Capitulo 23

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Patrick

Los guardias de afuera estaban siendo asesinados a sangre fría, en charcos de sangre o gritando a lo lejos por ayuda.

Junto con Damián subimos las escaleras, este abrió la puerta, varios hombres que jugaban poker nos miraron entendiendo la situación, sus vidas estaban enterradas por las manos de los Roffman.

Deje a Damián dándole una palmada y cerré con llave la puerta principal, escuche unos movimientos de pelea pero simplemente me quede sentado sobre las escaleras esperando.

Amanda volvía con una sonrisa gigante, siempre era así de niña, en nuestra familia era adorable por eso pero a otros les daba miedo "la sonrisa de la muerte".

-Pensé que tendríamos más diversión- Amanda se arrescoto a la par mía mientras ponía la parte de arriba de su cuerpo en el estómago de Clark. Este pronto empezó acariciar su cabello delicadamente como si este fuera a quebrarse y por un momento pensé que así seríamos Allison y yo. Sin contar el hecho de que ella no sabe asesinar ni a una pulga.

-No te preocupes pronto habrá algo en que entretenernos - Clark acarició su estómago como si algo importante se mantuviera ahí, decidí no hablar y que ellos se ocuparan de sus asuntos a solas -.

-Me voy a casar pronto - dije enciendo un cigarrillo, los gritos dentro de la casa se volvieron agudos, señal de que Damián estaba terminando -.

Amanda al principio abrió sus pequeños ojos lo más que pudo y sus brazos se abrieron para envolverme fuerte contra ella. Clark me felicito asintiendo y dándome una palmada en mi hombro.

-Quien es el ángel que entro en tu vida - pregunto Amanda con una sonrisa divertida, pero en ese momento la puerta de la cabaña se abrió finalmente, Damián chorreaba sangre más de la normal, a lo mejor lo había disfrutado más de lo que pensé -.

-Seguro que los asesinaste - solté riendo mientras le pesaba un cigarrillo, este lo agarro y lo prendió con el encendedor qué tenia en su bolsillo -.

-Madre quiere que me case - un silencio se pronunció con las palabras de Damián, después de la trágica boda de su hermano mayor, los Roffman no queríamos ver más blanco -.

-No lo permito - solté mientras dejaba el humo atrás, Amanda no pidió de mi caja simplemente miraba al horizonte, su esposo por su lado si tomo un cigarrillo -.

Me sentía de vuelta a los viejos tiempos, cuando mis padres todavía estaban sobre el suelo, nos pedían todo el tiempo ir a misiones como estas, matar personas y encargarnos de quienes nos traicionaban.

Antes de salir mi padre siempre decía "A los Roffman nadie los toca". Una palabra que fue de generación a generación.

-Todavía recuerdo que a Damian siempre se le escapaba una victima - amanda dio una sonrisa hacia el hombre lleno de sangre y luego dio un suspiro -.

-No era mi culpa, Patrick siempre estaba ocupado matando al Jefe - su tono agudo hizo qué todos nos pusiéramos a reír -.

De ser niños a convertirnos en cazadores... Nuestras vidas dio un giro inesperado cuando mis padres murieron y tuve que ser el nuevo jefe de la familia. Él capitán del barco para no hundirnos.

-Dile a la tía que no permito tu matrimonio - puse el cigarrillo sobre el suelo aplastandolo adentro de la tierra con mi zapato -.

-Sabes que eso traerá problemas - Damián hizo el mismo movimiento con el cigarrillo pero su mirada seguía muy seria -.

-"Si el cadazador pide que devoren, ellos mataran"- dije e inmediato Amanda, Clark y Damián pusieron sus puños en sus corazones recitando el famoso final "Ley de cazador" -.

1950Donde viven las historias. Descúbrelo ahora