Capítulo 67 ( Celos).

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Besos húmedos llenan cada parte de mi pequeño cuello y clavícula,
mientras sus grandes manos presionaba mi cintura dejándome completamente expuesta contra su piel y entrepierna.

Aquel olor masculino que tanto amaba inundaba mis fosas nasales haciendo que me estremeciera cada vez más al tenerlo cerca de mi. Este hombre se había encargado de condenarme a ser una desquiciada adicta el y eso me hacía querer entrar en crisis.

--¿En que piensas?-- Aquella voz ronca llega a mis oídos estremeciendo cada vello de mi piel.

Y es que tenerlo cerca me garantizaba millones de hormonas alborotadas y electricidad recorriendo por cada parte de mi piel.

-- En nada..-- Y no mentía, simplemente había entrado en una especie de relajación.

--¿Deseas algo de tomar?.

-- No, por ahora me daré una ducha.

--Esta bien. Toma algo de mi closet mientras te compro algo para ti.

-- ¿Para que?.

-- Eres mi pareja, es obvio que te quedarás conmigo de vez en cuanto, así que lo justo es que tengas ropa aquí.

-- Que considerado eres. Pero no es necesario, yo puedo traer de mi casa.

-- Tu solo hazme compañía y hazme feliz, yo me encargo de traer el dinero y dárte todo lo que te mereces.

Sorprendida ante su respuesta decido levantarme para ir directamente hacia el baño. Y si que no me había equivocado, incluso aquí dentro parecía el mismo reino, no sabía con exactitud cuál era su afán de tener tanto lujo hasta en los lugares donde se bañaba.

Al salir de ducharme me coloco una de las camisetas de Demián para luego acostarme junto a él. El se encontraba durmiendo de manera tranquila en la cama así que de manera silenciosa intento meterme lo cuál sale mal ya que golpeó la mesa de noche haciendo que abriera los ojos.

-- Lo siento..-- me disculpo.

Pensé que me diría algo, pero solo me hala a su cuerpo. Rápidamente pasa su mano por mi cintura para atraerme hacia el, pero al darse cuenta que aquello no era suficiente pasa su pierna por encima de las mías  para entrelazarlas.








El sonido de las persianas me despierta, inconscientemente me giro hacia el lugar proveniente el sonido encontrándome con la silueta de Demián. No sabía en que pensaba,  pero realmente se veía preocupado, entre sus manos llevaba un cigarrillo mientras miraba atentamente todo el lugar, aún estaba oscuro lo que me garantizaba que era media no o horas alta de la madrugada.

Lentamente me levanto de la cama intentando no hacer ruido, lo menos que quería en estos momentos es hacerlo sentir incómodo por despertarme, así que camino hacia donde él.

Su mirada se encontraba pérdida en un pequeño parque que había a la distancia.

--¿Te desperté?...-- se asusto al escucharlo.

--¿Como supiste que estaba aquí atrás?.

-- No eres nada silenciosa....-- Lo veo apartar la mirada de aquel lugar para posarla sobre mi.

Me acerco a donde él de manera tranquila para mirar exactamente hacia el punto donde minutos atrás el estaba mirando de manera atenta, quería saber con exactitud que veía en aquel lugar.

--¿Que mirabas?-- Me atrevo a preguntar.

El lugar estaba completamente solo.

-- Hacia aquel lugar...-- Lo veo señalar un poco más atrás del parque donde una chica estaba mirando su celular mientras peinaba el cabello de un chico con sus manos.

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