6 de febrero
Apartamento de Rei y Kazuki
Desde esa pelea acerca de cómo Kazuki pasaría su Rut por venir, Rei le aplicaba la ley del hielo estando más distante y cortante en palabras leves que de costumbre, ya que, seguía molesto por tener clavada la idea del rechazo ante el tema de la marca como la de que su compañero prefería a alguien más que a él para poder acontecer lo que caracterizaba a todo Alfa.
Realmente, él solo suponía. Estaba sumergido en sus propias emociones y nuevos síntomas del embarazo que no quería hacerlo evidente como lo hacía su acompañante con sus feromonas, esparciéndose y tornándose cada vez más fuertes por el aire en el gran apartamento que compartían. Pudiéndolas sentir con esa potencia sabía que lo hacía por dos razones: era la manera que tenía su opuesto de disculparse en su silencioso atormentador como también bridarle la seguridad que su oportuno instinto Omega ha estado exigiendo.
Eso último no podía evitarlo. Estos días contiguos de esa disputa habían vuelto a dormir de forma separada. Algo que a Kazuki no le agradaba porque quería sentirlo cerca, quería embriagarse con ese aroma, quería estar con él...
Para Kazuki, tener esos pensamientos tan fuertes indicaban que su Rut lo estaba dominando a medida que el tiempo continuaba pasando. Eso Rei lo notaba por la forma en como su voz se tornaba pesada al expresarle palabra alguna, sus ojos se envolvían en ese característico brillo rojo intenso como también que al cocinar era más rudo al manipular el cuchillo.
El Omega reconocía que era peligroso dejarlo hacer esas cosas en ese estado, pero recordaba bien que él no tenía habilidades en actividades domésticas para ayudarlo. También mantenía su distancia para no provocarlo más de lo que debía, puesto que, el Alfa seguía sin aceptar del todo la situación de que su opuesto no le dirigiera la palabra.
Entre ambos se manifestaban su propia repercusión de sus propios sentimientos al no comunicar lo que les molestaba. Sobre todo, Rei que no soportaba su cuerpo en esos aspectos tan diferentes a lo que conocía; sus piernas le dolían por esos calambres que le daban a nivel de sus pantorrillas cada mañana desde que se levantaba, las náuseas empeoraron (solo en las noches), la fatiga le ganaba hasta el punto de perder en sus videojuegos cuando se sentaba en el sillón a matar el tiempo, incluso los antojos de comidas dulces lo estaban atormentando.
De cierta forma, al embarazado le estaba incomodando no saber cómo exteriorizar todos esos síntomas. Sintiendo la pesadez en sus ojos los rascó, tenía sueño sin ser en la misma hora habitual. Admitía que quería tomar su siesta para sentirse mejor de todas las molestias que le causaba la cosa que llevaba dentro de él, mas no quería pasarlo solo.
Lo que él quería era pasarlo con Kazuki, mas prefería tener su orgullo intacto para no caer.
Rei decidió suspirar entretanto recargaba su cabeza en el sillón, al mismo tiempo, que posicionaba sus manos sobre su vientre que se notaba un poco más. Si llevaba bien las cuentas tenía casi once semanas. Pronto debían de volver a ver la doctora Anna para que le diga cómo se encuentra todo.
Tener ese detalle en mente le recordó que el Alfa le mencionó que irían cuando pasase su Rut para no generarle problemas a la obstetra por ser una Omega con la situación.
Ciertamente, ese comentario de preocupación le molestaba de oír porque era inevitable no sentirse un poco de celos por eso de que no quería perjudicar a otros, pero si a su relación.
El Omega volvió a exhalar para gruñir con disgusto, realmente no lo soportaba. Tan irritado se sentía que se levantó para intentar irse a la terraza para despejarse de tantas feromonas; las suyas no le ayudaban a quedarse tranquilo por querer estar cerca de su compañero mientras que las del Alfa cambiaron su esencia buscando de atraerlo de forma sexual...
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Un Regalo Inesperado |Buddy Daddies| Kazurei
أدب الهواةRei y Kazuki eran compañeros, solo eso. Ninguno tenía interés en el otro, a pesar de ser completamente opuestos, ni siquiera en sus muchos momentos que podían haber estado respirando sus propias feromonas por tanto tiempo. Sin embargo, como...