°★ Sweet Star ★° {Han Jisung y Tú}

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□ HEEJIN □

El video en el cual los chicos preparaban los postres, se publicó esta mañana.

Puedo decir que la repostería ha estado al tope de clientes curiosos por probar todo los tipos de postres que tenemos.

Tuve que llamar a tres ayudantes más para que vinieran, porque solamente Mark, Loren, Yuri y yo; no podíamos.

Pero ya deben saber qué fue lo más que se vendió, sí; brownies, galletas y tartas de queso.

Fueron tantos los clientes, que había una GIGANTESCA FILA afuera de la repostería. Todos rogando por tener al menos uno de los tres postres.

Pero todo comenzó a salirse de control cuando comenzaron a exigir y ofrecer más dinero por información y también para ser atendidos primero.

—Ya debes ser dura, Jinnie, o esto se convertirá en un caos — aconseja Yuri y tomo aire para salir al mostrador.

—De acuerdo, entiendo que todos desean tener por lo menos uno de los tres postres; pero necesito que mantengan orden. Tengo a seis reposteros dentro de la cocina haciendo lo mejor que pueden para preparar sus órdenes correctamente — hablo con claridad y firmeza mientras veo como algunos clientes comienzan a grabar "discretamente"— No daré ninguna información sobre los chicos, así que les pediré respetuosamente que ya no pregunten sobre su vida privada o datos personales. Quien sólo vino para eso, le pido amablemente que se retire de mi repostería. Muchas gracias por escuchar— hago una inclinación para ingresar nuevamente a la cocina.

Yuri regresó al mostrador para continuar tomando las órdenes. ¿Y cómo podría explicar la situación en la cocina?...¡UN TOTAL DESASTRE!. Pareciera que pasó un huracán. Tazones, harinas, utensilios, moldes, endulzantes y demás por todos lados.

Realmente me estaba estresando ver todo tan desorganizado. ¡SIENTO COMO MI OJO DERECHO ME TIEMBLA!. Ni cuarenta vasos de café me tendrían al tope de adrenalina como ahora.

—Orden lista/ ¡Orden!/ Ten, Yuri/ Aquí están los brownies/ Por aquí las galletas/ — palabras y frases que repetí incontables veces.

—¿Aun quedan muchos clientes sin atender?— le pregunto a Yuri asomando mi rostro por el umbral que da hacia el mostrador.

—Temo decirte que sí— me ve con lastima e inflo mis mejillas para respirar hondo y asentir.

—De acuerdo, nosotros podemos — me animo regresando a mi estación.

Creo que ya puedo hacer las mezclas sin ver. Incluso, para ser aún más dramática, ¡podría hacer TODO el procedimiento con los ojos cerrados.

....

Abrimos la repostería a las ocho de la mañana. ¿Y adivinen a qué hora la cerramos?....venga, adivinen. ¡A LAS UNA DE LA MADRUGADA!.

Sí, leyeron bien. 1 a.m.

Todos tenemos un cansancio que ni lo podemos explicar. Nadie quiere caminar, ya nadie quiere batir ni mezclar absolutamente nada. Ni las batidoras.

Tenemos quemaduras gracias a pequeños o grandes roces con los hornos. Agarrando las bandejas sin mucha preocupación debido a la prisa de no hacer esperar demasiado al cliente.

Nuestras manos....bueno, mis manos y las de Mark son las que más están lastimadas. Nos encargamos de batir casi la mayoría de las mezclas a mano porque llegó un momento en el que las batidoras se sobre calentaron.