23 de diciembre
Apartamento de Rei y Kazuki
Como era habitual después de una misión nocturna, Rei se encontraba durmiendo en aquella tina que él definía como su refugio ante un posible ataque pudiese suceder si descubrían su verdadera identidad personificada en aquel aspecto de civil. Mantenía esa idea que le enseñaron de no mostrarse como realmente es, después de todo, nació siendo de un rango inferior en una familia que representaba todo lo opuesto.
Sin embargo, su antiguo "jefe" jamás tuvo la idea de tratarlo como alguien débil.
Al contrario, lo crío como si fuera un Alfa, a pesar de ser un Omega. Aunque al principio le costaba adaptarse por su propia naturaleza, sobre todo, en esos momentos en los que la pubertad tocó su puerta. Eso le hizo recordar las múltiples palizas que recibió cuando tuvo su primer ciclo en el que su cuerpo se sentía raro e insoportable.
Esa fue la manera en que su viejo superior le hizo aprender a la mala a guardar esas feromonas, incluso si ardiese en fiebre por ese calor sofocante, jamás debía de hacerlo sentir.
Con los años, de alguna forma, logró suprimir sus propios instintos cambiándolos por otros reflejos que su ruda crianza de falso Alfa le obligó a adquirir. Agradecía que hubiese sido así, tanto que lo confundían con un Beta por jamás emitirlas.
Todo eso fue una rutina que llevó en la organización de su padre hasta que quiso probar algo diferente en otra organización joven. Arriesgado en un principio, pero tuvo suerte de que entró gracias a que tenía las capacidades, eso y que jamás dijo lo que realmente era. No obstante, para Rei, a estas alturas, no le importaba, él solo quería que lo llamasen cuando lo necesitaran a diferencia de su arcaico regente que lo quería disponible las veinticuatro horas del día a cualquier lugar que lo pudiese mandar.
Ciertamente, a Rei le era inevitable en estos días recordar su pasado, había experimentado muchos cambios desde que decidió irse por su conveniencia. Al principio de ese nuevo trabajo solo debía observar a los sospechosos asignados mientras su nuevo líder Kyutaro Kugi lo probaba, fue fácil hacerlo, no le tomó tanto tiempo, menos con el historial que tenía. Por lo cual, cuando estuvo listo fue que le dio un compañero: Kazuki Kurusu, un Alfa bastante presumido y dramático.
A primera impresión no tuvo que suponer que lo era, aquel hombre dominante de cabellos rubios, en el momento, que los obligaron a trabajar en equipo durante en su primera misión, este no dejaba de emanar sus feromonas acompañadas de las de otra Omega con un tono bastante burlón. Claro que, debía fingir que no reconocía, ni que le afectaba esa esencia, pues no podía dañar esa idea que todos tenían de él que era un Beta y, también porque no le gustaba estar tan cerca de él.
Pero, para su mala suerte, los hicieron vivir juntos en estos últimos tres años.
Evidentemente, a regañadientes aceptó esa orden, pensaba que no duraría mucho. Mas fue definitiva cuando tuvieron un éxito con el paso de sus misiones, logrando así, que tuviesen que verse todos los días. La única que veía de eso inicialmente era que tenía un sirviente que le daba comida gratis, ropa limpia, videojuegos siempre que quisiese...
Era algo que no podía evitar rememorar.
Se había acostumbrado a esa rutina en todo este tiempo hasta ese día. Dado que, desde ese momento no había podido dormir plácidamente como solía intentar hacerlo, no, ya que, tras cerrar sus ojos revivía en su mente una y otra vez aquel ciclo funcionado de celo con su compañero mercenario de la organización para la que trabajaban juntos.
Se sentía extraño, por muy inexpresivo que fuese, no podía negarse a él mismo que ese encuentro casual de calor y adrenalina de sus propias jerarquías Alfa y Omega se dio de una manera que jamás pensó que podría experimentar, más aún si recordaba que esa fue su primera vez.
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Un Regalo Inesperado |Buddy Daddies| Kazurei
FanfictionRei y Kazuki eran compañeros, solo eso. Ninguno tenía interés en el otro, a pesar de ser completamente opuestos, ni siquiera en sus muchos momentos que podían haber estado respirando sus propias feromonas por tanto tiempo. Sin embargo, como...