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Rei no podía creer que ahí de pie enfrente de la puerta que daba paso a la habitación del sótano estuviese Kazuki. Realmente, eso descontroló a su ser de saber que el Alfa que amaba vino por él, pero no podía ir a sentir si era real o no por cómo estaba atrapado en la situación con Ogino.

Esa era la situación en la que estaba.

Tras recordar que se encontraba aún preso en sus manos. Intentó, otra vez escaparse, pero este lo aprisionaba con fuerza con su robusto cuerpo sin importarle tener de espectador al nuevo "intruso". Ciertamente, al Alfa de mortífera fragancia no le interesaba lo que estuviese haciendo al estar cegado por la esencia agridulce a pudín que había en el ambiente lo tenía impaciente por realizar su morboso deseo.

Así que, Rei volvió a estar acorralado en su entorno mientras veía a Ogino llevar sus manos a su pantalón para bajárselo.

Kazuki al darse cuenta de la circunstancia decidió apuntarlo con su arma para darle un tiro seguro, y así matarlo, mas era dificil tener un blanco concreto porque le preocupaba fallar ante la rabia que lo cegaba de ver lo que le estarían por hacer a su Omega c.

De esa manera, la bajó para ir directamente a instigar a su igual para que no hiciese lo que quisiera a su destinado. En un simple parpadeo, aquel Alfa de cabellera rubia se abalanzó sobre su semejante, logrando así, empujarlo con todas sus fuerzas, para dejar que quien estaba acorralado respirase de alivio y, por destacar, fuese él quien estaba sobre aquel dominante de aspecto siniestro debía de actuar.

Si bien, eso no le gustó para nada a quien quería ejecutar su maldad. Para Ryo fue desperdiciar unos valiosos segundos en los que le hubiese podido disfrutar el interior apretado, caliente y humedecido de Rei. Pensar en que se lo perdió porque Kazuki vino a rescatarlo le hizo querer enfrentarlo como todo dominante.

Por lo cual, reconociendo que estaba él estaba encima de su cuerpo queriendo acabar con su persona, decidió ser rápido en darle la vuelta al asunto; lo agarró de la chaqueta verde que cargaba puesta para ponerlo contra el piso y, seguir así, aprisionándolo con su cuerpo.

—Eres una vista asquerosa... —le dijo Kazuki entre exhalaciones.

—Y será la única que vas a disfrutar en tu lecho de muerte —Ogino posicionó sus manos en el cuello para empezar a ahorcarlo.

Eso no era bueno. Realmente, no lo era, más si en su intento por liberarse perdía más aire hasta que su cara comenzaba a ponerse un poco azul a consecuencia de su movimiento.

Una sonrisa en aquel Alfa siniestro de esencia a mercaptano apareció en sus labios de saber que en unos pocos minutos más se habría desecho del intruso, mas antes de seguir ejerciendo un aroma bastante peculiar le invadió en su nariz.

Esa fragancia a dulce que desprendía el único Omega en el sótano se propagó cautivando a los dominantes del lugar, mejor dicho, al que se veía intimidante, sorpresivamente, el de apariencia de cabellos rubios no se inmutaba tanto, pero podría deberse a que estaba intentando recuperar el aliento como para tener olfato en estos momentos.

—Ah, Rei Suwa, veo que estás impaciente porque te tome que me llamas...

Rei no lo hacía por esa razón. Todo lo contrario, buscaba de atraerlo para que no matase a Kazuki, tenía miedo de que si lo hiciera situación empeorara.

Al menos, lo que ideaba en su deseo sexual ahora que estaba quien lo marcó hizo que pudiese volver su aroma a pudín más atrayente.

—Si... —el Omega tragó saliva. Lo que estaba por expresar no lo deseaba hacer ni en un millón de años—. Necesito que me tomes y será mejor si... lo haces mientras él me ve...

Un Regalo Inesperado |Buddy Daddies| KazureiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora