Mi señor [JJK/MYG]+21✓

Capítulo 21

Maratón 4/?

Solía creer que el sonido de los aparatos de un hospital no era de importancia, la presencia de verlos en cada película, series o más allá de un programa de televisión. Sin embargo, haberlo vivido en la vida real no tiene comparación al saber que un ser querido a quien amamos deba estar conectado a esos aparatos, mire a mamá con los ojos cerrados al tener las pequeñas mangueras de oxígeno dándole la respiración que necesitaba.

La ultima vez que la vi, no di cuenta de lo delgada que se encontraba ahora mismo, su cuerpo parecía un esqueleto, su mandíbula y cachetes delgados, como si la piel fuese sido devorada por un animal, los huesos de sus manos, piernas se notaban. Me atreví a alzar la manta y la bata, mis ojos se llenaron de lagrimas al ver que la tenía vendados. Jungwoo se encontraba recostado sobre el sofá de la habitación en la que estábamos, el sueño lo consumió que ni el mismo café le logro quitar.

No puedo mentir, tampoco negar que mamá ha hecho hasta lo imposible por verme y hoy, soy quien soy por ella al tener un trabajo, lo demás de mi forma de ser es debido a mí, pero mamá, es la mujer quien más amo, por quien daría mi vida e incluso mataría por ella. Es el tesoro, es mi joya más valiosa. Limpie mis lagrimas esperando a que nadie más viera, ella es mi debilidad, nadie más podría verme llorar o verme tan vulnerable, solo ella puede lastimarme, ella puede acabar conmigo de la forma más preciosa y dolorosa.

Cuando el doctor nos dijo que mamá colapso fue debido a su enfermedad, además de que la visión de sus ojos se estaba perdiendo con el paso del tiempo, que había venido varias ocasiones a escondidas a sus consultas con el medicó mostrándome los estudios que se realizó por una cirugía en su ojo derecho debido a una catarata: rayos X, electrocardiograma, estudios de sangre, entre otros más. Mi hermano por su puesto que no sabia nada, a los dos nos tomó por sorpresa: fue entonces que sus estudios salieron bien, que podría operarse sin ningun problema, sin embargo, una persona debía de estar a su lado, debía de firmar la segunda autorización y que esa persona debía de estar el día de la operación.

Jungwoo solo tenía 19 años, es menor de edad. La única persona que debía de estar sería yo, soy una adulta con veinticuatro años, debía de pensar en ella, es mi madre. Tome el documento firmando y siendo yo la personaría que estaría ese día, ahora mismo la veía con sus ojos cerrados esperando a que las enfermeras vengan por ella para alistarse en su operación. Mis lagrimas y nervios no se hicieron esperar al momento de que le ayude a quitarse la ropa, cuando tomaron sus datos y le preguntaron si es diabética o hipertensa.

—Yoon—su voz sonó tan cálida, tan hermosa y angelical— mi pequeña, no llores, no te preocupes.

—¿Por qué no me habías dicho que tenias catarata? — me quejé— Sabes perfectamente que pude haber hecho todo el proceso más rápido y que no hayas tenido que esperar por casi un año en la espera de cada uno de sus estudios, mamá— mi voz chilla, me tomo de la mano sonriéndome.

—Pequeña, estas tan ocupada en el trabajó que no quería molestarte con mi enfermedad.

—Eres mi madre, de eso no lo dudes que movería cielo, mar y tierra por ti.

—Yoon, quiero que me hagas una promesa.

—Mamá...— me tomo más fuerte de la mano.

—No importa lo que llegue a pasar, pero júrame, prométeme que no abandonaras a tu hermano— mire sus ojos llorosos, tenía miedo, una cirugía en el ojo puede tener complicaciones— Jungwoo solo tiene diecinueve años, esta por entrar a la universidad, ha estado estudiando por mucho tiempo para ser un periodista como su hermana.

—Mamá, por favor, no veas la negatividad de la situación.

—Prométemelo, Yoon.

—Lo prometo, mamá.