▪︎ romantic dinners ▪︎

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Al despertar, Tom, no traía puesta su camisa, pero yo si, me levanté a preparar el desayuno mientras el seguía durmiendo.
Hice panqueques, sabía que le gustaban.

–Emily..?- escuche una vez detrás mío.

–Oh, perfecto ya despertó el bello durmiente.

–Que graciosa...- me acerco a él, para después tratar de besarme.

–Uh.. no. Te acabas de levantar.

–Ahg... vamos, será rápido.

–Tom en serio, ¿No conoces un cepillo de dientes?

–Me ofendes Emily- se alejó de mi con un rostro triste, de verdad le quería dar un beso pero su aliento... ugg, no ayudaba.

Comenzamos a comer mientras veíamos la televisión en el sofá. Terminando me levanté para darme una ducha. El me siguió pero lo detuve.

–Bien, lávate los dientes y te doy un beso.- dije con las manos cruzadas.

–En serio que pareces mi madre.

–Pff....- rodee los ojos, el acato mis órdenes y después me cargó inesperadamente de las piernas. Logrando enrollarlas en su espalda.

–Es mejor que toke una ducha- dije tratando de salir de su agarre.

–Oh no, me prometiste mi beso.

–Bien ....- tomé su nuca con sus dos manos y lo comencé a besar, mordiendo un poco su labio.

–Eso es...- De pronto soltó un gruñido, estaba lo suficientemente excitado que no me soltaría.

–Okey... basta, tenemos que alistarnos.

–Para que?, no tenemos nada que hacer.

–Yo si, tengo que ir al trabajo.

–Ahg, no vayas, quédate conmigo.

–No, loco. Vamos, bajame.

–Lo que digas...- me sentó cuidadosamente en la cama para después retirarse.

Me vestí, puse una falda larga color blanca y una camisa de tirantes negra.

–Nos vemos en un rato, no hagas estupideces Kaulitz...- despiste un beso rápido en sus labios para después tomar mi bolso.

–Tranquila, yo te cuido la casa.

Salí de ahí, me dirigí a mi trabajo, era de barista en un restaurante en la playa.

Preparaba bebidas y las dejaban en las mesas. Se empezó a hacer cansado, por lo que tomé una siesta en la parte de atrás.

De pronto, escuché a unas personas discutir, me levanté rápidamente y al ver lo que pasaba, solo pide reír y cruzar los brazos.

–Lo ve? Ella si trabaja aquí. Apártate!- era Tom, con un ramo de Lirios, al parecer no lo dejaban verme. Mis gefes lo dejaron pasar cuando les hice señales.

–Kaulitz... que.?.

–No mentiré, estuve buscando en casi toda la ciudad tu trabajo, al fin lo encontré...

–Pero..., en una hora salia, no te hubieras molestado.

–Me aburrí en casa, perdón pero.., rompí una taza, no me puedes dejar solo Emily...

–Dios... pareces un perrito.

–Quieres ser mi dueña?- pregunto provocativo.

–En serio que no te cansas de ser así.

–Claramente no...

–Entonces, te espero en el muelle en una hora, no te muevas de ahí.

–Oh... es lo que yo pienso.

• 𝙅𝙪𝙨𝙩 𝙢𝙚 𝙖𝙣𝙙 𝙮𝙤𝙪... ● // Tom kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora