Mi señor [JJK/MYG]+21✓

Epílogo

Años atrás.

La música alta sonaba por todas partes, el trabajo de mesera no fue tan malo, con la experiencia que obtuvo logro conseguir uno del mismo estilo solo que en esta ocasión en un antro. Podía ver a la variedad de personas divertirse: bailando y tomando, por un momento al tener un poco de descanso una de sus compañeras la cubrió.

 Salió por la puerta de atrás, al estar por el callejón de su bolsillo saco una cajetilla de cigarros, por mas que supiera que el aroma de causa cierto asco, no negaba que al fumarlo calmaba sus nervios.

Al encenderlo y soplar, observó como el humo salía de sus labios, los copos de nieve caían sobre ella, le resulto un poco extraño ya que aún no era época. El sonido de unas botellas cayéndose llamo su atención, giro del lado izquierdo notando como dos hombres pasados de copas y que el olor alcohol era de notarse se estaban acercándose.

—Amigos, ¿estamos en el cielo? —preguntó uno de ellos —porque un hermoso ángel nos acaba de recibir.

Bufó, apagando el cigarro al tirarlo al suelo y aplastarlo con la suela de su zapato.

—Idiota. —susurro Yoon, dispuesta a entrar al antro siguiendo con su trabajo.

Sin embargo, aquel hombre que hablo logro escuchar sus palabras sintiéndose enfadado. Dispuesto a hacer un movimiento más, la tomó del cabello jalándola hacia atrás.

—¿Qué has dicho maldita zorra? —la pego contra su pecho, hizo que girara para que ambos quedaran en la misma altura: viéndose uno al otro —voy a demostrarte a quien le has dicho "idiota", maldita hija de puta.

La tomó de la nuca, logro ver como entre su vestimenta saco lo que parecía ser un cuchillo. Yoon logro verlo, pero lo que aquel sujeto no se había dado cuenta, fue que el alcohol no lo estaba ayudando como tal, la pequeña mujer logro darle un golpe en su estómago, logrando que el cuchillo cayera al suelo, lo tomo de la cabeza golpeando de un cabezazo con la suya, al caer al suelo tomo el cuchillo del suelo con un pañuelo clavándola en su hombro, el sujeto comenzó a gritar de dolor.

Su amigo, al ser testigo salió corriendo.

—Te acabo de demostrar lo que una zorra e hija de puta puede hacer, maldito.

Se puso de pie, la música seguía sonando, nadie podía saber lo que había sucedió, de este lado del callejón las cámaras de seguridad fallaban. Sin embargo, lo que sí paso fue que había un testigo, Yoon giro hacía el final viendo la silueta de una mujer, ambas se observaron, pero ninguna hablo, ambas se vieron fijamente mientras el hombre que seguía en el suelo gritaba de dolor.

(...)

Las horas del trabajo la estaban matando, dejo los vasos sobre la barra, se sentó en una de las sillas, uno de sus compañeros le entregó un trago, más bien uno para no poder conseguir el sueño, era fin de semestre y era más que claro que los estudiantes vendrían a celebrar el final de un curso más. Movió un poco el vaso, logrando que el líquido de la bebida tuviesen un mejor tono, lo lleve hacia sus labios bebiendo un poco. Pero, de la nada el olor a un perfume llamativo captó su atención.

—Kang Yoon, ¿cierto? —la voz suave y dulce de una chica resonó por sus oídos.

Sin verla, le respondió: —Depende de quién pregunte.

—Jo Bo-Ah, es quien pregunta y quien pregunta es ella misma.

Ante la respuesta, la castaña desvío su vista de su bebida encontrándose con la chica; cabello largo, ojos marrones y peculiar al tener pecas sobre sus mejillas. Se trataba de la misma chica que vio en aquel pasillo cuando atacó al hombre, hombre quien ahora no sabía qué habrá pasado con él.