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JISUNG

La cultura de Heejin me parece muy interesante y cálida. Es muy dulce el que te salude con besos en las dos mejillas o solo en una; como plus, puede que te brinde un breve pero cálido abrazo.

Me gusta mucho ese hábito, hace que uno se sienta querido y bienvenido.

—¿Como estuvo tu mañana?, ¿caótica o relajada?— indago un poco degustando una de las galletas que preparó Yuri — ¡Yuri, esto sabe delicioso!— afirmo sorprendido señalándo la galleta en mi mano con una mordida.

—Obviamente saben como dioses, la receta la inventó Jinnie — responde divertida señalándo con su pulgar a Heejin. Quien estaba sumergida en su trabajo.

—Esta mañana estuvo un poco movida, pero agradable. Changbin vino e hizo un lindo gesto por una de mis ayudantes — toma una pausa para beber un sorbo de su café y verme.

—Le dio su autógrafo a Loren ¿eso fue verdad?— interroga Yuri y ella asiente — ¡Ay, esa chica me asustó!. Pensé que tendría que llamar a los paramédicos— expresa preocupada y los tres soltamos una risita.

—¿Changbin suele venir seguidamente?— se vale ser un poquitín curioso ¿verdad?.

—Nos visita con regularidad desde que vino por primera vez con Jeongin — responde Heejin tomando una galleta para darle un mordisco y cerrar sus ojos cansada.

—Aah, ya — pronuncio y abre sus ojos para darme una mirada interrogativa.

—¿Por qué lo preguntaste?— pregunta y bajo las comisuras de mis labios negando.

—Curiosidad.

—¿Jinnie, puedes limpiar mi taza?, me quiero ir ya a mi departamento— Yuri interrumpe brevemente nuestra conversación.

—Claro; ve con cuidado y cuando llegues me envías un mensaje.

—Es la regla de oro— rueda sus ojos divertida — Nos vemos mañana. Y pues a ti Jisung....te veo cuando regreses— se despide con su mano para marcharse.

—¿Ella suele ser así todo el tiempo?— señalo la puerta tras de mi con mi pulgar.

—Sip, le diagnósticaron TDAH hace tres años — sonríe levemente viendo por donde se había marchado su amiga— Yuri es....pues es Yuri — suelta una carcajada y bufo por su intento fallido — Sus papás son grandes abogados, muy reconocidos. Y desde temprana edad, le inculcaron que debía continuar con el "legado familiar". La cuestión es que a ella no le interesaba ser abogada, pero para enorgullecer a sus padres; estudió leyes y se graduó obteniendo su título.

—¡¿Yuri es abogada?!— la veo sorprendido y asiente apretando sus labios evitando reír por mi reacción— ¿Pero por qué trabaja contigo?.

—Cuando inicié con mi negocio, ella se empezó a interesar por todo este mundo. Terminó amando a su manera la repostería. Dice que encuentra cierta paz en ella; yo soy feliz viéndola a ella también siéndolo.

—Eso es dulce — admito destacando su delicada manera de ver la situación.

—No quiero hacerte sentir incómodo; pero pude notar una mueca incómoda al mencionar el nombre de Changbin, ¿está todo bien entre ustedes?— indaga cautelosamente y oculto mi labio inferior.

Sí, pues resulta que a ambos nos gustas. Pero a diferencia de él, yo sí estoy profundamente enamorado de ti desde que tenía trece años.

¡NO PUEDO DECIRLE ESO!.

—Nosotros...¡aish! — suspiro sin saber como explicarlo — Es difícil de explicar lo que está ocurriendo. No sé cómo decirlo sin ocasionar más caos o malentendidos. Mucho menos, momentos incómodos — digo casi sin respirar tropezando entre palabras.

—¿Es por alguien?— intenta decifrar y guarda silencio por unos segundos — ¡¿Soy yo quien está ocasionando estos malentendidos?!— señala a sí misma con una expresión preocupada.

—No puedes alterarte porque me alterarás a mi, y no se me da muy bien calmar a las personas. Me cuesta hacerlo conmigo mismo, no sé si pueda con alguien más. Así que tú respira, y yo me dedico a alterarme ¿de acuerdo? — extiendo mis brazos hacia ella mostrándole las palmas de mis manos con una expresión impaciente.

—¿Es por qué está viniendo mucho?. ¿A caso se está descuidando con ustedes por venir?— interroga y cierro mis ojos con una mueca de dolor. ¡MUCHAS PREGUNTAS!.

—Changbin nunca descuida su trabajo, jamás. Él es un hombre devoto a su trabajo; no importa la hora, el clima, Na-da — declaro con sinceridad — ¡Qué lío! — lloriqueo moviendo mi cuerpo de un lado a otro ganando tiempo para pensar en algo — Tú no eres el problema aquí, tranquila.

—¿Seguro?.

—Que sí, Heejin— tomo valor para verla y toparme con sus hermoso ojos puesto en mi— No te preocupes por nada. Solo es que tenemos trabajo por realizar y a veces no llegamos a soluciones claras.

—Lograrán solucionarlo, son un gran equipo — anima y asiento con firmeza creyendo sus palabras.

Hemos hablado de varios temas en un periodo de tiempo considerable, y de esas horas, solo ahora me dedico a observarla tan detalladamente.

No es que no lo hubiera hecho anteriormente, solo que ahora la observo no la veo. Ver y observar, son dos cosas diferentes.

—Has cambiado tanto— suelto inconscientemente para ocultar mi boca con mis mano, como si eso de alguna manera fuera a ayudar.

—¿Físicamente?— mueve su mano enfrente de su rostro y achino mis ojos divertido por sus expresiones confusas.

—Es mucho mejor verte en persona, que virtual ¿no crees?— alzo fugazmente una de mis cejas.

—Supongo que sí; antes mi señal era un asco. Debía verme toda pixeleada — bromea simulando frizarse y rio sin poder evitarlo.

—¡A veces te veías así!— la señalo aun riéndome y comienza a reír ocultando su rostro con su antebrazo.

Jisung, tengo que.....y te quedabas sin señal.....y entonces necesito que me ayudes — recreo una de las llamadas que recuerdo — Y yo...decimos al unísono para reír nuevamente.

Ella puede convertir mi largo y pesado día, en uno más ligero y ameno. Realmente se puede ser feliz con cosas mínimas pero grandemente significantes. Solo estamos teniendo unas charlas con diferentes y notorios cambios de tema.

Pero al final del día, somos nosotros dos juntos disfrutando del presente como mejor sabemos.

Y eso me hace querer tener más días así, hasta que dé mi último suspiro.

°★ Sweet Star ★° {Han Jisung y Tú} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora