Viviendo a lo salvaje

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Estados/Acciones
Diálogos (personajes): Buenas
**Pensamientos (personajes)**
##Comentarios##
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##?????, en la madrugada##

Podemos ver al pequeño Izuku despertando un poco desorientado y mirando a su alrededor tratando de reconocer el lugar donde se encontraba.

Rascandose los ojos en busca de que esto lo despejara un poco, porfín pudo ver con más nitidez sus alrededores, dándose cuenta de inmediato que se encontraba en una cueva.

Esto lo confundió un poco, pero al dirigir su mirada a su mano izquierda y ver la cicatriz en su reverso recordó todo lo ocurrido el día anterior.

Pero antes de que pudiera ponerse a pensar en lo que le había ocurrido, su estómago rugió.

**Izuku: Cierto (se palpa el estómago) no he comido nada desde la cena que hizo mamá.**

El recuerdo de su madre hizo que este se volviera deprimir, pero otro rugido por parte de su estómago provocó que saliera de su espiral emocional y que volviera a la realidad.

Tras eso, nuestro pequeño protagonista se levantó del suelo y salió de la cueva, cubriéndose con la mano de los rayos de luz del enorme sol rojo que había fuera.

El exterior estaba todo teñido por este color, dando una extraña e inquietante atmósfera al bosque. Sin embargo, el pequeño tubo que volver al interior de la cueva debido a que las radiaciones producidas por dicha estrella provocaron quemaduras en su piel durante los pocos segundos en los que estuvo desprotegido por la sombra de la cueva.

Esto hizo que el pequeño soltara un quejido de dolor debido a la sensación de la quemadura, la cual desapareció rápidamente al usar un hechizo de curación.

Esta situación con la que se encontraba nuestro brócoli lo estaba colocando en un momento comprometido y su estómago exigiendo comida no ayudaba.

Pensó en usar algún hechizo para crear alguna especie de protección sobre él, pero ninguno de los hechizos que había aprendido le servirían en este caso al ser la mayoría hechizos de curación y de potenciación física y sensorial.

Los otros pocos hechizos que conocía eran el hechizo de teletransportación, el hechizo de flotación y cuatro o cinco hechizos de fiesta; que aunque algunos eran hechizos de alto nivel, no le servirían de nada para resolver este problema.

Tras otro llamado más por parte de su vacío estómago, el chico decidió que si quería tener un poco de paz por parte de su estómago, tendrá que coger al toro por los cuernos.

Así que, armándose de todo el valor que tenía e impulsado por el hambre que sentía, nuestro protagonista salió al exterior totalmente a la merced del hostil ambiente del lugar en busca de comida.

##Unas horas más tarde##

Podemos ver a nuestro protagonista dentro de su cueva otra vez, a su lado había múltiples frutas, ballas, hierbas y raices que había recogido en sus varias salidas durante esas pocas horas que estuvo al sol de aquel lugar.

Este se encontraba curándose sus quemaduras nuevamente, aplicando por enésima vez en ese día su hechizo de curación, notando como la picazón de las quemaduras desaparecía en apenas segundos.

Suspirando de alivio una vez más al terminar con su tratamiento, este dirigió la vista a su recolección.

Estas frutas compartían tonos de color entre rojos y negros y tenían formas un poco extrañas: algunas eran cuadradas, mientras que otras eran planas como un plato; pero todas tenían algo en común, eran totalmente desconocidas para nuestro protagonista.

Izuku Midoriya: Cero Level HeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora