Capítulo 17

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Narra Jimin.

El sonido del timbre libero todos los pensamientos que tenia en mi cabeza. Me puse de pie caminando hasta la puerta, detrás de ella veía a Taehyung con una bolsa de plástico, ingreso a mi casa quitando sus zapatos en la entrada, fui a la cocina por unos vasos y platos. Gustábamos del pollo frito. Sin embargo, quería y deseaba saber lo que acaba de descubrir hace poco, mi amigo no es nada despistado.

—Bien, dime ¿Qué es lo que quieres hablar? —dije sin rodeos.

—Im Nayeon.

Im Nayeon, conoció a esta chica mientras estaba formado esperando un café, pero Kim Taehyung odia café, no lo tomaría si fuera lo ultimo que tendría que beber. A todo esto: ¿Cuál es la razón?, ¿Por qué sale con ella? Cada vez que entraba a su oficina en la comisaria o en su casa veía como tenía fotografías apuntadas relacionadas con Kang Yoon, fue ahí que logre ver a las personas más cercanas a ella desde hace tiempo, fue así como él fue detrás de ella, persiguiéndola entre las sombras.

Mastique lo que tenía en mi boca, para así tragarlo y poder buscar las palabras adecuadas. Además, no deja de pensar en la familia de Yoon, no hemos tenido suerte con esa información.

—Hoy llego tapada más de lo normal— bebió de su cerveza.

—¿Tapada? — alce una ceja.

—Me refiero que no usaba la ropa extravagante que suele tener, venia muy tapada en todos los sentidos, nada descubierta. Me encontró con Nayeon en su oficina mientras nos estábamos besando.

—No lo sé, tal vez estaba en sus días, las mujeres suelen vestirse así cuando hace mucho frio o por lo que dije, sangrar duele y es entendible— trate de justificarla.

—No, Jimin, tú que la has visto... dime ¿Es miedosa?

—¿Miedosa? — dude más de lo que ya estaba, deje la cerveza que tenia en mis manos para así acomodarme mejor y preguntarle al punto que quería llegar— Taehyung, ¿Qué fue lo que viste?

—Por primera vez en mi vida, pude ver a una mujer con temor, no podía hablar, las palabras no salían de su boca, Jimin— me miro a los ojos— te juro que sus ojos estaban llorosos, estaba por llorar.

No respondí, solo puedo obtener la respuesta por parte de ella. La violencia contra la mujer, en especial por compañeros íntimos, ha sido señalada como un problema prioritario en la salud pública por su magnitud, gravedad (tanto en términos físicos como psicológicos) y costos de atención. No sólo genera daños en las mujeres víctimas, también implica riesgos para los hijos. Y, en este caso hay dos nombres que movían todos los pensamientos y solo uno de ellos había sido el causante de esta faceta nueva.

Narra Yoon.

Abrí la puerta de mi departamento con mucha molestia, aunque no era como tal enfado, sino más bien de frustración y de dolor. Camine hasta la puerta de mi habitación ingresando en el para así quitar toda la ropa que llevaba puesta, me odie como no podía. Mi hermoso cuerpo, el cual he cuidado desde que tengo memoria se encontraba expuesto ante marcas, unas marcas que no dudo que me han gustado, pero... vestida así, jamás podía salir de esta forma vestida ante la televisión.

Sí lo llegara a hacer esto me genera reacciones de miedo e impotencia que, sostenidas en el tiempo, se traducen en bloqueo, conductas no adaptativas, alteraciones negativas en la cognición (lenguaje, pensamiento, memoria y atención), así como en el estado de ánimo y cambios conductuales. Había leído que el maltrato tiene graves consecuencias para la salud física y mental de las víctimas, llevando al desarrollo de numerosos problemas tales como el trastorno por estrés postraumático, depresión, ansiedad, y consumo de alcohol y drogas.

