Capítulo 49

13.9K 711 9
                                    

Mía

No puedo creer que estamos en París, es decir no es que no podamos venir por falta de dinero, si no que es tan difícil hacerlo con nuestros compromisos, me encanta está ciudad, la primera vez que vine lo hice con papi, me trajo por mi cumpleaños número 10, desde ese día he estado tan enamorada de ella, casi la amo tanto como amo New York.

-¿Te gusto el destino? me pregunta Emilio.

-Me encanta, no pudiste elegir mejor, volteo & lo abrazo, nunca antes me había sentido así.

-Bueno, entonces creo que es hora de ir a nuestra ahora casa para quedarnos.

¿Nuestra casa?

-¿Qué casa?

-Oh, no te he dicho, hace tiempo compre una casa aquí, ya sabes, para pasar vacaciones con mi hermana, entonces ahora que eres mi esposa, por supuesto esa casa también es tuya princesa.

¡TENGO UNA CASA EN PARÍS! ¿Podría ser esto mejor?

-Eres increíble Emilio

-Lo se, ahora vayámonos.

20 minutos más tarde & estoy entrando en mi nueva casa, es preciosa, muy grande estilo Kardashians, ya saben, lujosa, rústica, pero obvio elegante, Emilio me ha dicho que tiene de todo, cancha de tennis, centro de entretenimiento, alberca, sauna, 10 habitaciones, cada una con baño propio, cocina, sala, comedor, antecomedor, recibidor, terraza, un patio enormeeeeeeeeeee, incluso posee caballerizas. Es simplemente asombrosa.

-¿Qué opinas de la casa? podemos cambiar lo que tu quieras.

-Me encanta tal y como esta.

-Bien, me alegro de que te guste, nunca pensé que podría traer a una mujer a pasar mi luna de miel. Que vueltas da la vida, ¿no?

-Lo se, yo nunca pensé que fuera a casarme en las Vegas.

-Hablando de eso, ya son las 10.00 pm, no creo que quieras salir ahora, creo que debemos ir a arriba a tener nuestra noche de bodas, ¿no crees? Emilio me toma por detrás & me abraza la cintura. Comienza a darme pequeños besos sobre el hombro, sube hasta mi cuello & me da una pequeña mordida ¡joder amor cuando se pone así!

Comenzamos a besarnos, al principio lento, tranquilo, pero poco a poco nuestros besos suben de nivel, el beso se hace desesperado como si no pudiéramos tener suficiente el uno del otro, rápidamente me baja el vestido, ahora estoy solamente en ropa interior, tan expuesta a el, Emilio se separa & me observa, su mirada me calienta la piel aún más.

-¿Ve algo que le guste Sr. McAdams? veo como su mirada se dilata más cuando lo llamo así.

-Veo todo lo que me gusta Sra. McAdams, contesta con una sonrisa arrogante.

Vuelve a tomarme de la cintura & me acerca a el, comienza a besarme de nuevo el cuello, poco a poco baja hacía mis pechos, de desase del sostén & antes de que pueda reaccionar comienza a chupar mis senos, oh mi dios, se siente tan bien cuando lo hace.

No puedo aguantar más & empiezo a quitar su camisa, una vez fuera acaricio todo su torso, sus brazos & espalda, me encanta lo fuerte que es, comienzo a bajar mis manos hasta sus vaqueros, desabrocho el cinturón & el se da cuenta de lo que quiero hacer. Me deja quitarle el cinto & abro sus vaqueros, los bajo de un tirón junto con sus boxers, entonces ahí está mi cosa favorita en el mundo, su pene está totalmente erecto, no puedo esperar y lo tomo con mis manos.

-Joder Mía, susurra Emilio entre dientes, está controlándose.

-¿Quieres que pare? pregunto 

-Como pares te mato 

Su respuesta me hace reír, Emilio lo nota & me carga, pongo mis piernas alrededor de su cintura.

-¿Le parece gracioso esto Sra McAdams? 

Estoy a punto de contestarle cuando me baja sobre su pene, no llega a penetrarme debido a que aún tengo las bragas puestas.

-Oh mi dios Emilio, necesito, ah, necesito.

-Se lo que necesitas, vamos al nuestra habitación.

Emilio me lleva cargada hacía arriba, una vez que entramos en el cuarto, me arroja sobre la cama, me encanta el Emilio salvaje. Se coloca encima mío & me baja las bragas lentamente, cuando están fuera de mi cuerpo lleva su mano hasta mi sexo & empieza a acariciarlo.

-¡EMILIOOOOOO! 

-Shhh, controlalo princesa. 

Entonces introduce un dedo dentro de mi, estoy a punto de estallar de placer, Emilio no tiene piedad, su dedo entra & sale, cada vez más rápido.

-Emilio me voy a correr.

-No quiero que lo hagas Mía, no te corras, contesta serio

Me enciende más su demanda, se ha vuelto dominante & me encanta.

-Dios Emilio, por favor, te necesito dentro de mi.

-Aún no princesa. Sigue castigándome con el ritmo de sus dedos, siento que no puedo soportarlo más, el orgasmo está a la vuelta de la esquina, Emilio se acerca a mi oreja;

-Correte para mi Mía.

Y me corro, duro, intenso, solo para el.

-¡EMILIO!, ¡OH, OH!

Estoy en un profundo éxtasis a lo lejos siento a Emilio colocarse en mi entrada & entonces de un solo golpe se introduce dentro de mi.

-¡JODEEEEER! Tan apretada & lista siempre, lo dice en un tono de veneración.

Comienza moverse & yo siento el orgasmo crecer de nuevo, no estoy segura si podre aguantar otro orgasmo tan intenso como el anterior.

Emilio no para & conforme pasa el tiempo, sus embestidas se hacen más rápidas & duras, siento mi orgasmo a punto de estallar & aprieto mis músculos vaginales llevando a Emilio conmigo.

-¡MALDICIÓN MÍA!, grita Emilio antes de correrse dentro de mi.

Ver su reacción me hace estallar de placer & me corro por segunda vez, arqueo mi espalda & Emilio me chupa los pezones. Dios.

Minutos después aún nos estamos recuperando, Emilio sigue dentro mío, no quiero que se mueva.

-Me vuelves loco Mía, eres impresionante.

-Tu eres el impresionante aquí, me diste dos orgasmos en menos de una hora.

Emilio sale de mi interior & se coloca a lado de mío, me coloca de espaldas a el & me abraza.

-Te amo, dice

-Yo también te amo, contesto un poco ya adormilada.

-Prométeme que pase lo que pase cuando volvamos no me dejarás.

-¿Por qué dices eso? ¿Qué puede pasar? pregunto confundida.

-Prometemelo Mía.

Volteo a verlo & puedo ver miedo en sus ojos, sea lo que sea, no quiero que tenga miedo.

-Te lo prometo, digo sin más.

Me volteo de nuevo & justo así nos quedamos dormidos. 


Enamorados de lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora