1950

Capitulo 2

Patrick

Relativamente qué es estar con la verga caliente después de pasar la noche con la chica más sensual de toda la ciudad. Por primera vez en mi vida desee no matar a una persona. Por primera vez quería que esa chica montará sobre mi y yo rogar por que nunca se detuviera.

De lo único que estaba enterado? Que no habría ninguna chica además de Allison qué quiciera más en todo este mundo.

Aun podía reflexionar, recordarme de sus pequeños jadeos de sus increíbles restriegues por mi pantalón.

Aun... Podia sentir a Allison...

Sabía muy bien que llegaría a hacer cuando estuviera en mi casa, cerraria los ojos sobre el agua caliente corriendo sobre mis músculos, volvería a soñar con la chica o mejor dicho la mujer que me tenía extasiado. Y de abajo hacia arriba me pondría caliente el solo escuchar sus últimas palabras "podría ser tuya". Y ahí me encontraba como un degenerado, como si volviera a ser un adolescente hormonal de segunda, corriendome por una mujer que deseaba desnudar hasta el alma.

Me encontraba en mi habitación, al lado derecho, mi mano debajo de mi cabeza, con un suéter apretado color azul profundo y unos pantalones de pijama. Esta noche sería una qué recordaría para siempre hasta que llego el amanecer, me desperté agitado, sudoroso, exhalando rápido y la pregunta era la siguiente ¿Por que soñé que mataba a Allison? Después de todo mi instinto de asesino seguia muy dentro de mi.

Los villanos...malos, degenerados, monstruos, psicópatas, traidores e infames. Las historietas lo cuentan que nacen atra vez de los "héroes" y la realidad es cierta. Nunce me he considerado de ningún bando pero mis víctimas a la hora de morir me dan el apodo de "monstruo".

Mi nombre es Patrick Roffman, en mi familia nos dominamos "asesinos", desde hace años que mi abuelo Dimon Roffman creo su empresa basada en todo tipo de carnes. Pero pronto personas envidiosas llegaron para destruir su prestigio, hasta matar a mi abuela. Eso ocasionó la ira de un hombre que encendió sus instintos, claro que cometió su venganza pero él tenía a sus tres hijos los cuales los convirtió en psicópatas.

Desde abajo sono el timbre del teléfono, distrayendome de mis pensamientos, baje rápido para el primer piso, pasando por varias habitaciones hasta llegar a la sala de estar. Pase la rosca a un lado para tomar la parte del teléfono y colocarlo en mi oreja. En la línea escuche la voz de mi asistente Katia Volkov "Disculpe jefe... Problema urgente en la empresa"

Suspire, intentando recuperar la conciencia, después de todo necesitaba en cuerpo y alma volver con Allison a esa noche, como su cuerpo se restregaba, ver sus pomulos llenos de sudor, como con cada empujón un jadeo persistía y sus labios tan perfectos qué podría besarlos hasta que... "Jefe es urgente que venga a la empresa".

"Iré de inmediato..." puse el teléfono sobre la caja y volví a rodar la maquina. Me fui de inmediato a ponerme mi traje negro, luego tome mi corbata, la cosa que más detestaba y que aun no conseguía ponerme. Y de nuevo me encontré delante del espejo imaginando lo perfecto qué sería este momento si Allison me pusiera la corbata y como su sonrisa brillante estaría sobre mis ojos. Podría decir que esto era una obsecion... De la cual estaba perdido por completo

Me monte en mi auto negro, mi sirviente Rolf abrió el portón de la mansión con un "Buenos días Sr. Roffman". Mi mañana siempre empezaba de esta manera, pero ahora era ridículamente imposible, solo volver a ver el asiento derecho me ponía en serios problemas con la parte de abajo.

Llegue a mi edificio con claro cansancio, después de todo las carreteras estaban llenas de autos y gente malhumorada. Una parte de mi odiaba la ciudad, pero aún así subí al ascensor volviendo a recordar... Definitivamente debía parar o juraba que en este momento iría tras Allison.

Salude a un poco de empleados, me acordaba de todos sus nombres, un buen jefe siempre tiene que saberlo, deje que los demás pusieran el ascensor vacío, para así bajar a la planta privada, muchos desconocían cual era el botón.

Cuando llegue me puse mis guantes negros, un par de mis hombres estaban en traje rodeaban a un hombre que estaba sentado en una silla.

-Bienvenido Sr. Roffman- Katia era una de mis mejores empleadas, además de ser mi asistente-.

-Asi que hoy tenemos un premio- tome un cuchillo de una mesa que estaba aproximada - un premio traidor.

-El Sr. Holgan es un empleado qué tiene con nosotros 3 años, es traidor de repartir nuestro cargamento - Katia tenía su cuaderno qué siempre cambiaba cada mes, en ese tenía toda la información que ocupaba -.

-Bien... Algo más? - afile el cuchillo mientras ponía toda mi atención en su reflejo -.

-Nada más Sr. Roffman... Continúe - Katia se alejo un poco de la escena pero aun se mantenía firme con su postura, nunca podrias encontrar un fallo en su capacidad, muy inusual al cometer errores y por eso era mi mano derecha -.

-Asi que Holgan... O me dices - puse una silla delante del hombre que estaba un poco golpeado - a quien le diste el cargamento o esta noche no llegas a casa -.