Las Jefas- (Adaptación Cache) Terminada.

112- Abi

Juliana colocó su brazo alrededor de mis hombros en el camino de regreso al hotel. Ahora no había un asiento vacío entre nosotras. Ni siquiera había aire entre nosotras porque su
cuerpo presionaba al mío. Su mano envuelta alrededor de mi brazo mientras me acercaba a ella, ignorando el cinturón de seguridad que se estiraba en mi pecho. Su cara
estaba inclinada hacia la mía en un silencioso abrazo, sus labios se burlaban de mí.

Ahora parecíamos Calle y Poché, acurrucados en la parte de atrás e inconscientes a todo lo demás que pasaba a nuestro alrededor. Su nariz se frotó contra la mía en un baile
tentador. Sus ojos brillaban a su manera,cristalinos y hermosos. Sabía que se burlaba de mí a propósito, reteniendo su increíble beso hasta que estuviéramos detrás de puertas
cerradas.

—Así que soy tu novia, ¿eh?— Mi mano se extendió a través de su muslo, sintiendo los músculos a través de sus vaqueros oscuros.

—Mi primera novia.

—¿Nunca has tenido una novia?— Pregunté incrédula—Incluso cuando eras más jóven?

Agitó la cabeza.

—Hubieron chicas, pero no novias.

—Vaya, soy especial.

—¡Demonios! Claro que lo eres— Movió sus labios contra mi línea del pelo, pero aun así no me dio un beso.

—Tus padres son lindos.

—Están bien—, dijo entre risas.

Calle y Poché tenían sus cabezas juntas como las nuestras.

Se susurraban la una la otra, y cuando no hablaban, sus labios estaban unidos. Teníamos nuestra privacidad ya que parecían más absortas en ellas que en nosotras.

—Están más que bien—, dije—Son adorables.

—Bah, soy la adorable.

Le agarré el muslo

—No, tú eres la más sexy.

Ella sonrió

—.Sí, eso me gusta más.

—Tú y tu hermano se parecen mucho.

—No te hagas ilusiones—, dijo inmediatamente—No comparto a mi mujer.

Traté de no sonreír

—¿Muy celosa?

—Sé que mi hermano es un chico guapo. Competimos por mujeres a todas horas.

—Bueno, no hay competencia. Ya soy tuya.

—Me gusta cómo suena eso—Sus dedos empezaron en mi rodilla y lentamente subió por mi muslo. Sus fuertes dedos presionaron mis vaqueros, sintiendo mi piel caliente a través de la tela—Así que, soy tu novio, es algo interesante de decir.

—Me gusta cómo suena.

—No tengo mucha experiencia en esta área, así que trata de ser paciente conmigo.

—Lo harás bien. Sé que lo harás—. Presioné mi boca contra la suya besándola porque estaba cansada de esperar.

Me devolvió el beso, y lentamente movió su mano hacia mi pelo, y hacía la parte de atrás de mi cabeza. Como si fuéramos dos adolescentes besándose de vuelta a casa después
del cine, nuestros labios se movieron juntos y se separaron.

El perfume y el aroma natural de Juliana llenaron mis fosas nasales, haciendo que mis dedos se clavaron en ella un poco. Mi mano se deslizó por su brazo hasta que llegué a su cuello. Ahuequé su cara y sentí sus fuertes latidos mientras la besaba.