Capítulo 58 ( Dimitri).

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Demián era el tipo de hombre que cualquier mujer desearía en su vida, el se había convertido en parte fundamental de mi crecimiento y eso me alegraba, complementaba con mi ser y la persona que sería más adelante, confiaba en mi y me daba esperanzas que jamás creí que tendría.

Conocerlo me lleno el alma, el se había encargado de armas piezas en mi corazón del cuál el no había roto, me ayudó a ser lo que era y eso me tranquilizaba.

Agradecía internamente cada segundo de mi vida y el hecho de ir a esa entrevista de trabajo. Si no hubiese sido por eso jamás lo hubiese conocido a él, ni a Santiago, ni mucho menos mi nueva vida de diseñadora.

-- ¿En qué piensas?..-- Demián me susurra al poder sus cálidas manos alrededor de mi cintura.

-- En nada.

-- Intentaré comerme ese cuento señorita..-- sonríe mientras me levanta, instantáneamente coloco mis piernas en sus caderas para no caer al suelo.--. Por poco se me olvida infórmale que Nancy mando a decirle que necesita conversar contigo.

--¿No sabes para que es?.

-- Por el departamento que compraste. Algo así comento.

Oh dios. Lo había olvidado.

-- Se lo había comprado a Emma, pero tú querido hermano se adelantó a comprarle una casa. Lo que garantiza que mi humilde regalo queda en el olvido.

-- ¿Damián, ha hecho eso?.

-- Sí, es mas responsable de lo que crees.

-- Ya veo.

Me quedo viendolo tontamente a los ojos, aquellos que me gustaban al borde de volverme loca.

--¿Te vas a quedar viendome embobada o me vas a besar?.

Bajo lentamente mis labios a los suyos para darle un casto beso.


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-- Ya acabamos de tomar el avión hija, en un par de horas estoy allá contigo.

Demián ya se había ido a Rusia hace unos cinco días, lo que significaba que la empresa Petrov estaba bajo la supervisión de Damián y la mía.

La verdad es más difícil de lo que imaginaba, agradecía al cielo de que solo iba a tener dos reuniones y eran a final del mes.

-- Mamá ya casi llega.--Emma comienza a chillar, mientras corre por toda la empresa.

-- Acabaron de tomar el avión.

--Hoy me quedare el día aquí contigo.

--¿Aqui en la empresa?

--Claro así te ayudo a ti y a Damián. -- Emma se levanta del sillón con byron en los brazos para luego  entregarmelo.

-- Necesito ir al baño.

-- Vaya tranquila.

Byron cada día estaba mas grande y hermoso y eso me alegraba. Se suponía que debía quedarse al menos dos meses en una incubadora, pero no fue así. Mejoro en quince días, eso de tener las mejores máquinas y los mejores doctores de la ciudad fue la mejor oportunidad.

-- ¿ Y Emma?.-- Damián se sorprende al entrar a la oficina y verme haciéndole mimos a su bebé.

-- Ha ido al baño.

--Gracias al cielo, necesito que me ayudes a organizar algo, pretendo pedirle matrimonio.

--¡¿QUEE?!.

--Calmate cuñada. No pretendo que se entere de esta manera.

--Dime que es juego.

--No lo es.

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