Ante sus palabras, unió nuestros labios con fogosidad. Claramente lo recibí con la misma intensidad, sus manos bajaron por mi espalda: recorriendo mis glúteos llegando a mis muslos para así subirme a la altura de sus labios.
Gemí, enrolle mis piernas alrededor de su cintura, sus pasos dieron rapidez, el sonido de nuestras lenguas uniéndose. Me gustó más de lo que esperaba, sus manos fueron al cierre de mi vestido empezando a deshacerlo a cada paso que daba. Empezamos a subir las escaleras, la luz en el pasillo se hizo presente únicamente por la luna, al entrar a una de las habitaciones me tumbó sobre la cama observando como se quitó su camisa.
Al verme, gateo quedando su cuerpo sobre el mío.
—Yoon, una vez más quiero hacerte una pregunta, dime ¿Estás segura de querer esto?
Segura, es una palabra a la que me prometí ser leal. Sin embargo, para Jungkook debo admitir que ciertamente tenía dudas. Nunca debía de tener miedo, debía afrontar los retos y obstáculos que se presentarán. Al tener su mano sobre mi mejilla una calma se apoderó en mi cuerpo.
No era la primera vez que estábamos juntos. Así que; ¿Qué podía pasar?, ¿Qué es lo peor que puede llegar a suceder? Sonreí con inocencia, moviendo mi cabeza con un "sí", un sí que le agrado. Se puso de rodillas sobre la misma cama, quitando su camisa blanca mostrándome aquel brazo lleno de tatuajes, además de su cuerpo marco...cuántas ganas tenía de pasar mi lengua sobre esos ocho cuadros.
— ¿Confías en mí?.
No lo sé, realmente ni yo misma sé. Pero asentí.
— Bien, junta tus muñecas y subelás quedando arriba de la cabeza— sin objeción alguna, hice caso.
Mire como sonreía tan satisfactorio. Se puso de pie, camino al cajón que quedaba aún al lado de su cama el cual abrió sacando unas esposas, las cuáles pasó sobre la cabecera de la cama y así amarrar mis muñecas. Salió de la habitación por un par de minutos dejándome así en completa disposición de él. Regreso con un bote chico el cual tenía una tapa.
Lo dejo sobre el mueble para así destaparlo.
— Princesa, ¿Te gusta el chocolate?— me preguntó con una voz tan ligera, como profunda.
— Sí...— afirmé, claro que quería.
— A mí también me gusta. Sin embargo, es una de las cosas más clásicas, como la leche condensada— vaya que sí, sabía de lo que hablaba— sin embargo, no significa que un día no lo haga pero, por el momento cambiemos el tema de dulce a— tomo el frasco, el cual con dos de sus dedos tocó el líquido, estaba frío, raspo.
—Por un helado de vainilla— los llevo a sus dedos—¿Gustas un poco?
Madre mía, la forma en la que llevo sus dedos a sus labios miente no dudó en imaginar que eran mis fluidos los que se llevó. Solo asentí al decir un si, se puso de pie, quedando sobre mi cuerpo, sin reposar él suyo con peso. Se inclino, llevando la fría sensación a mi cuello el cual labio, me retorcí por el frío, la forma en la que sus labios fueron presionando y mordiendo.
No dudó en desabrochar mi sostén en la parte de frente liberando mis pechos ante el, por la sencilla razón del aire mis pezones se pusieron erectos y duros. Llevo el helado por ambas zonas, lamiendo en forma de círculos. Cerré mis ojos por placer soltando el primer gemido de la noche.
Al abrirlos, sus ojos se conectaron con los míos, fue bajando un poco más, más y más recorrió todo mi cuerpo, lamió mi ombligo, sonreí al ver cómo dio una palmada sobre uno de mis muslos. Para que así los abriera, no dude en hacerlos, bajo mis bragas sin piedad, las cuales olió para así arrojar por alguna parte de la habitación.
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Mi señor [JJK/MYG]+21✓
FanfictionCuando nos sentimos atraídos por alguien, nuestro cuerpo produce norepinefrina. Cuanto más fuerte es la atracción, más se produce. Eso es lo que nos da ese inconfundible sentimiento de palmas sudorosas, corazón acelerado y pupilas dilatadas. Sin emb...