Sonreí mientras recordaba como lo habíamos pasado anoche, pase mis dedos sobre los moretones viendo el color como poco a poco desaparecía, aunque, no puedo negar que estaba molesta. Me tome una ducha relajante, quería despejar todos los pensamientos que tenia en mi cabeza, tal vez dure una hora en la tina de baño, al salir aplique un poco de mis cremas y deje que mi cabello secara por sí solo.

Fui a la cocina, deseaba alguna botana, en ese instante, mi timbre sonó, mire la hora y eran las ocho de la noche, camine hasta la puerta y al abrirla detrás de ella estaba la primera persona que no creí ver. Sonreí y me recargué sobre el mismo marco de la puerta.

—Min— sonreía— buenas noches, ¿a qué debo su vista? — sin decirme alguna palabra, ingreso en mi departamento, cerré la puerta.

—Note que no saldrá en televisión, ¿A qué se debe su ausencia en el foro? — quito su gabardina dejándome ver su espalda.

—No me encuentro en condiciones para presentarme.

Giro su cabeza, al ver como me examinaba de pies a cabeza, no puedo negar que el miedo que sentía aquel día regreso de nuevo. Camino cortando la distancia que nos separaba, respire profundamente, pero, sus ojos viajaron al lazo que amarraba mi bata de noche, su mano fue así, en esa dirección viendo como traía unos shors de dormir y una camisa de tirantes de la misma tela y color. Fue ahí cuando sus ojos examinaron mi cuerpo, soltó un gran suspiro, mientras reía y movía su cabeza de lado.

Inesperadamente, me tomo del cuello, ejercicio fuerza causándome dolor y temor, el mismo miedo de ese día.

—Pequeña, dime toda la verdad ante mis preguntas que te diré.

—S-Suéltame...— pedí en suplica.

—¿Quién es el hijo de puta que te ha dejado así? Eh, ¡Dímelo¡— me estampó contra la pared, me soltó al momento de que mi cuerpo sintió el golpe.

Me tomo del cabello logrando que lo viera a los ojos. Saco una navaja la cual puso sobre mi cuello, note como relamía sus labios.

—No sabes lo deseosa que luces en estos momentos, Yoon, pero dime linda, ¿Quién es? — acerco la navaja a mi cuello, pude sentir la punta y la navaja.

—Jungkook... ese es su nombre— finalmente dije, con unas lágrimas en mis ojos— Jeon Jungkook— Me soltó.

Sin embargo, lo siguiente que sentí fue una patada en mi hombro de su parte, me volvió a tomar arrojándome hacía el sofá, no entendía su comportamiento, salió de mi departamento sin decirme alguna palabra, era claro que su furia estaba, aunque, incremento más cuando dije su nombre. La puerta se cerró de golpe.

Era la primera vez que sentía miedo, la puerta se nuevo sonó, aunque, en esta ocasión me quede callada: los toques de puerta, el sonido del timbre ya era algo que temía o, eso fue hasta que el sonido de aquella voz me calmo. Sin pensarlo mucho me puse de pie caminando hasta la puerta, al abrirla noté como sus ojos se abrieron al par. De mi cuello sentía la poca sangre que salía, Yoongi logro hacer una pequeña cortada, además de mi cuerpo maltratado.

—Señorita Kang...

—Agente Park— lo tome de la mano— por favor, ayúdeme— si fue la primera vez que tenía miedo, también había sido la primera ocasión que pedía ayuda.

Debido a que a menudo se usa de manera burlona, el término "placer culposo" parece inocente, como un chiste en el que fingimos participar. Pero si ese chiste es sobre algo que nos da verdadera felicidad y no está dañando a nadie, ¿entonces de qué nos burlamos?

Un placer culposo es algo que disfrutamos, pero sabemos que se supone que no nos debe gustar o que, si nos gusta, dice algo negativo sobre nosotros. Y, la humedad entre mis piernas ante esta situación me lo comprobó.

Jimin ingreso a mi casa, dándome un abrazo. Esto, sería más fácil de lo que esperaba.




¿Listas para un maratón?

Mi señor [JJK/MYG]+21✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora