Capítulo III

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EMILIO


En la que me he liado... Bajo del coche a toda prisa para revisar el tamaño del golpe, joder esto me va a salir caro, me he destrozado toda la parte delantera, ¿Qué clase de bestia es la que va manejando el camioneta de adelante?

Mientras sigo revisando escucho como se abre la puerta trasera de la camioneta & como un par de tacones ponen sus pies sobre la avenida, joder solo con ver esos tacones se la clase de mujer que será; millonaria, bonita & creída, sigo levantando la vista hasta que veo completamente a la mujer que viene hacía con la cara roja de coraje, desde aquí no puedo distinguir que edad tendrá, pero por la forma en que viste debe ser joven, se acerca hasta estar a tan solo unos centímetros de mi & ¡JODEEEEER LA MADRE QUE LA PARIO ES HERMOSA!

Es alta pero no lo suficiente, apenas me llega a la barbilla aún con tacones, piel bronceada, tiene unos hermosos rizos en color rubio casi como el dorado, tiene un físico para morirse que cualquier mujer desearía, curvas en los lugares exactos, la sigo viendo descaradamente de arriba a abajo, hasta que me detengo en sus pechos, madre mía lo que haría con ese par de tetas, mientras tanto mi pene ya está luchando por querer salir & enterrarse en ella, bueno eso, hasta que la mujer se le ocurre abrir la boca.

-¿Pero que coño te pasa idiota?, ¿Acaso no sabes manejar?

Aún gritando tiene una voz preciosa, un poco chillona para mi gusto, pero en ella es perfecta & es ahí cuando me la imagino debajo de mi gritando mi nombre mientras la follo con rudeza, joder tengo que parar!

-Tu tuviste la culpa digo con una sonrisa arrogante, que al parecer a ella le molesta porque al fin decide quitarse las gafas de sol que tenía puestas, por fin podré ver sus ojos.

Mientras se las quita & ajusta su mirada hacía, al fin veo sus ojos... Creo que he muerto, sus ojos son los más hermosos que he visto, son de un color azul amoratado, grandes pero perfectamente alargados, pestañas inmensas que no estoy muy seguro si sean naturales pero al parecer si, sigo bajando la mirada hasta que veo su boca, joder! esa boca, si no es porque me esta mirando con cara de que me quiere matar, podría jurar que tendría un orgasmo aquí mismo, su boca es pequeña, su labio superior es delgado al contrario de labio inferior que es completamente carnoso & que muero por morder.

-Eres un idiota, por tu culpa voy a llegar tarde a la universidad & a parte le haz hecho daño a mi camioneta, mi papi me va a matar, osea que no ves por donde conduces, loser?

Espera... ¿Papi?, ¿Loser? No puedo creer que hable así, sabía que era joven pero no tanto, casi me recuerda a mi hermana.

-¿Cuántos años tienes?

-Y a ti qué te importa? La fulmino con la mirada & parece que eso la intimida, aprende eso chiquilla!

-Tengo 18 años, contento?

JODER ESTABA TENIENDO FANTASÍAS CON UNA NIÑA!!!

-Mira tu has sido la que tuvo la culpa o tu chófer que era el que estaba conduciendo, giraste para dar vuelta desde el segundo carril, es tu culpa.

-Discúlpame imbécil, pero mi chófer tenía puestas las intermitentes, tu ni siquiera ibas prestando atención al camino es tu culpa.

Madre mía la niña sabe hablar, pero volteo a ver su camioneta & veo que las luces están encendidas, pero que ostia tiene razón, tuve la culpa & lo peor es que ahora he quedado como un completo idiota frente a ella.

- Ahora lo ves? Ahorita no puedo quedarme a hacer todo el papeleo, pero si me das tu tarjeta te llamaré para que pagues por el daño, que viendo tu coche no tendrás problema en pagarlo, ¿o acaso no es tuyo? ¿es de tu jefe? ¿eres pobre?

Es oficial LA DETESTO. Le entrego mi tarjeta sin responder a ninguna de sus tarjetas & subo a mi coche escuchando como me está gritando por dejarla ahí.

-Nadie me deja hablando sola idiota, me las vas a pagar. Se da la media vuelta & veo como regresa a su camioneta, mientras camina veo su perfecto & bien formado trasero balancearse, joder ya estoy duro otra vez.

Una vez que se sube, arranca su camioneta, & yo me vuelvo a enfrascar en el tráfico, pero que mañana madre mía!


Enamorados de lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora