Amor Inesperado - Alejandro Balde • Pablo Gavi

Ex - Cap 20

Narra Gavi

11:49 a.m

Me había despertado hace rato y me aburría en mi casa, así que me vestí y fui andando a casa de Ona.

Hacía tiempo que no podía ir a sitios andando por la calle porque la gente no me dejaba ni andar, solo pedían fotos y fotos todo el rato, y a veces era algo agobiante.

Pero esa mañana no había casi nadie en calle, no se si por que era temprano o por que de la calor que hacía en la calle nadie salía de sus casas, pero aproveché la oportunidad de ir tranquilo.

La casa de Ona estaba como a 10 minutos de la mía andando.

Iba tranquilo mirando el móvil y un chico me paró.

—Oye, tu eres Gavi verdad? El futbolista del Barça.

—Si, soy yo, que quieres? Una foto?

—No, no quiero una foto, quiero que no te acerques más a Ona o te partiré la cara.

—Que? Quien eres?

—Su ex.

—Pues si lo que quieres es volver con ella ve olvidándote, porque ahora soy yo su novio.- hablé y inesperadamente noté su puño golpeándome la cara.

—Por poco tiempo, con solo un mensaje puedo robártela.

—Inténtalo, te aseguro que no lo vas a conseguir.

—Eso ya lo veremos.- contestó mirándome a los ojos y se fue dándome un pequeño empujón con su hombro.

Me quedé un rato donde estaba procesando lo que había pasado y me acerqué a la puerta que había delante de mí para verme la cara en el reflejo, no sabía que me había hecho, pero me dolía bastante.

Me miré y me vi la nariz sangrando, así que mi única opción en ese momento fue quitármela como pude con mi camiseta, no tenia nada más.

Fui lo más rápido que pude a casa de Ona, me dolía mucho la cara y necesitaba sentarme y relajarme.

Pegué a su puerta después de pensármelo varias veces por lo que me fuera a decir al verme.

—Que le ha pasado a tu cara?- se acercó a mí rápido preguntando preocupada.

—Eh, nada, no te preocupes.

—Gavi, dime que ha pasado.

—No ha pasado nada, estoy bien, solo que tengo alergias y se me pone la cara así.

—Yo también tengo alergias, a los mentirosos, dime quien te ha hecho eso o lo averiguaré yo.

—No es nada de verdad, no le hagas caso.

—Antes que nada entra a que te cure eso.-pidió.

Entramos a su casa y me llevó al sofá.

—Quédate aquí un momento, voy al baño a coger las cosas.

La sangre cuando llegué ya había parado de salirme un poco.

Volvió con algodones y más cosas para curarme las heridas.

Se sentó encima de mí para llegar mejor a mi cara, cosa que me puso algo nervioso, pero por el dolor que tenía no le hacía mucho caso a eso.

Terminó de curarme todo y intenté darle un beso, pero quitó la cara.

—Que pasa?- pregunté.

—No voy a darte un beso hasta que no me digas quien te ha hecho esto.

—Te lo voy a decir solo porque no aguanto más sin tus besos.