Amor Inesperado - Alejandro Balde • Pablo Gavi

Beso +18 - Cap 16

Narra Balde

Estaba en mi casa vistiéndome para salir de fiesta con los chicos, suponía que Ona iba a ir con Gavi, siempre estaban juntos, y eso era por lo que estaba enfadado con ella y la había ignorado todo el día.

Me había molestado bastante ir a su casa y que me abriera Gavi.

¿Que hacía mal?  ¿Porque le gustaba él y yo no?

No sabía nada, pero iba a intentar como fuera que eso cambiara.

22:34 p.m

Llegamos a la discoteca, yo había ido con Aina, porque por lo del contrato que había firmado tenía que llevarla a cualquier sitio que fuera con el equipo.

Ona estaba con Gavi, estaban bailando juntos, yo la estaba ignorando como podía.

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Llevábamos como dos horas allí, hacia un rato que no la veía por ningún lado.

Yo estaba hablando con mis amigos, hasta que sonó su canción favorita y empecé a buscarla por toda la discoteca.

Cuando nuestras miradas conectaron desde lejos y me acerqué a ella.

—No te dije que no me buscaras?- habló ella.

—Lo estaba intentando, pero he escuchado su canción favorita y no lo he podido evitar.

Ella iba a hablar pero la interrumpí cogiendo su cara con las dos manos y besándola, delante de todos, incluso de Gavi, que nos miraba serio.

Los demás del equipo nos miraban sorprendidos, porque según ellos ella era la novia de Gavi.

Yo por el contrato tenía prohibido besar a otras personas que no fueran Aina en público, pero cuando la veía a ella no me podía controlar.

Cuando todos estaban distraídos la cogí del brazo y la llevé al baño.

El vestido que ella llevaba puesto me estaba volviendo loco desde que la vi llegar.

Cerré la puerta del baño y la pegué a la pared.

La besé de nuevo, pero esta vez con más intensidad.

Recorrí todo su cuerpo con mis manos, hasta que metí una de mis manos por su ropa interior y ella soltó un pequeño gemido que me hizo perder aún más el control.

Empecé a hacer movimientos con mi mano por su parte íntima, mientras que la besaba para que no hiciera ruido, aunque no se escuchara nada desde fuera por la música.

Le intenté quitar el vestido pero como era muy pegado y yo hice mucha fuerza se rompió un poco por un lado.

—Perdón.

—Da igual, sigue.

—Estás segura?

Ella asintió así que le bajé la ropa interior y luego hice lo mismo conmigo.

Saqué un condón de la cartera que tenía en mis pantalones.

Me lo puse y no tardé en entrar en ella rápidamente.

La cogí en brazos y la levanté, dejándola con sus piernas al rededor de mi cintura.

Empecé a moverme muy fuerte y rápido, con muchas ganas, como si hubiese querido eso toda la vida, aunque no iba a mentir, desde que la conozco siempre había soñado con esto.