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21 de octubre

Apartamento de Rei y Kazuki

La visita al Yadorigi café no tuvo una buena reacción en Rei, y como consecuencia de esto, logró hacer que sus emociones negativas por el tema de abandonar a Miri jugasen con lo que sentía su cuerpo hasta el punto de que continuó atrasando más la formación de la placenta y tuvo que seguir usando más progesterona para que funcionase.

        Rei estaba estresado porque no controlaba sus emociones tan bien como quería, su lado Omega estaba más desatado que antes con todo esto que hacía más larga la gestación de Miri al punto de que las semanas siguientes se la pasara de malhumor y yendo a consultas con la doctora Anna hasta el punto de recomendarle que si quería inducir el parto debía de esperar a la última semana de octubre, pues aún los resultados indicaban que su hija continuaba con un lento desarrollo y que con estas nuevas dosis de hormona debía de ayudar lo suficiente para que no naciese con complicaciones.

       Todo eso tenía cansado al embarazo, incluso Kazuki lo buscaba de ayudar, pero su compañero se ponía demasiado evasivo con el tema de que era un Alfa y no deseaba que le dijeran que hacer al mismo tiempo que lo llamaba deseando seguridad, realmente las feromonas a pudin del Omega lo tenían bastante mareado, dado que, no sabía bien qué hacer.

       Estuvieron así durante días, pero como en el mes de agosto: Rei solo iba al nido a aislarse cargando con todos esos sentimientos y lamentos que le afectaban demasiado al punto que terminó inquietando a su Alfa por compartir la marca, sin duda alguna, quien tenía el control de todo esto era el Omega.

      —Rei, no puedes seguir así. Sé que no debo decirte como sentirte, pero no te está ayudando en nada —dijo el Alfa esparciendo sus feromonas a pan desde el umbral de la puerta de su habitación.

     —No me vas a decir que hacer —le aclaró el Omega de mala gana estando sentado en su nido sobando su abdomen; Miri había crecido mucho más las últimas semanas al punto que le comenzaba a molestar el peso.

     La expresión corporal de Rei delataba que como estaba su vientre ahora le irritaba mucho. Kazuki notaba que toda esta nueva evolución con respecto a su hija le afectaba bastante, pero por mucho que quería acercarse, su compañero lo alejaba por estar inseguro con lo que sentía.

     Era triste que no lo quisiera cerca. Solo se quedaba viéndolo hasta que se durmiera después de comer, ya que, toda esta situación de malhumor no lo había dejado descansar, por no decir también era porque Miri se estaba moviéndose demasiado, como si quisiera llegar a una posición concreta en el útero de su padre Omega con algún fin.

      Lo notaba fatigado, otra vez sus ojeras habían vuelto porque algo preocupaba a Rei, y reconocía que no era del todo su hija o lo que mencionó Kyutaro con respecto a darla en adopción para protegerla.

      Sabía que su pareja estaba ansiosa de que si daba a luz ¿qué haría su padre si se enteraba al final de todo lo que ha hecho en estos once meses? Seguro los informes falsos de que estaba cumpliendo con el trabajo debió sospechar ya que era una mentira, después de todo, era el clan Suwa y por lo que conoce y ha visto con quien ha convivido estos tres años: nada se les escapa.

      —¿Por qué no te recuestas un rato? Últimamente no has estado durmiendo bien, te notas un poco más cansado.

      —¿Para qué quieres que duerma? ¿Qué me harás?

      —Nada. Solo me tienes angustiado, has estado evitándome sin razón. Tu esencia a pudin me tiene demasiado dominado y confundido —le respondió en un tono molesto.

Un Regalo Inesperado |Buddy Daddies| KazureiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora