Quédate.

Capítulo 78( narcisista).

Tres días habían pasado, los cuáles había tomado para visitar constantemente a la familia de Abril, la verdad eran unas personas maravillosas, llenas de alegría y mucho carisma.

No se como sucedio la verdad, pero me sentía muy feliz al estar con ellos, me hacían sentir como si estuviera en mi hogar, con mi familia.

--Emma no piensa hablarte por lo que veo...-- Valeria saca de la bolsa de compras una soda.

--Yo ha ella no le he hecho absolutamente nada.

-- Sabes como es ella...¿te ayudo?--Dice señalando las bolsas.

--Oh si, aquellas dos debes meterla en los almacenes. Yo vuelvo más tarde iré a visitar a unas personitas.

Bajo rápidamente a mí coche para poder llegar lo más rápido a aquella casa. En los asientos traceros traía pizzas y gaseosas, así que debía llegar lo más rápido posible de deseaba comerla fresca.

Hoy les había prometido pasar la noche con ellos, por lo comentado anteriormente ellos comprarían los dulces y eligirian una película excelente para la ocasión.

Demián había ido a cerrar unos negocios lo que me garantizaba que hoy no iría a pasar la noche conmigo.

--¿Ya vas en camino a la casa de Abril?-- la voz de Demián llena mis oídos en el momento que le contesto

-- De hecho, ya casi llego.

--Bueno cuídate.

--Gracias. Te amo.

--Hasta luego.-- cuelga.

¿No ha respondido a mi te amo?.

Molesta por lo ocurrido intento no volver a llamarlo. Ahora que lo pienso con exactitud desde el día de ayer había estado comportándose realmente mal.

No he querido discutir aquello, supongo que aquel cambio drástico se debe al estrés del trabajo, había cambiado a todo el personal, lo que significaba que debía comenzar de cero si quería que todo fluyera como el necesitaba que fuera.

Conocer y hacer que las personas se adapten al estrés en un día, es caótico.

Santiago seguía insistiendo en que viajara con ellos el viernes y que abriera mis horizontes, que conociera nuevos diseñadores y personas. Según el, en España me iría muy bien a la hora de diseñar, que el simple hecho de inhalar otro aire iba a hacer que mi cerebro diseñará millones de atuendos realmente impresionantes.

--¿Te ayudo?..--Rebeca llega hacia donde mi para tomar las pizzas en sus manos.

--Gracias.--Suelto, para luego tomar en mis manos las gaseosas.

Abril como era de esperarse se encontraba con una gran sonrisa junto a ella estaba su abuela y su padre.

--Hola querida..--El señor Juan llega hacia donde mi para darme un casto beso en la mejilla.-- supongo que debe estar agotada, hoy la vi en la empresa paseando de un lado a otro.

-- Solo un poco.

--Es caótico trabajar un domingo...--La abuela habla.

--Abuela que vas a saber tu.

--Se mucho más que tu señorita...--La señora Ramona reprende a Abril-- Además, los domingos son para compartir en familia, disfrutar de una buena película y reír hasta que te duela el estómago.

Aquellas palabras crean un hueco en mi estómago, yo jamás había pasado un domingo así en familia, incluso cuando ellos estuvieron aquí nunca lo hicimos.