14 de mayo
Hospital Unasaka
Kazuki y Rei se encontraban en estos momentos en una consulta con la doctora Anna para saber cómo podrían pasar el Rut del Alfa, si bien este se había atrasado unos días más a lo habitual, aquella pareja necesitaba tomar previsiones sin que afectase a quien cargaba a la bebé. Ambos escuchaban lo que indicaba la mujer en el consultorio acerca de que, por muy insaciable que el hombre de jerarquía dominante estuviese cuando su naturaleza decidiera aparecer, nada malo pasaría, pero este mismo no quería arriesgarse.
Estuvieron hablando por dos horas en esa cita médica en las que la paranoia de Kazuki rebasó la lógica humana diciéndoles de que si su bestia volvía a presentarse seguro le daría trillizos a Rei, pero con esa observación presente, a modo de risas, la especialista le aclaró que era imposible que eso pasase a estas alturas teniendo casi seis meses y medio de embarazo.
En este punto, el Omega regañaba a su Alfa insinuándole que dejara sus delirios, puesto que no pasaría nada grave, mas él les seguía explicando y garantizándoles a los presentes que la única vez que su Rut se había retrasado su animal fue demasiado brusco con cualquier jerarquía superior o inferior con la que se cruzó en aquel tiempo, y ahora que había encontrado y marcado a su destinado podrían suceder cosas un tanto peligrosas.
—No creo que sea así, señor Kurusu. Un Alfa a la esperaba de un bebé con su Omega en muy protector, incluso con las visitas trimestrales de su rut —le puntualizó la especialista al hombre con manía—. Sobre todo, en su caso, estando marcados y su Omega en ese estado de la dulce espera juntos se reparten los síntomas que puedan sentir por ambas partes.
—Aun así, había leído que podría desaparecer. Sin embargo, como no pasó así la vez pasada... —Kazuki seguía con el tema—. En serio, me preocupa es eso: se ha retrasado y que cuando llegue, yo me descontrole y lastime a mi bebé y a Rei.
—Ni que tu pene fuera un cuchillo filoso —expresó Rei cansado de estar sentado en una conversación que su alma gemela no le daba fin.
Escuchar eso dejaba en risas a la doctora por la manera tan peculiar en que esos dos polos opuestos eran tan diferentes, mientras que aquel hombre de rubios cabellos se sonrojaba hasta las orejas.
—¡No digas eso, Rei! —le regañó el Alfa a su Omega por ser tan directo.
—Puedo decir lo que quiera. Tú no eres quien tiene una bebé inquieta dentro de ti y unas ganas de ir al baño cada diez minutos —dijo el Omega cruzándose de brazos sobre su vientre—. Si te llega, te masturbas y ya. Deja de alargarlo tanto, me quiero ir.
—¡No! ¡Así no fue la vez anterior! ¡Nos marcamos para que te lo tomes a la ligera, Rei!
Su acompañante solo bufó desviando su mirada. Él estaba un poco más irritado de lo usual, pero no entendía bien porque si nada era nuevo ahora que dormía como debía y comía sus antojos dulces (al menos pudo volver a tenerlos después de que ese asunto con la diabetes en sangre estaba estable), aunque tal vez podría encontrarse un poco fastidiado porque aún recordar esa pesadilla algunas veces en las que se encontraba tranquilo como tal vez no.
Realmente, no lo sabía, simplemente algo lo molestaba.
—Señor Kurusu, usted se ha asegurado que su pareja cumpla con lo reglamentario desde que están en un embarazo de riesgo con todo esto del tratamiento, que se tome las vitaminas, además de que se procura de que este descanse, por favor, no le dé más vuelta al asunto. Tampoco lea los artículos de internet —se interpuso la obstetra sacando al embarazado de sus pensamientos—. Vayan a despejarse un poco, y si pasa algo, llámenme —les dio como recomendación—. Pero, de verdad, si su Rut llega, no le va a pasar nada al señor Suwa o su bebé. Si es brusco, créame que su lado protector de Alfa es muy consciente para reconocerlo y cuidar de su manada.
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Un Regalo Inesperado |Buddy Daddies| Kazurei
FanfictionRei y Kazuki eran compañeros, solo eso. Ninguno tenía interés en el otro, a pesar de ser completamente opuestos, ni siquiera en sus muchos momentos que podían haber estado respirando sus propias feromonas por tanto tiempo. Sin embargo, como...