Capitulo 28

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Allison

Habían segmentos que mi cabeza encontraba de una conversación que de algún modo termine teniendo con mi prometido pero las palabras eran inciertas como "Pregunta", "amarías" y "fuera".

Tomaba la cacheta blanca para ponérmela y guiarme a mi próximo destino que sería con Lester le había nombrado que tenía una "sorpresa" la dejo curiosa y finalmente el día del encuentro llegó.

-Ten cuidado Alli - mi madre me dio un beso en la mejilla para despedirme y entonces la deje horneando su próximo pastel -.

Caminaba con mis tacones rápidos, altos pero podía conducirlos de una forma ágil y fácil.

Antes de que pudiera pasar a la siguiente cuadra sin darme cuenta empuje a una mujer con sus compras y del susto casi rompo el tacon del zapato.

-Lo lamento - me agite un poco para volver a hincarme y recoger pequeños detalles que habían salido de la bolsa -.

-No se preocupe - la señora fue muy amable en aceptar mis disculpas aun así logre capturar todo en su lugar hasta que tomo mi mano y sentí presión en la muñeca -.

-Puede retirar su mano - intente safarme del agarre pero fue para nada la señora me miro sigilosa como una culebra mirando a su objetivo -.

-Ten cuidado Allison - la mujer tenía marca en su cara que no había notado en el momento del accidente -

-Quíte su mano en este instante - mi voz se fracturó al final, debía relajarme no mostrarme asustada pero nunca me habían sucedido estas cosas -

-Debiste haber dicho que no - su mirada se poso en el anillo dandome una sonrisa retorcida, sentí un afloje en su mano cuando se atrevió a tocar la piedra de diamante, mis brazos la empujaron hacia la carretera -.

Me moví rápido caminando con mis tacones, no quice mirar hacia atrás, debía llegar con alguien antes de que fuera demasiado tarde.

A unos minutos encontré a Lester qué pronto me saludo con una bella sonrisa, tropecé un poco sintiendo que el tacon del zapato se daño pero me sustuve de mi amiga agitada.

-Necesito que corras a un lugar lleno de personas - en mi voz el miedo ya era un hecho pero manterla en lugar seguro debía ser mi prioridad -.

No hubo tiempo para hablar de lo sucedido, seguí mi camino como si hubiera sido una equivocación toparme con Lester.

Las personas a mi alrededor chocaron conmigo lo suficiente para gritarme o molestarse, sentía un grupo siguiéndome desde la distancia hasta que finalmente entre al edificio y unala recepcionista me miro.

-Soy la prometida de Patrick - enseñe el anillo brillante para darle a entender quien era, me llevo hasta al ascensor dandome las felicitaciones.

Cuando llegue a la planta superior vi un cuadrado de oficina grande a la par un cuarto donde varios hombres de traje negro discutían sobre papeles.

Abrí la puerta de la sala de conferencias y finalmente mi corazón se calmo, el estómago qué rugia de miedo ahora debía ser por los nervios, jamás había visitado la oficina de mi prometido y no lo hacía en las mejores condiciones.

Estuve apunto de desmayarme en el momento donde nuestras miradas se conectaron, deseaba que mis ojos sacaran el agua qué escondía y que mi cuerpo temblara en sus brazos.

-¿Disculpe usted es? - un señor mayor intentó averiguar por que estaba en ese lugar, cojiendo, con medias rotas, mi mano latiendo por el dolor -.

-Salgan de inmediato - Patrick se levantó de su silla poniendo en marcha a los demás pero ninguno se movió - Dije que se larguen!.

Todos marcharon afuera de la sala mirándome como un cachorro abandonado en la calle, sentí aquel aroma a "bosque" acercándose y caí rendida sobre su cuerpo mientras mis lagrimas se alborotaban.

-Estas a salvo - Patrick toco suavemente mi cuerpo, desde la cadera, acariciando la espalda y dejando besos suaves sobre mi cabeza -.

-Hombres... - intente recoger el aire y la fuerza que quedaba dentro de mi - abajo... - suspire con el pecho levantando - me persiguen.

-Damián - Patrick grito sus nombre para que volviera sin que yo pudiera entender quien es esa persona, pero al final abrió la puerta apurado - Hoy es el día de revisión.

-Cielo debemos llamar a la policía - cuando solté aquellas palabras la cara del sujeto "Damián" se distorsiono moviendo el hombro de mi prometido para decirle unas palabras -.

Patrick me tomo de los hombros sentadome en una silla con ruedas mirándome seriamente, mientras yo tenia mis manos sobre mi pecho intentando no temblar.

-No podemos - sus palabras entraron como las espinas de una rosa al ser tocadas, mire con asombro al otro sujeto que puso sus manos en las caderas -.

-Que dices... Tú debes llamar - Patrick tomo mis muñecas acariciandolas, estaba en shock por toda esta situación tan grave pero sobre todo por la calma que el tenía en la situación.

-Allison... - Llamo mi nombre tan dulce que no pude dejar de mirar su siguiente acción - Si llamamos - toco el dedo donde mi anillo se encontraba - Puede ser que esas personas estén con ellos.

1950Donde viven las historias. Descúbrelo ahora