos de una manera bastante lenta. No obstante, permaneció desnudo todo este tiempo porque su cuerpo seguía sucio con fluidos corporales y un semen que le corría tan rápidamente de la entrepierna que comenzó a sentirse un tanto enfermo.

Mientras se levantaba del colchón, su cuerpo comenzó a sentirse espasmódico por todas partes y sus músculos parecieron gritar igual a si hubiera hecho ejercicio por semanas enteras.

"Vis..."

¿A dónde fue Vislan?

Se dio cuenta a la mitad de que estaba teniendo sexo con él ¿No es cierto?

Varios pensamientos cruzaron por su mente: Sexo, Vislan, sus manos, el calor, muchas cosas al mismo tiempo, pero algo en lo que no quería pensar a fin de cuentas. ¡Un momento increíble que terminó provocando que hiciera algo que no debió haber hecho para empezar! Seducir a un amigo, conectar sus cuerpos. Pero lo hizo en un estado en el que no estaba pensando incluso aunque eso sonaba a una excusa para justificar sus acciones.

Solo quería quedarse dormido, esperando que cuando despertara, todo lo que pasó hace un momento se tratara de un simple sueño. Para decirlo con otras palabras, deseaba escapar de la realidad tan pronto como fuera posible. Pero el frío y la incomodidad de su cuerpo le obligaron a moverse de una forma o de otra: Se levantó de la cama y se dirigió a la ventana incluso aunque tenía un par de piernas bastante inestables. Abrió las cortinas e hizo que la luz del amanecer se extendiera por cada una de las paredes.

Entonces, miró hacia atrás: Como era de esperar, la mitad derecha de la habitación estaba hecha un desastre. Las sábanas y la manta de la cama quedaron desordenadas, y la camisa de Shia se parecía a un trapo sucio. En medio encontró sus pantalones y su ropa interior que parecían haber sido arrojados descuidadamente y un par de zapatos que no sabía de quién eran. Los recogió, los llevó al cesto de la ropa sucia, tomó una muda de ropa del armario de la izquierda y la llevó con él hasta una silla. Por el momento, quería hacer algo con la suciedad que tenía en el cuerpo así que, aunque no tenía fuerzas, se dirigió al baño pasito a pasito pensando que tal vez no había visto a Vislan porque estaba justo allí.

Entró al baño.

Estaba vacío.

"..."

Sacó muchas cubetas de agua caliente, lavó cada rincón de su cuerpo cuidadosamente e incluso se permitió intentar drenarse el trasero ocupando las dos manos. Sin embargo, fue aterrador porque podía sentir perfecto los restos del semen del león escurriendo de allí hasta formar un charco bajo sus piernas. Volvió a decir:

"Pero soy un humano, no un Omega. ¿Por qué entré en celo? ¿Cómo pude hacerle esto a Vislan?"

Anoche, su cuerpo estaba terriblemente caliente y dolorido a partes iguales. ¡Pero ahora era como si no hubiera pasado nada para empezar! Lo único que quedaba era la lentitud, el crujido de sus músculos, y la sensación de que todavía tenía algo atorado en su trasero. Cosas que le decían que el celo nunca fue un sueño, sino algo bastante real.

El rey león Alfa y su amante secreto (Traducción Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora