Capítulo 11

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Narra Jimin.

Terminé mordiendo la paleta de cereza para así arrojar el palillo por alguna parte del pasillo. La puerta se abrió dejándome ver al doctor salir en el área forense dándome una reverencia, ingresé viendo lo que parecía ser familiares de la víctima. La señora: cabello Blanco con castaño, vestimenta bastante holgada. A su lado, un señor.

— Agente Park, ellos son los padres de Irene— menciono el médico— Señores, él es Park Jimin, el agente que les mencioné.

— Gracias por dejarme ver el cuerpo de su hija.

— Solo hágalo— la señora exigió con enojó y llanto.

La pequeña puerta metálica se abrió mostrando el cuerpo; pálido, labios cortados de color morado, sus manos, en especial la parte de los dedos del mismo tono. Su cuerpo estaba desnudo, al ver el área del cuello noté las púas como lo atravesaron. Sin embargo, la parte entre sus pechos, las mismas jodidas dos letras.

— Señores Lee, como les mencioné, su hija es una de las víctimas que hemos tenido casos parecidos— me hice aún lado, sacando de mi chaqueta las fotos.

En ella se veían diferentes chicas, golpes, quemaduras y muertes a una manera peculiar, pero, en lo único común era eso, aquellas dos letras.

— ¿Me está diciendo que mi hija sufrió violación?

— No aparece ningún rastro de semen en su vagina. Pero no sé, usted dígame, su hija... ¿No estuvo en malos tratos o relaciones debido a su trabajo?

Ella guardo silencio por unos segundos. Pero, lo único que logró decirme que después de un año decidió salir de su casa, de un día para otro usaba ropa y accesorios de marca, llevaba tarde a su hogar, su temperamento y ego incremento. No eran pobres, tenían dinero, aunque jamás fueron personas sobre materiales hasta después de que ella consiguió al parecer un amigo que la ayudo a trabajar en el foro.

Visité su hogar, su habitación y nada fuera de lo común, sobre el celular, no había rastros de ella. En su departamento de soltera fue lo mismo, mordí la paleta que había abierto, seguía pensando. No es la primer chica que encontramos y lo peor, siempre suele así, sin rastros, sin testigos. Pero, todos me llevaban a un solo lugar, una persona, una mujer: Kang Yoon.

Aquella preciosura de mujer.

Solía saber que lo que todos saben: una mujer de hermosa belleza, una inteligencia que cautiva a cualquier. Vida privada, nada de su familia, tampoco la zona en la cual vive. Destacó en la mejor universidad de Seúl siendo la número uno de su clase, trabajando de medio tiempo y llegó hasta donde es por ser ella misma, además de que muchísimas personas (parte de sus compañeros de clase) la descripción que daban era de ser personalidad friolenta.

El aire pegaba sobre mi rostro mientras tenía una lata de cerveza. Me revolvió el cabello buscando la solución ante todo esto, suspiré en frustración al no saber qué hacer. Había escuchado rumores que Kang Yoon deja a los hombres deseando por ella cuando una vez te tiene bajo sus pies, en la cama es toda una diosa que cautiva con sus movimientos de cadera.

Su rostro es hermoso, pero su cuerpo desnudo lo es mucho más. Quién ella deseé tener deber ser un afortunado, ya que para que ella tenga atracción por uno no suele ser así, sus ojos me hipnotizo, sus labios rojos también y verla con aquella pijama, por la rabadilla de mi ojo pude ver cómo abría sus piernas solo para provocarme.

Cerré mis ojos imaginado todos los escenarios que podía hacer aque pude hacer hecho era lo que le mantenía mi mente o ocupada las últimas horas: su cuerpo desnudo frente a mí, mis manos acariciando cada parte, lamiendo uno de sus pezones, mordiendo su cuello mientras la penetraba a mi antojo, probar esos labios y que giman, rueguen por mi más de una vez, no dejar que se corra hasta que yo lo diga.

Mi señor [JJK/MYG]+21✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora