Enamorados de lo prohibido

Capítulo XIV

Emilio

Mientras trato de procesar que Mía me acaba de ignorar totalmente entro a la casa & me dirijo a la cocina, cuando llego veo que están cocinando algo para cenar, así decido platicar con Cloe.

-Cómo estuvo tu día Cloe?

-Ugh estresante, la maestra Collen no para de regañarme!

Tiene problemas con una maestra? eso no es cosa de Cloe

-Por qué te está regañando?

-Bueno, sucede que platico mucho en clase con Mía.

-La verdad creo que es porque no tiene envidia, osea somos bonitas, populares & millonarias, no crees Cloe? AAAAAAAAAAAGH pero que estúpida, esos comentarios son de los que me hacen preguntarme que es lo que me atrae tanto de ella, nunca podría estar con una persona así.

-Creo que si, tal vez es eso.

-Lo es Cloe. Antes de que pueda preguntarle sobre eso a Mía, Cloe interrumpe:

-Entonces Mía? vienes a la cita doble?

Cita doble? con quién van a salir? Cloé tiene novio? Mía lo tiene? solo de pensar en Mía con otro hombre hace que quiera tirarme del segundo piso!!!

-Uhm creo que si, dile a Dante que nos vemos ahí! dice con una sonrisa arrogante.

Decido que no puedo seguir escuchando eso & salgo hacía mi cuarto, en cuanto entro doy un golpe a la pared del coraje, JODER esto duele mucho!

Horas más tarde parece que Cloe & Mía se han dormido, no he podido hacerlo porque sigo pensando en que Mía saldrá con ese imbécil llamado Dante, madre mía aún ni lo conozco & ya lo odio. El dolor en mi mano me recuerda el golpe que me di contra la pared, no aguanto más & decido ir a la cocina por agua & pastillas, cuando llego a la cocina veo a Mía comiendo helado en la sala.

Ella al parecer no se ha dado cuenta de mi presencia, la admiro un poco, por dios está preciosa sin una gota de maquillaje, lleva puesta una bata negra pero se transparenta & veo su ropa interior, quiero quitársela & enterrarme en ella, a estás alturas mi erección amenaza con salirse de mis pantalones, se que debo de irme pero en cambio digo:

-No crees qué es muy tarde para comer helado? o acaso tienes algún trastorno alimenticio? digo riéndome.

Ella no responde, simplemente me frunce el ceño & se queda ahí, JODER tal vez tenga un trastorno.

-No estoy enferma imbécil, no podía dormir & tenía antojo de helado.

Me acerco un poco más & me siento junto a ella, madre santa, huele jodidamente bien.

-Me das un poco? pregunto cuidadosamente.

-Ya que...