Patrick
Salí de la fiesta suspirando, apreté mis nudillos, le quite las llaves al señor del parking, las luces de los autos pasaron por mi cara, pise el freno fuertemente, llegué cerca de la mansión. Me quite la chaqueta negra del smoking, la tire al lado del asiento, quite el estupido moño del traje, luego separe el botón del pantalón y cerré los ojos.
Pase mi mano dentro del pantalón, suspire frustrado, lo único que podía imaginar era Allison sobre mi, los pequeños roces qué pasaban electrizantes por mi cuerpo, creí que con un poco de caricias me pondría mejor pero solo empeoró la situación.
Apreté mi verga qué aun estaba aprisionada por el bóxer, le pegue al volante, saque mi miembro y comencé estimular. Las venas qué se encontraban alrededor se pronunciaron y un pre liquido que me hizo arquear el cuerpo. Estar dentro de Allison, la razón se estaba agotando con cada fuerte jalón, solo quería tomarla sobre la mesa de la cocina, la ducha, el auto, cada maldito cuarto de la mansión, quería que recordará qué en todas partes estuve dentro de ella. Me seguí moviendo mientras sacaba jadeos y finalmente eyacule al pensar en su cuerpo desnudo con su sonrisa de satisfacción.
-Estoy arruinado... - saque los tirantes qué se sujetaban fuerte a mis hombros, metí mi verga dentro del pantalón ajustado, pensando que podría ser mi salvación pero nada llego a mi mente y solo suspire tomando de nuevo el volante del auto para conducir a la mansión -.
Cuando llegue el guardia me saludo "Buenas noches Sr. Roffman" asentí y luego me adentre al garaje a dejar el auto.
En mi camino a la habitación el teléfono sono, lo que me faltaba era Katia regañándome por no saludar a todos en la fiesta, antes de tomar la llamada intente sacar mi mejor sonrisa pero era imposible, estaba demasiado frustrado.Atendí y una voz dulce, perfecta se escucho al otro lado de la línea. Como si pudiera escuchar su dulce aroma escuche al principio un tartamudo hasta que finalmente hablo.
"H-Hola Patrick... Soy yo Allison" intente responder pero estaba bastante sorprendido "Lo siento por llamar tarde..." respire hondo tapando la sonrisa en mi rostro y conteste "No te preocupes... ¿Paso algo?" escuche un suspiro al otro lado "Solo quería desearte buenas noches...descansa"
Escuche el sonido del teléfono al cortarse y me quede de pie intentando que sus últimas palabras se quedarán en repetición dentro de mi mente.
El amanecer no duró mucho en aparecer, recordé que padre me enseñó una lección qué ahora deseaba no haber aprendido.
"un cazador al encender sus instintos
Su sed de grande lo llama
Debes mantener un equilibrio, hijo.
O nunca podrás controlar la oscuridad dentro de ti"Ese día ocultabamos el primer cuerpo que había matado en mi vida, todavía a la lejanía escucho como la pala se entierra para hacer un agujero. El sonido metálico y como me volvió a ver con una advertencia grande.
"Jamás te atrevas...
Un depredador no puede enamorarse de su presa
Sólo traerá un final que le corresponde a la muerte"Reflexione aun sintiendo los escalofríos de aquella vez, tome unas semillas de una bolsa, a mi madre le gustaba que la mansión se mantuviera con vida, aun cuando padre salía a quitarla. La casa decorada era un defecto qué ya hace años había olvidado mantener.
La misma pregunta llego a mi cabeza ¿podía un cazador enamorarse? Tenía el derecho de estar al lado de Allison? Y si lo tenía como podría hacerla feliz?
-Con que aquí estas - mire abajo para continuar cavando las semillas, esa voz ácida qué te hacia querer irte al mismísimo infierno si la escuchabas. Mi tía Myle Roffman hermana de mi padre, la segunda hija y la consentida. Una mujer más seca que una fruta, sin jugo y sin sentimientos solo destripa a sus víctimas. La señora de roble, como nuestra familia la llama-.
-Si viniste hasta aquí, significa que una advertencia se acerca - sacudí la tierra de mis manos y mis pantoles, me levante despacio para estar de frente, su rostro tan serio como si le hablaras a una pared, como siempre no había una gota de alegría -.
Me acorde de Allison en medio segundo, algo fatal qué no debí hacer, Myle Roffman podía dormir con los ojos abiertos (una cosa espantosa qué creo yo) pero podía sentir hasta cuando una persona se sentía viva o muerta.
-Los caprichos... Son buenos con medida - su discurso de escalofríos, siempre lo hacía cuando pensaba que tomaba malas decisiones o había visto algo... Lo más seguro era lo ultimo - Un pequeño no puede resistirse a un dulce cuando ya ha probado el sabor... Nuestra familia - se inclino para ver unas flores en el jardín - no aprueba los dulces y menos los que no pertenecen -.
-Mmm... Algo me dice que hubo un infiltrado ayer en la fiesta - sabía una cosa importante, estaba enojada, bastante cuando arrancó una de las flores -.
-lo quieres entender me importa menos, debes mantenerte en equilibrio - Myle tenía todo su derecho a sus emociones pero hablar asi de Allison me sacaba de quicio, mantuve la compostura intentando callarme- Hay que cortar de raíz los problemas - sustuvo la flor entre sus manos quitando petalo por petalo - o simplemente quitarle la dulzura hasta acabar - apretó la flor tan fuerte que se desvaneció - con ella.
- Me pides que acabe con mi capricho - dije gentilmente sin que mi voz sonara enojada - Y cuando dije yo que lo fuera? Aunque no lo creas puede que "ella" sea mi deseo más fuerte - Lo que decía podía crear un problema muy grande y lo sabia pero era lo menos que me importaba -.
-Velo por lo mejor para nuestra familia - Dejo caer los pétalos de flor que el viento se los llevo rápidamente - Y aquella mujer que crees "desear" solo es un obstáculo - tense los músculos de cuerpo para no cometer una estúpides - así que a este punto- volvió a ponerse aquel sombrero negro que llevaba a un lado -
Tu única opción es matarla.
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1950
RandomEn el año 1950. Empezó la masacre. Un joven incomprendido enamorado de una chica de vestido rosado de lentejuelas. En sus ojos la vio brillar. Bailar con diferentes tipos Y jamás vio tan linda una muerte como la de ella en sus brazos "Hola" saludo...