°★ Sweet Star ★° {Han Jisung y Tú}

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□ HEEJIN □

—¿Y esa sonrisita que tienes de oreja a oreja?— interroga señalándome una sonriente Yuri — ¡Storytime! — exclama una vez que le hago una seña de ir al sofá — ¡Cuenta!.

—¿Te acuerdas del chico del que te hablé que tomé por algunos años clases virtuales?— pregunto y ella hace una mueca pensativa para terminar asintiendo enérgicamente.

—Del que estabas enamorada, pero qué nunca pudiste ver en persona porque él era de acá y tú estabas en Hawaii — recuerda y hago un sonido de afirmación — Ajá, continúa.

—Pues hoy me encontré con él sin querer.

—¡Espera!. ¡¡Te encontraste con Jisung?!— intenta entender y afirmo con mi cabeza nuevamente.

Luego de relatarle sobre nuestro encuentro y paseo por el templo, decido mostrarle lo que me obsequió.

—¡VE! — le extiendo la bolsa y cuidadosamente saca los accesorios — ¡Recordó que me encantan las estrellas!.

—Aww, que tierno— hace un puchero enternecida — Si no me hubieras hecho caso, y no ibas hoy al templo; te hubieras perdido este reencuentro. ¡¿Ves?!, hazme caso y las cosas saldrán bien— me saca en cara divertida —¿Tienes su número?. Ahora no me digas que después de todo no tienen sus números porque eso sería el colmo, Heejin.

—Le di mi tarjeta, porque ya mi tren se iba y todavía no había llegado a la estación — alzo mi pulgar sonriendo rectangular.

—Le diste la tarjeta de la repostería, Heejin — aclara con una expresión severa y niego lentamente — La única tarjeta que tienes por así decirlo de presentación, solo tiene tú nombre y el de la repostería, más el número de esta; no el tuyo personal— explica y mi rostro se descompone.

—No me jodas, Yuri — balbuceo sin poder creerlo — Estaba tan apurada en no perder el tren, que ni me recordé de eso— hago una mueca quejosa — ¡POR QUEE~! — grito frustrada tomando un cojín para hundir mi rostro sobre el y gritar.

—Cálmate — ordena con firmeza — Sí le interesas, puede que vaya personalmente a la repostería y pregunte por ti. Siempre estamos allí, mañana puedo verificar si hay alguna llamada registrada y listo.

—¿Y si no va?— pregunto quitándo mi rostro del cojín para verla con ojos de cachorro.

—No dejarás de vivir tu vida por un chico, Jinnie. Esperemos un poco, si no aparece, no pasa nada— hace una pequeña pausa — También debes recordar que Jisung tiene muchas responsabilidades. Esperemos que cuando tenga un tiempo libre, te busque. Mientras, debes continuar con tu vida — consuela y asiento entendiendo.

—¿Te quedarás a dormir aquí hoy?— indaga y hago un sonido de afirmación — Pues vete a dar un baño, porque hasta aquí me llega tu olor — hace una mueca de desagrado y la juzgo con la mirada.

—Que fastidio contigo; yo no huelo mal — resoplo poniéndome de pie para ir hacia la habitación que tiene para mi en su apartamento — ¡Podría hasta ponerme esta ropa mañana y me dirán que huelo como recién salida de la ducha!.

—Ajá, ya vete — responde con un tono indiferente y le hago silenciosamente muecas desde el pasillo — ¡Hey, no me hagas muecas! — ordena y del susto dejo de hacerlas.

—¡Ay!, ¿cómo supiste? — me quedo estática en el pasillo viendo hacia una esquina de su sofá.

—Te conozco de toda la vida, Jinnie. No seas tonta.

—Pero...¡RESPETAME!.

—¡Al baño!.

—Ya voy...que mandona eres — murmurro entre dientes.

—¡¿Qué dijiste?!.

—¡QUÉ PARECES UNA ANCIANA DE TAN MANDONA QUE ERES!.

Al escuchar como se pone de pie, corro por mi vida hacia el baño e ingreso para ponerle seguro a la puerta.

—¡Te quiero mucho, Yuri!— rio desde el otro lado de la puerta.

—Te apagaré el calentador —ríe con malicia.

—¡NOO!.

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□ JISUNG □

Al llegar a mi departamento, me despojo de mis zapatos y dejo mi chaqueta en el perchero. El viaje de vuelta ha sido más largo que el de ida, así que estoy cansado y con unas horribles ganas de dormir.

Luchando contra el sueño hago toda mi rutina de noche y cuando estoy listo para lanzarme a mi dulce cama para por fin tener mi sueño reparador.

¡TAZ!
No llamé a Heejin para decirle que llegué bien.

¿Y sí está preocupada por que aún no la he llamado?.

Rápidamente salgo de la cama para ir a pasos rápidos hacia el recibidor y sacar del bolsillo de mi chaqueta la tarjeta que Heejin me entregó antes de irse. Leo lo que había plasmado en esta y ladeo mi cabeza confundido.

"Hina".

Esto es una tarjeta de una repostería...espera....¡SU REPOSTERÍA!.

Marco el número y espero un poco para ser respondido por la grabadora. Es obvio que no es su número personal.

Navego un poco por internet y encuentro la página del su establecimiento. Veo las fotos y no puedo evitar sonreír al saber que pudo cumplir su sueño de convertirse en repostera. Y no cualquiera, sino que está dentro del top 10 mejores reposteros a nivel global. Ocupando el quinto lugar en la lista.

—Supongo que ambos terminamos cumpliendo nuestros sueños después de todo — susurro cálidamente — Nos veremos pronto; ya no quiero perderte nuevamente, mi estrella.