Capitulo 26

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Allison

Me dolian varias partes del cuerpo, estar sentada durante 20 minutos no era una broma pero estaba acostumbra por las clases de señorita.

No tenía un reloj exacto pero recordaba que solo iba a recoger un "paquete" podría ser este tan grande. Cuando puse mis manos sobre la manija de la puerta del auto vi por la ventana qué Patrick estaba bajando las escaleras.

El conductor se miraba raro, tenía algo sobre su camisa qué no podía identificar pero lo olvide cuando vi los perfectos ojos grises de Patrick.

-Lo siento por hacerte esperar - sus labios volvieron a estar presionados contra los míos, un dulce sabor a miel qué amaba - Iremos al lugar que te dije.

No duramos mucho en llegar, Patrick abrió mi puerta y cuando salí quede fascinada. El viento movía mi cabello, el aire fresco de las montañas color verde, los árboles agitados y aquellos ojos grises qué me pertenian no dejaban de verme.

El conductor nunca salió de la limocina, lo miraba confundida, se notaba un poco "agobiado" o "mal".

Sono un botón a lo lejos y un camino lleno de luces blancas apareció enfrente mío junto con la voz de mi Patrick "Ven Allison".

Camine despacio, apreciando cada detalle, quería que cada momento se volviera inseparable en mi mente.

La pieza que sonaba cada vez que soñaba despierta con aquel hombre sonó de nuevo.

"Oh, my love"

"My darling"

Una banda de músicos se encontraba a mi izquierda, todos con la canción "Unchained Melody" y pronto la mano de Patrick tomo la mía balanciando nuestros cuerpos en un lento ritmo.

Nos mirábamos profundamente, como si el tiempo fuera a detenerse, mis lágrimas caminaban por mis mejillas y el leve sonrojo se hizo presente.

Quería seguir presenciando los ojos grises qué más adoraba en mi interior, nos reíamos como unos pequeños niños enamorados, presionando nuestras manos, cometiendo errores con los pasos, acariciando la cara del otro en movimientos delicados.

Y lo que espere durante días, rogando a los cielos poder ser el todo para Patrick se hizo realidad.

Su traje se arrugó un poco, pero una de sus rodillas estaba sobre el sueño, la otra pierna sujetando al frente, con sus manos tomo las mías, tan delicado y tan perfecto. Las beso durante un tiempo, intentaba poder tragar el nudo de mi garganta pero era difícil con la inundación de agua en mis ojos.

-No quiero despertar solo - apretó mis manos en un momento intentando encontrar las palabras - Sería un desgraciado si no llego a besarte cuando ríes - una pequeña sonrisa se hizo en mi - Deseo que seas mi final y mi inicio.

Una de sus manos temblando fue hacia su chaqueta sacando una caja negra de terciopelo, la abrió y un precioso anillo de diamantes con diseño dorado apareció.

-Allison... Mi Allison - notaba como lastimaba sus labios en algunos momentos - Si ya no sigo aquí más tiempo, quiero gritarle a los cielos qué te pertenecí y Dios Allison te pertenezco desde hace mucho tiempo.

"Permiteme ser tuyo hoy, mañana y en la siguiente vida"

-Patrick Roffman - no sabía si el maquillaje de mis ojos estaba deforme o si seguía viendome hermosa, pero el brillo en sus ojos me quito toda inseguridad - Siempre te he dicho que si.

Sin saberlo sus manos tomaron mi cuerpo por debajo de mi cintura e hizo qué diéramos giros grandes.
Las risas no hicieron falta, los dos éramos felices, el mareo me hizo darme cuenta que aquello no era un sueño, finalmente mi realidad estaba completa por un hombre que amaría por el resto de siglos.

Cuando paramos de dar vueltas finalmente Patrick me puso recta en el suelo, el anillo se desprendió de la caja para ponerlo en mi dedo anular, como arte de magia quedo perfecto, sin apretar demasiado o siendo ligero.

-Ahora serás mi Roffman - rodee mis brazos sobre sus hombros, pequeños besos se interpusieron entre los dos, acariciando nuestros labios, consumidos por el momento -.

La banda cambio a canciones más movidas y de pronto nos encontrábamos sudando por los movimientos de ambos.

Nos tomamos unas copas de champagne, me sentía aun más mareada, pero Patrick me daba besos en el cuello dejándome consciente a los minutos.

Me sostenía sobre las manos de mi prometido en mi cintura, seguíamos endulzados por el momento.

-Todavía falta satisfacer a mi esposa - susurro levemente en mi oreja mordiendo el lóbulo haciéndome reír -.

-Disculpe señor Roffman pero todavía no me pongo un vestido de novia - dije riendo mientras sentía que sus besos en mi cuello se volvían más salvajes y tentadores -.

-De cualquier manera serás la señorita Roffman - un quejido de mi boca se hizo ruidoso, Patrick había mordido parte de mi hombro y pasado su lengua por la clavícula -.

La puerta de la limocina sonó en algún momento, pero no recordaba, me senté sobre el perfecto asiento y sin darme cuenta Patrick se habia quitado su chaqueta.

Que era exactamente lo que iba a suceder esta noche?

Mi cuerpo tembló cuando me di la vuelta y su mirada devoró cada parte de mi piel.

1950Donde viven las historias. Descúbrelo ahora