VI - Extrañamente lindo

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Habían transcurrido varios días desde la pijamada, y Gus empezó a notar una actitud distinta en Bonnie. Era más cariñosa de lo habitual, lo abrazaba en cada ocasión que podia e incluso lo invitaba más seguido a su casa, era extraño para él pero no negaba que le gustaba pasar el tiempo con ella.

La tarde de ese día, iba de salida de casa de Bonnie, estuvo gran parte de la mañana y tarde jugando con ella y los demás, jugaron al escondite y él terminó agotado, así que solo quería echarse a dormir apenas llegará a su casa.

El camino se le hizo largo y pesado, pero recordar cuanto se divirtió era más que suficiente para seguir adelante y llegar a su hogar.

El ambiente era callado, la brisa fresca que hacía danzar su desordenado cabello y movia las mangas de su ropa como si fueran olas. El chico llegó a su casa, aliviado de estar ahí. Abrió la puerta y se tiró en el sofá, rendido ante la comodidad que le ofrecía.

Buster lo observo desde la cocina y rió para si mismo, dejó el vaso de agua que tenía en mano sobre la meseta y se acerco al pequeño albino, que yacia en el sofá tratando de dormir.

- ¿Por qué tan tarde hoy jovencito? Sueles regresar a las 3 y son las 5 - cuestionó Buster, con un toque de burla, se le notaba muy cansado al niño.

Gus se dio la vuelta y abrió los ojos, respondiendo algo somnoliento la pregunta. - Quizás deje pasar el tiempo sin darme cuenta.. - bostezo, sintiendo tranquilidad en el cómodo sofá.

- Pero al menos te divertiste por lo que veo - se sentó en la orilla del sofa, acompañandolo en su pequeña siesta.

- Estoy muy cansado - se quejo y suspiro con pesadez por el cansancio - Por cierto, ya que hoy te quedaste por tu descanso, quería hablar contigo sobre algo que me tiene pensativo.

Buster lo miro con curiosidad y asintió con la cabeza, dispuesto a escuchar que dilema tenía el pequeño - Adelante, cuéntame - se sentó correctamente y le prestó total atención.

Gus suspiro una última vez, dejando ir los nervios que se hicieron presentes mucho antes de abordar el tema. - Últimamente he notado a Bonnie actuar distinto. Es más cariñosa conmigo y me abraza constantemente, me da miedo que empezó a gustarme y también ella - la inseguridad lo conducio a pronunciar cada palabra tímidamente, ocultándo su rostro enrojecido con sus propias manos.

Buster lo miro, y esbozo una sonrisa comprensiva, se acerco al pequeño y lo rodeó con sus brazos, buscando hacerlo sentir seguro y en confianza.- Esta bien, no hay motivos para sentirte avergonzado, es normal que a tu edad cosas como estas ocurran - expresó mientras daba caricias en la cabeza ajena.

- No estoy del todo seguro, ¿Qué tal si solo me gusta su compañia? no quiero lastimarla por algo que perfectamente podría no significar nada.

- ¿Cómo estas tan seguro de que no significa nada?

- No lo estoy, solo que, tengo miedo de no gustarle - dijo con un tono melancólico y triste en su voz.

- Puedo notar que estas asustado, y eso es completamente normal, no debes tener miedo de tus sentimientos, ni considerar que sentirlos sea incorrecto.

- ¿Creé que debería hablar con ella? O ignorar todo esto para no arruinar nuestra amistad.

- Consideró correcto que primero despejes tu mente y aclares tus pensamientos, aclares que es lo que sientes. Cuando sientas que estas seguro de tus sentimientos puedes hablar con ella, estoy seguro de que entenderá.

- Lo tendré presente, muchas gracias por tu ayuda, Papá.

Buster rió alegremente - No hay de que.

- Gracias, de nuevo.

- No hace falta Gus, ahora ve a dormir, estas muy cansado ¿Verdad?

- Un poquito - bostezo

Terminada la conversación el niño albino fue a su habitación para conciliar el sueño. Apenas recortarse y cerra los ojos se vio interrumpido por los ruidos de su celular, estaban llegandole muchos mensajes y el ruido era terriblemente molesto. No tuvo de otra más que tomar el teléfono y revisarlo.

Múltiples mensajes de un número desconocido, preguntándole como estaba y que hacía, a primera instancia no pensaba responder "¿De quíen es este número?" pensó. Mientras leía cada mensaje pudo percatarse de quien era esta persona, Cassie, quien había conseguido su número, de algún modo.

Gus la agendo entre sus contactos y respondió los mensajes, uno por uno, supuso que ella solo quería retomar el tiempo perdido, especialmente porque su última reunión fue en la pijamada.

Cassie le sugirió reunirse el viernes de esa semana, en el teatro, no sería tedioso llegar al lugar para ninguno y sería un ambiente cómodo y familiar.

A Gus no le daba la cabeza para pensar y simplemente le dijo que sí y le informó que se iba a dormir. Tan pronto como la pantalla de su teléfono se apagó, él cayó dormido por el sueño que tenía.

La única razón por la cual se levantó más tarde ese día fue para ducharse y probablemente cenar algo.

𝖬𝖾𝖺𝗇𝗍 𝖳𝗈 𝖡𝖾 [𝖦𝗎𝗌 𝗑 𝖡𝗈𝗇𝗇𝗂𝖾] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora