1950

Capitulo 22

Patrick

Silbaba tranquilo, llendo hasta mi mansión, necesitaba una larga ducha fría, cada moviendo de Allison chupando la cuchara de helado me hacia revolcarme.

Pero almenos tuvimos nuestro momento a solas en donde ella quedó satisfecha con mi arduo trabajo.

La mañana siguiente fue terrible, el mismo sueño de penetrar a Allison seguía enloqueciendome, la ducha ya no estaba haciendo su efecto y pronto mis manos atacaban el bulto de mi pantalón.

Converse con varias personas para lograr un plan secreto, qué debía ser perfecto y quedar a las espectativas de la única mujer que proyectaban mis ojos.

Una llamada telefónica sonó desde abajo, tuve que atender rápido, al otro lado de la línea Damián sonaba agitado y bastante molesto.

Llegue a la mansión del lado derecho de la familia, no hizo falta que tocará la puerta, el sirviente abrió, su mirada sería y temerosa demostraba muchas cosas. Seguimos caminando hasta finalmente llegar al salón privado, sillones oscuros, paredes con un tono azul profundo y cuadros de anteriores generaciones. Sentada en un extremo mi tía Mile, tenía su mirada fija en la pared y su esposo Tomás tomaba un café.

-Quién fue - mis palabras sonaron duras, apenas contenían un gota de misericordia, mi pecho se inflaba, los demás en la habitación notaron mi furia -.

-Un hombre apareció en el bosque, en ese momento Clara estaba jugando con los niños - dijo la tía Mile, su cara lo podía decir todo, odio puro - Intento tomar a los niños y daño a...

-No es necesario que digas más - Damián arrugaba su frente, tenía sus venas hinchadas, las manos las apretaba cerrando los ojos, definitivamente estaba apuntó de asesinar a alguien -.

-Damián - advertencia para él cuando dije su nombre, me acerque despacio hasta él - Espero que esto sea un asunto familiar - acomode su camisa, apretandolo fuerte en mis manos -.

Damián estaba muy clavado por Clara, era más que notorio pero esto debía ser cortado de raiz de una buena vez.

-Asunto familiar - se volvió arrescotar en la pared y bajo su mirada hasta el suelo -.

-¿Los encontraron? - pregunte y Tomas asintió esperando mis indicaciones, rápidamente me paso la coordenadas donde aquel hombre entro a la casa desde el bosque -.

-Los Roffman van de caseria - caminamos lentamente hasta nuestras habitaciones secretadas, donde estaban guardadas todas las armas ilegales qué contenían sus balas y cuchillos afilados -.

La coordenada nos guió hasta lo más profundo de las montañas, el reloj marcaba las 12 de la noche, un momento perfecto en donde todas las presas salen de su madriguera.

Llegamos a una casa grande de madera, las personas, las ventanas eran iluminadas por la luz, varios guardaspaldas ubicados afuera de esta.

Nos pusimos de acuerdo al plan, Amanda y Clark irían por los de afuera. Damián estaría de mi lado, aunque este fuera un conflicto por toda la familia, quien seria el nuevo jefe en mi mano derecha era Damián y debía ser él que acabará con los intrusos.

Mile tendría que estar en la parte de atrás vigilando, a esa mujer nadie se le escapaba de sus manos, en la camioneta quedo Tomás, con su traje de peluca larga, con ropa de hippie, nuestro plan c sería inventar qué éramos todos de una secta qué buscaba alienigenas.