Amigo - Cap 6

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11:58 a.m

Me desperté aún enfadada por lo que me había enterado el día anterior.

No me molestaba por Balde, me daba igual lo que hiciera con su vida.

Era por mi mejor amiga, que aún habiéndole pedido que no lo hiciera lo hizo igual.

¿Acaso no hay más personas en el mundo o que?

Ese día no tenía ganas de desayunar en el hotel, así que me vestí y fui a una panadería italiana a comprar el desayuno.

Cuando llegué al hotel me encontré a Balde en la puerta, pero no le hice caso y pasé por su lado sin mirarlo.

Cuando estaba llegando a mi habitación me agarró del brazo y me di la vuelta.

-Que haces?- pregunté enfadada.

-Todavía estás enfadada?

No le contesté y intenté abrir la puerta.

-Ona, por favor, podemos hablar?

-No tengo tiempo.- seguí sin mirarle.

-Vale perdón, chica ocupada.- dijo irónico y yo lo volví a ignorar.

-De verdad que me quiero llevar bien contigo, no quiero que me odies.

Sus palabras me pillaron por sorpresa, y esta vez si lo miré, extrañada.

-Si te quieres llevar bien conmigo porque estás siempre molestándome en clase?

-Perdón.- se disculpó y yo abrí mucho los ojos muy sorprendida.

-Un simple perdón no hace nada Alejandro, llevo dos años aguantándote todos los días.

Lo miré a los ojos y puso cara de arrepentido.

Si me dio algo de pena en ese momento, pero luego recordé como había sido conmigo estos meses y se me pasó.

-Que puedo hacer para que me perdones? No te pido que seamos amigos si no quieres, solo quiero que dejes de odiarme.

-Comprame una mansión y tres coches.- bromeé.

-Se que es broma, pero si lo dijeras de verdad lo haría si hace falta.- se rió

-Quien ha dicho que sea broma?- contesté

-Bueno, me vas a dejar entrar ya a la habitación? Se me enfría el desayuno.

-No me vas a invitar?- dijo riéndose.

Le saqué el dedo de broma como respuesta.

-Espera, una ultima cosa.- habló él.

-Que?

-Perdón por lo de ayer también, lo de tu mejor amiga, no era mi intención de verdad, pero no me pude controlar.

-No importa.- contesté amable.

Él sonrió y yo al fin entré a la habitación y pude desayunar.

Cogí mi móvil cuando vi que me estaban llamando, era mi mejor amiga.

-Tía, dejame explicarte lo de ayer por favor.

-No importa de verdad, da igual, si él no me gusta.

-Que no?

-No.- aseguré.

-Y porque estuvisteis antes media hora hablando en la puerta de tu habitación?

-No tiene nada que ver, y como lo sabes?

-Iba a subir a tu habitación a desayunar contigo pero os vi de lejos hablando y me quedé viéndoos desde una esquina.- confesó riéndose.

Estuvimos hablando un rato más y colgué porque me iba a poner a leer un rato.

14:06 a.m

Fui con Nora, Balde y sus amigos a un restaurante italiano a comer.

Balde, como de costumbre se sentó enfrente de mi, parecía que si no lo hacía se moría.

Yo me senté al lado de Gavi, y vi como Balde tensó la mandíbula al verme hablar y reírme con el.

Balde no había vuelto a mirar a mi mejor amiga, me sorprendía que me hiciera caso por primera vez en su vida.

Estuvimos comiendo tranquilamente, la comida de Italia estaba buenísima.

Terminamos de comer y salimos del restaurante, estaba mirando el móvil cuando vi que Balde se me acercaba.

-Ni se te ocurra ligar con ninguno de mis amigos.- habló serio.

-Tu puedes con mi mejor amiga y yo con tus amigos no?

-Con Gavi no.

-Y con otros si?

-Haz lo que quieras.- habló enfadado y se fue

-Lo iba a hacer igual tranquilo.- dije y me arrepentí al segundo, no me miró pero seguro que me escuchó.

Ahora sabía su punto débil, cuando quisiera ponerlo celoso solo me tenía que acercar a Gavi.

17:46 p.m

Estaba en la piscina del hotel, tumbada en una toalla con un bañador negro puesto y unas gafas de sol.

Vi a Balde llegar a la piscina con sus amigos y noté como me miraba de arriba a abajo.

Me tapé la cara con el brazo y a los segundos noté muchos brazos rodearme.

Entre Balde y todos sus amigos me levantaron y me tiraron a la piscina.

Pegue un grito enfadada y vi que Balde estaba en el borde de la piscina riéndose, así que lo cogí del pie y lo tiré también.

Me salí de la piscina rápido riéndome antes de que él me hiciera algo.

-Te crees graciosa o algo?- bromeó Balde mientras yo me envolvía en la toalla en la que estaba tumbada antes.

-Has empezado tu.
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Amor Inesperado - Alejandro Balde • Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora