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5 de marzo

Hospital Unasaka

Dos semanas habían pasado de aquel incidente con Rei y esa inyección para Omegas en la que logró, lastimosamente, caer en un estado de coma temporal como uno de los efectos secundarios al haber suprimido tanto su naturaleza estando embarazado.

En las circunstancias en las que Kazuki lo encontró, sabía que su compañero aguantó mucho más de lo que debía y, sobre todo, que usó algo más que esa jeringa para controlar su esencia.

Eso era lo que él llevaba suponiendo todos estos días que continuaron transcurriendo en los que le hacía compañía esperando hasta que despertase. Realmente, cuando lo encontró a las afueras de la ciudad, encontrándose solo y desmayado en esa fría noche fue que sin pensarlo y, con muchas prisas, se lo llevó de ahí en dirección al hospital sin explicar una razón de porque tenía ese estado tan crítico al haberse expuesto al peligro.

Sin duda alguna, recibió un regaño de la doctora Anna una vez lograron poder estabilizar lo más que pudieron a ese Omega embarazado.

Evidentemente, eso le hacía sentir culpable al Alfa por la razón de que no estuvo para él en el momento de necesidad y a como se habían visto las cosas en estos quince días, si este no lo hubiese encontrado a tiempo, podía haber perdido al bebé.

La doctora a cargo del caso no le negaba nada de la realidad, a lo que sea que Rei se haya expuesto para tenerlo tan desahuciado era alarmante.

Sin embargo, pese a que lograron equilibrar la situación, esta provocó la noticia inminente de que el paciente en estado de gestación pasara de un embarazo estable a uno complicado se dio a la luz a la semana de ingreso, pues, como le había mencionado a la pareja en exámenes anteriores: quien cargaba al bebé tenía las hormonas de crecimiento de la placenta en una línea delgada que podía o no hacer que pudiese perderlo.

Era por eso por lo que había sucedido una primera amenaza de aborto y ahora que se encontraba mezclada con el químico para suprimir los celos de una jerarquía inferior, esta misma hizo que se volviera a presentar ese riesgo.

Aquella declaración solo comía la mente de Kazuki como también le invadía el sentimiento de culpa porque fue tan ciego de ver la verdad, pero ¿qué podía hacer? Su compañero no le gustaba hablar de lo que era una vez que lo descubrió y jamás se dio cuenta ese día se escapó por la manera en que lo neutralizó con las suficientes prendas a pudin para garantizarle tranquilidad.

Era lamentable.

Aun así, ante todo lo que ha pasado, lo único que le hacía sentir tranquilo en estos momentos era estar sentado del lado derecho de Rei escuchando los pitidos de la máquina que indicaban sus pulsaciones mientras él le emanaba su esencia a pan para que no pasara nada.

Dado que, una de las órdenes estrictas de la especialista era que le diese una sobredosis de feromonas por ser quien lo embarazó como quien lo marcó para garantizar que no se alterara más en la condición en la que se hallaba.

Fue así como los exámenes realizados al embarazado en ese estado inconsciente les indicaron que se estaba estabilizando a un ritmo lento, mas no lo suficiente, ya que, sabía que si algo alarmaba a su compañero (estando débil) provocaría una pérdida a lo que llevaba en su vientre, y el Alfa no cree que esa sea una noticia que su Omega pudiese aceptar ...

A estas alturas, él solo pensaba en tantas posibilidades entretanto veía como Rei respiraba con moderación teniendo esa intravenosa conectada en su vena para administrarles los nutrientes necesarios, además de que también tenía la vista en su abdomen, el cual estaba más grande y como lo indicó la obstetra: era una buena señal para la salud tanto del bebé como la de su compañero.

Un Regalo Inesperado |Buddy Daddies| KazureiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora